El gobierno nacional restableció por este mes el Programa de Incremento Exportador (PIE) para la soja, aunque con una particularidad: en lugar de fijar un tipo de cambio diferencial, el estímulo será permitir que los exportadores dispongan libremente del 25% de las divisas que liquiden.
El nuevo dólar soja se dispuso a través del decreto 443. Será para aquellos que hayan exportado en algún momento de los 18 meses inmediatos anteriores. Por esta norma, el 75% de las divisas deberá negociarse a través del Mercado Libre de Cambios (MLC), antes del 30 de septiembre. En tanto, el 25% restante será de libre disponibilidad.
El objetivo es arrimar dólares al Banco Central, sumar oferta al dólar MEP y dotar de materia prima al complejo sojero, que opera al 30% de su capacidad, fuertemente afectado por la sequía.
Aunque no se explicita en el decreto, se estima que el diferencial obtenido por el 25% de las divisas que se liquidarán en el mercado paralelo sería utilizado por las aceiteras para mejorar el precio a los productores y comprar más soja.
Desde la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) precisaron que cada empresa agroexportadora definirá en forma individual la conveniencia de adherir al nuevo PIE.
Por lo pronto, el precio de la soja pegó un fuerte salto en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) al cerrar en $ 140.000 la tonelada, como consecuencia de la puesta en marcha del nuevo programa. De esta manera, la oleaginosa contó nuevamente con un precio abierto después de varias jornadas. Si se lo compara con los valores negociados a principios de la semana pasada, el salto fue de $ 15.000.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en el mercado local quedarían por comercializar poco menos de 7 millones de toneladas de soja de la campaña 2022/23. Con la mercadería a fijar precio, la oferta total se va a 11 millones de toneladas.
La cosecha que viene
La entidad difundió, además, la primera proyección de cosecha para la campaña 2023/24. Prevé un crecimiento del 70% hasta las 136,3 millones de toneladas. En términos absolutos, se producirán 50 millones de toneladas de granos más.
El salto productivo más importante sería, precisamente, el de la soja, que viene de la “peor campaña del siglo”. La BCR proyectó un crecimiento interanual de 138,8%, al pasar de 20 millones de toneladas de este año a 47,8 millones.
De todos modos, la producción seguiría siendo liderada por el maíz, con 56 millones de toneladas, un 64,6% más que el último ciclo. En tercer lugar se ubicaría el trigo con 15,6 millones de toneladas, con un crecimiento del 35,7%.
Con el girasol, sorgo y cebada, el total de las campaña treparía a 136,3 millones de toneladas.
Estos pronósticos deberán pasar la prueba ácida del clima. En su último informe, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) precisó que, si bien el último fin de semana llovió más de lo esperado, la llegada de El Niño aún es una incógnita.
En base a las primeras proyecciones de producción, se prevé una notable recuperación de la industrialización de soja de más del 40% interanual para alcanzar 38,7 millones de toneladas procesadas, mientras que por el lado del girasol, se prevé que el crush crezca 6%, a 3,8 millones de toneladas.
Divisas
El despacho total al exterior entre los principales complejos cerealeros y oleaginosos alcanzaría casi 100 millones de toneladas, un 75% más entre campañas. Ingresarían u$s 34.300 millones, casi u$s 10.000 millones más que el ciclo anterior.