El empleo en el Gran Rosario, vivió los últimos diez años una auténtica “década ganada”. En el aglomerado regional, entre 2003 y 2015, la creación de puestos de trabajo tuvo un crecimiento —de punta a punta de la serie— del 45,8%, lo que en números absolutos representa que se crearon en el período un total de 199.750 empleos, ni más ni menos que un 30% de la Población Económicamente Activa (PEA) que hoy tiene la región.
El mapa regional del mercado laboral muestra que el sector de servicios sigue siendo el gran traccionador de puestos de trabajo en el Gran Rosario, seguido por el comercio, la industria manufacturera y la construcción, en ese orden, aunque con variables y oscilaciones que fueron siguiendo el curso fundamentalmente de los vaivenes macroeconómicos producto de las crisis externas, como la de 2009, que impactaron sobre el nivel de actividad en la Argentina en su conjunto, y en la región en particular.
“El mercado laboral presenta una mejora ineludible a lo largo del período en consideración, ya que de punta a punta se evidenció un incremento en las tasas de actividad y empleo y una gran disminución en la tasa de desocupación. Sin embargo, presentó varias fluctuaciones, como por ejemplo en el año 2009 donde se produjo una caída en los indicadores producto de la recesión que afectó a la economía, por lo que se interrumpió el proceso de crecimiento sostenido del empleo que, con algunos vaivenes menores, se venía dando desde después de la crisis de los años 2001 y 2002. También el empleo volvió a mermar en el 2012 como consecuencia de la situación macroeconómica imperante del momento, aunque ya para el año siguiente mostró nuevamente signos de recuperación”, detalló el informe.
Al analizar en detalle la evolución en el aglomerado del Gran Rosario, el informe precisa que “se observa un claro incremento en la creación de empleos a lo largo del período considerado” y precisa que “desde el comienzo de la serie hasta el año 2009, y a partir del año 2012 a la actualidad hubo un aumento ininterrumpido del personal ocupado”.
En la medición queda expresado el impacto que tuvo sobre la actividad y el empleo regional la crisis internacional de 2009. Por eso, sólo entre esos años (2009 y 2012), y como consecuencia primero de la crisis internacional y macroeconómica después, se evidenció el período de menor creación de empleos y de hasta una destrucción de los mismos, como sucedió en 2009.
El estudio también destaca la buena performance del año 2014, ya que fue el que mostró la mayor cantidad de puestos de trabajo generados en relación al año anterior (38.597 nuevos empleos).
Trabajo registrado. A través de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) el estudio de Fundación Banco Municipal analizó la variación del índice de empleo registrado durante el período 2003/2015 tanto por sector de actividad como en relación al tamaño de las empresas. En el primer caso, comprobó que los tres sectores con más dinamismo son la industria manufacturera, el comercio y servicios, y la construcción, los cuales presentaron incrementos punta a punta de 38,8%, 37,1% y 24,0% respectivamente.
Examinados por separado, la industria manufacturera y el sector comercio y servicios mostraron un comportamiento similar a lo largo de los años, presentando en líneas generales una tendencia creciente hasta el 2008, una contracción en el 2009 durante el período de crisis internacional, y luego nuevamente un importante aumento alcanzando ambos índices los mayores niveles de la serie para el cuarto trimestre del 2011. A partir de ese momento, se produce una caída del empleo en los dos sectores, repuntando sólo un poco a fines del 2013, para volver recién a mostrar un claro crecimiento en el último año de la serie. “A pesar de que ambas evidencien un desempeño parecido, es importante destacar que el índice de empleo de la industria manufacturera es mucho más volátil que el de comercio y servicios, presentando en todo el período fluctuaciones más marcadas”, precisó el relevamiento.
Por otro lado, se encuentra el sector de la construcción, el cual es el que experimenta las mayores variaciones a lo largo del período. “Es posible apreciar que muestra un crecimiento más brusco al inicio del período, llegando a su máximo valor ya en el 2007. A partir de allí, comienza a decaer, volviendo recién a repuntar un poco luego de la crisis del 2009”, dice el informe y señala que de todos modos, “no logra salir de esta situación y cae nuevamente hasta finales de la serie (a excepción de un aumento que presenta a mediados de 2014)”.
