El gobierno nacional eliminó temporalmente las retenciones a las exportaciones del acero, aluminio y productos derivados, mediante el decreto 726/2025 publicado este miércoles en el Boletín Oficial.

La medida regirá hasta fin de año y será aplicable a los envíos a países que cuentan con aranceles igual o superior al 45%. Diferencias con las retenciones cero al agro. Impacto en la recaudación nacional
El gobierno nacional eliminó temporalmente las retenciones a las exportaciones del acero, aluminio y productos derivados, mediante el decreto 726/2025 publicado este miércoles en el Boletín Oficial.
A diferencia de la suspensión aplicada al agro que se puso en marcha hasta cubrir un monto declarado de divisas de u$s7.000 millones, cupo que se terminó en dos días, en el caso de la industria del acero y del aluminio no se implementó condicionante alguno. Específicamente la medida busca compensar los aranceles puestos por Estados Unidos, el decreto habla de mercados que tengan aranceles superiores al 45% y el único caso que tiene esos aranceles es Estados Unidos con aranceles del 50%.
La normativa fijó la alícuota del Derecho de Exportación en 0% para una serie de productos vinculadas al sector industrial del acero y el aluminio “cuando se exporten con destino a aquellos países que al momento de la entrada en vigencia de esta medida, aplican a dichas mercaderías un arancel de importación “ad valorem” igual o superior al 45%”.
La medida será aplicable a las operaciones de exportación que se efectivicen entre el 9 de octubre y el 31 de diciembre de 2025 inclusive, o hasta que se formalice una reducción arancelaria respecto del arancel de importación igual o superior al 45%, lo que ocurra primero. Resta por ver el impacto en los ingresos.
Al argumentar la decisión, el Ejecutivo sostuvo en el texto oficial que “la presente medida busca fortalecer la capacidad exportadora y dotar de una mayor competitividad a uno de los sectores productivos del país, alineando las políticas con los principios de la libertad y una mayor apertura del comercio que impulsen el crecimiento de las cadenas de valor industriales”.
En este sentido, remarcó que “la República Argentina cuenta con capacidades productivas relevantes en los sectores de aluminio y acero, los cuales revisten carácter estratégico en la estructura industrial del país, generando volumen de exportaciones, empleo y valor agregado”.
El economista Lavih Abraham, docente en UNR e integrante del explicó que se trata de una medida para compensar los aranceles puestos por Estados Unidos. “El decreto habla de mercados que tengan aranceles superiores al 45% y el único caso que tiene esos aranceles es Estados Unidos que tienen aranceles del 50%. A las exportaciones de acero, aluminio y otros metales se les quita el impuesto a la exportación para que no tengan después también un impuesto a las importaciones de Estados unidos. Es para lograr quitar esa traba que puso a Estados Unidos y lo hace a expensas de la recaudación en Argentina”, señaló.
Al contextualizar la medida, la administración de Javier Milei puntualizó que “en los últimos años se han verificado prácticas de diversos países que, mediante la aplicación de aranceles de importación “ad valorem” de magnitud significativa, tienden a restringir el acceso de los productos de aluminio y acero al comercio internacional, configurando una forma de proteccionismo que afecta de manera directa la competitividad de las exportaciones argentinas”.
Ante este escenario, consideró que “resulta necesario adoptar medidas orientadas a mitigar los efectos adversos sobre el sector exportador argentino como consecuencia de la adopción de las mencionadas medidas de protección al mercado interno de dichos productos efectuada por otros países”.
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La medida –sin nombrarlo– hace referencia a Estados Unidos que desde junio pasado aplicó un arancel del 50% sobre las importaciones de acero y aluminio provenientes de la mayor parte de las naciones del mundo, incluyendo a la Argentina.
La mayor perjudicada por esa medida fue la argentina Aluar, que exportaba alrededor del 40% de su producción de productos de aluminio a EE.UU. La suspensión de retenciones no soluciona el problema de acceso a ese mercado, pero al menos es un aliciente.