El gobierno pagó este miércoles u$s 1.885 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) para cancelar la primera cuota de capital del megapréstamo de u$s 44 mil millones que contrajo Mauricio Macri en 2018.
El gobierno pagó este miércoles u$s 1.885 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) para cancelar la primera cuota de capital del megapréstamo de u$s 44 mil millones que contrajo Mauricio Macri en 2018.
Para el pago se utilizó parte de los Derechos Especiales de Giro (DEG) distribuidos por el organismo a los distintos países miembros a fines de agosto. Argentina a recibió el equivalente a u$s 4.334 millones por esa distribución. El mecanismo de cancelación es a través del débito automático de la cuenta del Estado argentino en el organismo multilateral.
El acuerdo crediticio firmado por Macri alcanzaba a u$s 57 mil millones, aunque sólo se llegó a utilizar u$s 44 mil millones porque la administración de Alberto Fernández decidió no pedir más desembolsos. Fue utilizado fundamentalmente para pagar la deuda en los primeros dos años del gobierno de Cambiemos y para volcar dólares al mercado cambiario antes de las elecciones de 2019. Ahora hay que pagarlo.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, negocia con los funcionarios del Fondo un programa para reperfilar los vencimientos de ese crédito, que tienenuna alta concentración en los próximos tres años. Si no se alcanza un acuerdo, el Tesoro deberá pagar u$s 20 mil millones el año que viene. Su pago obligaría a eliminar programas sociales y de obra pública. Por eso, la cartera de Economía elevó un proyecto de recursos y gastos que contempla un arreglo con el organismo para postergar pagos y reducir sobrecostos.
Pero mientras tanto hay que pagar. A mitad de año, Guzmán acordó postergar pagos con el Club de París pero decidió, con aval de los referentes del Frente de Todos, cumplir con el Fondo mientras se negocia el reperfilamiento.
Para lo que queda de 2021, restan pagar casi u$s 400 millones en intereses en noviembre, y otros u$s 1.880 millones de dólares el próximo 22 de diciembre.
El gobierno decidió usar los DEG recibidos para cancelar compromisos con el propio Fondo. El decreto, que determina su empleo para el ejercicio 2022 dispuso un mecanismo indirecto para aplicar los nuevos recursos al pago de la deuda y, al mismo tiempo, poder hacer frente a los gastos internos.
El esquema consiste en usar al BCRA de intermediario para el pago al FMI: como el Tesoro es dueño de los DEG, éste se los vende al Banco Central; luego el Central los paga con pesos, que el Tesoro utilizará para abonar adelantos transitorios obtenidos a través de la institución monetaria. Asimismo, el Tesoro emitirá un nuevo título de deuda, conocido como Letra, para comprar esos DEG al BCRA, que luego se van a usar para pagarle al FMI.
En consecuencia, el agente de pago del gobierno, el Banco Central, le pagará al FMI y se quedará en su balance con una Letra del Tesoro por un monto equivalente, una deuda a futuro que posteriormente deberá ser cancelando por el Tesoro.
Ante la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el presidente Alberto Fernández planteó la necesidad de un “acuerdo multilateral sobre restructuración de deuda soberana”. Se quejó de que “Argentina es un país que ha sido sometido a un endeudamiento tóxico e irresponsable con el Fondo Monetario Internacional, insostenible, un deudicidio”.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó que en las tratativas que el gobierno lleva adelante con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se está “tratando de resolver un problema muy grave en el que se ha dejado a la Argentina”. E insistió en señalar que esas gestiones se realizan “cuidando a nuestro pueblo, a nuestra gente”.
El titular del Palacio de Hacienda añadió: “Trabajamos con absoluto pragmatismo en un contexto que es, históricamente, muy difícil para la Argentina, el de la doble crisis, la que nos dejó Juntos por el Cambio y luego la de la pandemia” de Covid-19.
Guzmán fustigó con dureza el accionar del macrismo al dejar una deuda por “u$s 45.000 millones, de los cuales u$s 21.000 millones se utilizaron para el repago de deuda y los restantes u$s 24.000 millones para fugar divisas”.