En relación al segundo índice de empleo registrado, que es según el tamaño de las empresas, el mayor crecimiento a lo largo de los 13 años lo evidenciaron las empresas más chicas, aquellas que tienen entre 10 y 49 empleados, exhibiendo un incremento punta a punta de 54,9%. La otra categoría de empresas que más creció fue la de 50 a 199 ocupados (35,3% en 2015 con respecto a 2003), evidenciando a su vez un tendencia similar a las empresas más chicas, aunque con caídas más pronunciadas. Sólo a partir del segundo trimestre de 2014 se rompe esta semejanza en el comportamiento, debido a que se estanca el crecimiento en las empresas 50 a 199 ocupados, mientras que en las pequeñas esto no sucede, al contrario experimentan un gran aumento y alcanzan el índice más alto del período.
Por su parte, las empresas con 200 o más ocupados, mostraron una tendencia relativamente constante en comparación con las otras dos categorías, con crecimientos muy leves, y marcándose especialmente una fuerte caída para el año 2012, regresando en consecuencia a los niveles de comienzos del período considerado. A pesar que en el último año de la serie vuelven a evidenciar un aumento, no logran revertir la tendencia y punta a punta terminan con una disminución de -1,8%.
En blanco y negro. Sin embargo, si se mide el empleo en su conjunto, aquel que releva la Encuesta Permante de Hogares (EPH) que toma todo tipo de puestos de trabajo, independientemente de si se encuentra registrado o no, la situación sigue la misma tendencia pero se profundiza en algunos sectores, fundamentalmente en aquellos donde el empleo en negro es mayor, como el caso de la construcción.
Siguiendo esos parámetros de la EPH todos los sectores de actividad mostraron un importante crecimiento a lo largo del tiempo, sin embargo es la construcción la que más se destaca, al incrementar punta a punta un 85,9% el personal ocupado. De todos modos, con respecto específicamente al sector servicios, el cual involucra casi la mitad del empleo total del aglomerado, “es interesante señalar que las categorías enseñanza; salud humana y servicios sociales; administración pública y defensa; y transporte y almacenamiento, son las que representaron más del 50% del sector en todos los años”, indicó el informe de la fundación.
Por otro lado, es clave mencionar a la categoría actividades profesionales, científicas y técnicas, la cual fue la que evidenció el mayor cambio, ya que casi se cuadriplicó la cantidad de empleo en la misma y pasó a ser en el 2015 el tercer subrubro en importancia del sector.
Privado a la cabeza. El estudio también confirma una tendencia que caracterizó a la región. El empleo privado sigue motorizando la creación de puestos por encima del sector público. “Se puede observar que el Gran Rosario evidenció a lo largo del período la misma estructura, es decir lideró siempre el empleo privado, con una participación en promedio de más del 80%”, indicó el relevamiento y precisó que como dato interesante se destaca “que el mismo no sólo continuó siendo el sector donde más ocupados existen, sino que además se produjo un incremento constante a través de los años (a excepción del 2009), evidenciándose un crecimiento punta a punta del 59,6%”.
Por otro lado, el sector público experimentó una gran caída desde el inicio de la etapa considerada hasta el 2008, año que comienza a repuntar un poco. Sin embargo en el 2010, este crecimiento se detiene y recién en el 2012 se produce el aumento más importante del período que lo lleva a ubicarse en valores similares del principio de la serie. Pero dado que para el 2015, el número de empleos en el mismo vuelve a caer, punta a punta se evidencia una disminución de -5,7%.
Como consecuencia de las fluctuaciones en la cantidad de ocupados de ambas esferas de actividad, la participación del empleo privado fue incrementándose, pasando de representar el 80,2% en el 2003 a ser el 87,9 en el 2015. Igualmente, la mayor proporción de este se evidenció en el año 2008, que llegó a ser del 89,5%, debido a que el personal ocupado en la esfera pública ese año llegó a su mínimo valor del período. En este sentido, lo opuesto sucedió con la participación del empleo público. La máxima proporción se mostró en el primer año del estudio, con un 17,5%, llegando sólo a representar el 11,3% del empleo total en Rosario en 2015.
S.C.