En el marco de una aceleración inflacionaria y un cierre de año con una economía argentina que enfrenta diversos desafíos es crucial tomar decisiones financieras acertadas para asegurar el crecimiento y la estabilidad del patrimonio. Tal como lo anunció el presidente Javier Milei se avecinan meses con estanflación, es decir un periodo de alta inflación con recesión.
En este sentido desde Reba, parte del Grupo Transatlántica, aseguran que inversiones y financiación son la clave para poder manejar una estabilidad del patrimonio en este contexto. No obstante, la elección de los instrumentos de inversión va a depender de la disposición al riesgo y la necesidad que tenga esa persona de protección frente a la devaluación.
Entre las alternativas que sugieren los expertos se incluyen las Obligaciones Negociables (ON) debido a que “ofrecen rendimientos competitivos y son una alternativa atractiva frente a la inflación y el aumento del dólar. Las ON han demostrado un rendimiento promedio del 5-10% en dólares anual superando a otras opciones de inversión”, afirmó Bruno Antonello, gerente de sucursales de Reba.
Además, el especialista agregó que al estar muchas de ellas cotizadas en dólares brindan un beneficio adicional de amparo contra la devaluación del peso, lo que permite mantener e incrementar el valor de la inversión. Asimismo, otorgan intereses de manera trimestral o semestral que implica un ingreso extra durante ese periodo de tiempo.
En relación con los Fondos Comunes de Inversión (FCI) han sido resilientes en medio de la volatilidad económica actual. Hay distintos tipos de fondos que se ajustan a la realidad y permiten invertir según la necesidad y el tipo de perfil inversor: Liquidez-Money Market (rendimiento +100%); Protección contra Inflación-Fondos CER (rendimiento +130%); y Dólar-Fondos Dolarizados (rendimiento en paralelo a la cotización del dólar).
Por otro lado, el plazo fijo es otro recurso que proporciona estabilidad, aunque su rendimiento suele no ajustarse al ritmo de la inflación, como sucedió este año que estuvieron por debajo de los índices inflacionarios. Actualmente, la tasa de interés promedio anual ronda 98,4% mientras que la inflación anual acumulada es del 119,8%. Por consiguiente, es importante que se ajuste a la estrategia de protección del capital y renovarlo solo en aquellos casos en los que las tasas de interés superen a la inflación actual, señalaron.
Por otro lado, en un contexto de crecimiento del dólar, advierten que la elección entre Dólar MEP y Dólar Linked dependerá de los objetivos y expectativas de cada persona. El Dólar MEP ha experimentado un crecimiento anual del 170% hasta fines de noviembre, proporcionando una exposición significativa a esta moneda. En tanto, el Dólar Linked, como está vinculado al aumento de dólar oficial, hoy se encuentra atrasado en su cotización frente al MEP. “El dólar MEP siempre es una buena alternativa para los ahorristas al ser una herramienta sencilla de acceder; con tres simples pasos se puede convertir pesos en dólares y depositarlos en la caja de ahorro en dólares”, indicó Vanesa Di Trolio, Gerente de App de Reba.
Además, aseguran que otra forma de que no se desvalorice el dinero es comprando con tarjeta de crédito. “Usá la tarjeta, es un aliado ante el aumento constante en los productos de canasta básica y aún la compra en cuotas con intereses está por debajo de la inflación proyectada. Pero es importante usar la tarjeta de crédito con criterio, tratando de abonar siempre lo más cercano a los vencimientos del mes y utilizar el pago mínimo en momentos puntuales, sin abusar de este recurso. Esta estrategia es muy común y de gran utilidad, ya que frente al escenario inflacionario es probable que, aun pagando cuotas con un porcentaje de interés, salgas ganando. Por este motivo, se recomienda evitar el financiamiento a largo plazo debido a las altas tasas de interés. Es importante buscar opciones de pago que minimicen los intereses y evaluar la posibilidad de liquidar el saldo pendiente para evitar cargas financieras adicionales”, señaló Di Trolio.
Dada la situación actual de inflación, financiar el monto total a pagar de la tarjeta de crédito puede tener costos significativos porque las tasas de interés de las tarjetas de crédito pueden superar el 122% nominal anual (TNA), porcentaje que aplica a importes menores a $200.000 o u$s200. Sin embargo, el Costo Financiero Total (CFT), lo que finalmente viene en el resumen, se ubica en torno al 302,8% aproximadamente.
“La clave está en diversificar las inversiones considerando todos los factores mencionados. Para eso es relevante hacer una lectura del contexto actual, conocer la cartera de inversión y consultar con asesores financieros o especialistas para adaptar la estrategia más adecuada y maximizar los beneficios para evitar pérdidas monetarias”, concluyó Antonello.