La atleta australiana de resistencia Chloe McCardel se lanzó ayer a las aguas del norte de Cuba, resuelta a ser la primera persona en cruzar a nado el estrecho de la Florida sin una jaula protectora contra tiburones.
La atleta australiana de resistencia Chloe McCardel se lanzó ayer a las aguas del norte de Cuba, resuelta a ser la primera persona en cruzar a nado el estrecho de la Florida sin una jaula protectora contra tiburones.
La nadadora de 28 años había cubierto unos 19 kilómetros para ayer por la tarde, reportó su equipo vía redes sociales. Un bote salió desde La Habana para acompañarla y otro se le sumó procedente de Florida.
McCardel saltó a las aguas a las 10, luego que su esposo aplicase grasa alrededor de los bordes de su traje de baño para evitar irritaciones.
"Estoy tan confiada como se pueda estar. Pienso que va a salir bien", dijo. "Va a ser duro, no obstante. No va a ser una trayectoria fácil, pero lo lograremos como equipo".
Basado en el reporte de la tarde, ella estaba promediando unos tres kilómetros por hora, un paso que la llevaría a Florida antes de lo anticipado.
McCardel había dicho que esperaba tomarse unas 60 horas para llegar a los cayos de Florida, unos 160 kilómetros al nordeste de La Habana, en aguas donde proliferan por tiburones y medusas, también peligrosas por las irritaciones severas que provocan.
El equipo de apoyo de la australiana está integrado por casi 20 personas, incluyendo médicos, entrenadores y especialistas, que la acompañarán en varias embarcaciones. Para alimentarse tomará una bebida que tiene entre sus ingredientes vitaminas y minerales.
El pronóstico meteorológico para ese tramo era de cielos despejados. El mar frente a La Habana estaba calmado y cristalino, precisamente las condiciones ideales que el equipo de ciencia de McCardel había pronosticado.
El estrecho ha estado transitado en los últimos tres veranos: las nadadoras de larga distancia Diana Nyad y Penny Palfrey realizaron cuatro intentos fallidos para cruzarlo desde el 2011.
La australiana Susie Maroney completó la travesía en 1997, pero lo hizo con la protección de una jaula contra tiburones.
"Es el trayecto más difícil de nadar en el mundo actualmente", dijo McCardel anteayer en una conferencia de prensa en la capital cubana. "Nadie ha podido conseguirlo. Es quizás más difícil que ganar la Copa del Mundo o una medalla de oro" dijo McCardel.
El reto es mucho más duro, al menos en términos de distancia, que cualquiera acometido previamente por McCardel. La australiana, que ha cruzado dos veces el canal de la Mancha, dijo que el tiempo más largo que ha pasado continuamente en el agua es de 25 horas.