Con una participación sin precedentes, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) cerró recientemente las inscripciones para la cuarta edición de BCR Startup Network, una iniciativa que busca impulsar y colaborar con startups argentinas que tienen la ambición de llevar sus negocios al siguiente nivel. En esta oportunidad, uno de los diferenciales fue la inclusión de la vertical climatech, una fusión de tecnología y cambio climático. Se centra en desarrollar soluciones tecnológicas para enfrentar los desafíos climáticos en la agricultura, desde la predicción del clima y la gestión del agua hasta el reciclaje y la economía circular “Esta nueva vertical promete revolucionar las prácticas agrícolas tradicionales”, señalan desde la entidad. Durante las próximas semanas se realizará un análisis de las propuestas presentadas y un jurado de expertos seleccionará aquellas que pasarán a formar parte de la red coordinada por la BCR. Aquellas que la integren accederán a eventos de alto impacto, conexiones con socios estratégicos, oportunidades para internacionalizar proyectos, y la posibilidad de presentar soluciones a inversores, socios estratégicos y usuarios. Una de las ventajas de unirse a BCR Startup Network es el acceso a créditos en Amazon Web Services para el alojamiento y la escalabilidad de los negocios. Además, las startups tendrán acceso a espacios de trabajo en el Espacio Maker del Polo Tecnológico de Rosario y a programas de internacionalización.
El ministro de Desarrollo Productivo de Santa Fe, Gustavo Puccini, le manifestó el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, el deseo de “profundizar la relación bilateral” y ampliar “la oferta exportable santafesina” al vecino país, cuyas compras representan el 30% de los envíos de la provincia al exterior. Fue durante un encuentro que se realizó en la ciudad de Buenos Aires. El funcionario agregó que “si se caen esos mercados, en lugar de recaudar más por retenciones, el gobierno va a terminar recaudando menos”. Brasil hoy representa casi el 30% de lo que la provincia exporta.
¿Deuda de palabra?
La deuda comercial acumulada por la importación de bienes y servicios, producto de las restricciones cambiarias agravadas por la sequía, alimenta problemas, reclamos, disputas y hasta dudosas estrategias de estatización como el lanzamiento del Bopreal, por parte de la nueva administración económica. Estimada en los análisis en un nivel ubicado entre u$s 50 mil millones y u$s 60 mil millones, la registrada en el padrón abierto por el gobierno nacional alcanzó a la mitad de eso, unos u$s 26.000 millones. Unos u$s 20.500 millones es de grandes empresas, u$s 2.800 millones de empresas medianas y u$s 2.700 millones de pymes. “De los u$s 26.000 millones registrados se han pagado u$s 2.900 millones, de tal forma que el monto adeudado neto alcanza actualmente los u$s 23.100 millones”, añadió la Secretaría de Comercio.
El déficit que baja
El plan motosierra sobre el gasto público, que luego se reveló que también incluía suba de impuestos, es la base del programa de política económica de Javier Milei. Sin embargo, hay que tener en cuenta que 2023 ya fue un año de ajuste. Al menos así surge la información de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), según la cual el déficit primario devengado de la Administración Pública Nacional (APN) ascendió en 2023 a $ 6,22 billones. En términos reales representó una caída del 11,5% y en relación al Producto Bruto Interno (PBI) se ubicó en el 3,2%. Así lo informó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC). El déficit total, que incluye a los servicios de la deuda pública, fue de $ 9,47 billones, equivalente a un 5% del PBI. Bajó 9,5% interanual a valores constantes. La información de la OPC se anticipa a la que dará a conocer el lunes 22 de enero el Ministerio de Economía, aunque los números no son comparables por presentar diferencias metodológicas: el del organismo bicameral se refiere al gasto devengado de la APN y el de Hacienda al ejecutado del Sector Público No Financiero, que además comprende a las empresas públicas y los fondos fiduciarios. Por el lado de los gastos primarios, que presentaron una disminución real de un año a otro del 7%, según la OPC “la dinámica estuvo mayormente impulsada por la caída de las jubilaciones y pensiones (6,1%), las asignaciones familiares (31,1%) y los subsidios energéticos (26,5%)”. Ese comportamiento se compensó parcialmente por las subas del gasto en personal (8,5%), las transferencias corrientes a provincias (8,1%) y las transferencias a universidades (6,2%).
Los efectos del ajuste
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La mayoría de las ventas que se realizan antes de las fiestas son a través de billeteras virtuales y tarjetas de crédito.
Foto: Virginia Benedetto/ La Capital
El consumo de bienes y servicios finales en los hogares retrocedió 2,4% interanual en diciembre, de acuerdo con el Indicador de Consumo (IC) elaborado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). Sin embargo, el acumulado de 2023 cerró con una mejora de 3,3%. Lo que indica un derrumbe vertical en el último tramo del año, más precisamente desde el resultado de las elecciones. Para los economistas de la entidad, la expectativa de una fuerte devaluación previa al cambio de gobierno produjo un fuerte stockeo de parte de los consumidores, por “el temor de una pérdida de poder adquisitivo posterior”. Y no se equivocaron. En lo que respecta a 2024, la entidad empresaria proyectó “caídas significativas” en el consumo a partir de enero 2024 .