Los santafesinos no estamos visualizando el escenario que vive la provincia, en donde la abundancia de recursos nos tendría que empujar a proyectarnos como la de más futuro en el país. Sin embargo, la queja y la falta de estrategia alarma.
Los santafesinos no estamos visualizando el escenario que vive la provincia, en donde la abundancia de recursos nos tendría que empujar a proyectarnos como la de más futuro en el país. Sin embargo, la queja y la falta de estrategia alarma.
La provincia de Santa Fe tiene de cara al 2017 una gran suma de recursos para invertir. Termina de obtener en los mercados mundiales u$s 250 millones para destinar a en infraestructura. Además, el gobierno nacional le debe un total de $ 40.000 millones que debería ir efectivizando en el corto plazo.
En los próximos tres años, el gobierno provincial piensa invertir en gastos de capital los siguientes montos, a saber: 28.360 millones de pesos en 2017, otros 26.732 millones en 2018 y 31.472 millones en 2019.
Santa Fe tiene una deuda de $9.835 millones al 30 de septiembre de 2016, mientras que una provincia como Córdoba de similar estructura económica tiene una deuda al 30 de septiembre de 28.345 millones. Por el tamaño del PBI, y la baja deuda que tiene Santa Fe, podríamos endeudarnos en los años que vienen en no menos de $30.000 millones o el equivalente a u$s 2.000 millones.
Si sumamos lo que nos debe el gobierno nacional y lo destinado a invertir en los presupuestos plurianuales y lo convertimos a dólares a un precio promedio de $18 dado que se ejecutaran en tres años, tenemos un monto a invertir de u$s 7.031 millones. Si a esto le sumamos los u$s 250 millones que acaban de ingresar y la potencialidad de endeudarnos en u$s 2.000 millones adicionales, Santa Fe tendría para invertir la friolera de u$s 9.281 millones.
El PBI de la provincia de Santa Fe fue históricamente un 8 por ciento del PBI nacional, esto implicaría un PBI de u$s 40.000 millones, tendríamos para invertir el 23,2 por ciento del PBI. Con este escenario por delante, resulta increíble que el gobierno provincial, e instituciones ligadas a la producción no estén trabajando mancomunadamente para un plan de infraestructura que revolucione la provincia y sea un imán para atraer capitales nacionales e internacionales.
Con esta cantidad de dinero a invertir, Santa Fe es la única provincia del país con potencialidad para ser líder en materia de inversiones, ya sea por su estructura productiva, como por su posición geográfica en el país, con rápida salida portuaria al exterior, y una logística ideal para moverse por el territorio nacional.
Las quejas constantes y la falta de estrategia resultan alarmante, cuando tenemos un escenario financiero plagado de recursos. En la era Kirchnerista, Entre Rios nos sacó ventaja por su acercamiento con el gobierno nacional, y los santafesinos miramos como se construían rutas a la salida del puente Rosario-Victoria.
En la actualidad, la sociedad entre Córdoba y el gobierno nacional hizo que esta provincia sea beneficiada con mayor autorización de endeudamiento, y grandes obras de infraestructura en dicho territorio.
Hace del 2001 que somos la familia Miranda, miramos como a un lado y otro de nuestra geografía se hacen obras de infraestructura que nosotros perdemos sistemáticamente.
La última gran inversión en el territorio la hizo el gobernador Jorge Obeid, después de dicha gobernación, no hemos realizado obras de infraestructura de envergadura.
Creo que es momento de acompañar al gobernador a reclamar por los fondos nacionales, pero el sector empresario debería dejar de ser un gran mosaico de expresiones políticas e institucionales, para unirse en todo el territorio, y exigir los recursos, y plantear las obras necesarias para el desarrollo productivo de todo el territorio provincial. Desde el norte al sur, y del este al oeste.
La nota pretende abrir el debate para que se lleven adelante los proyectos esenciales para la provincia, y que no perdamos los recursos en gastos corrientes, que no hacen más que engrosar la estructura del Estado, que presta malos servicios y que terminan a largo plazo imposibilitando las grandes obras de infraestructura.
Con todo este dinero, no deberíamos tener problemas de gas, energía eléctrica, cloacas, agua, vivienda, hospitales, seguridad, desempleo (vía conseguir nuevas inversiones) y otras necesidades que posiblemente este omitiendo. Se podrían hacer 2.000 kilómetros de rutas, todos los rulos y rotondas necesarios para disminuir los accidentes de tránsito en zonas de alta congestión. Necesitamos dejar atrás banderías políticas, para proyectar una provincia grande. Los empresarios deberían deponer divisiones de fundaciones, federaciones, asociaciones y corporaciones para unirse en un discurso común, con una estructura representativa y ejecutiva que trabaje conjuntamente con el Estado en el crecimiento de Santa Fe. La clase trabajadora debería decir presente en dicha mesa, y aportar ideas para el crecimiento de la región.
Esta vez no hay excusas, los recursos están, el Estado, los partidos políticos, los empresarios y los trabajadores deberían trabajar en la táctica y estrategia para invertir correctamente los u$s 9.281 millones que nos pertenecen a todos, no solo al gobierno de turno. Si no luchamos todos por la provincia, luego no nos quejemos, que no hay seguridad, no tenemos rutas, hospitales, o simplemente que el que estaba gobernando lo hizo mal. Es más fácil criticar que proponer, somos la provincia del futuro, tratemos de no quedar en el pasado.