“La ayuda de Estados Unidos para contener el tipo de cambio fue clave porque serenó el mercado y ayudó al gobierno a mostrarse con cierto control”, afirma Lavih Abraham, economista, docente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y miembro del Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (Mate), sobre el resultado de las elecciones legislativas del domingo pasado.
Para el especialista, ese auxilio externo fue determinante en el tramo final de la campaña electoral, ya que permitió estabilizar el valor del dólar y dar una sensación de orden en medio de la fragilidad económica. “Tres semanas antes parecía un final completo del modelo económico”, explicó.
En ese sentido, señaló que el verdadero efecto de la intervención norteamericana fue económico más que político. “El efecto concreto de la ayuda de Trump fue este dólar más tranquilo, la sensación de que el gobierno no estaba desbordado fue lo que más ayudó”.
Esa calma momentánea, consideró, le permitió al gobierno nacional “ganar la batalla narrativa” y reforzar su mensaje de continuidad. “Más allá de que la gente la está pasando mal, se instaló la idea de que se va en un camino de mejora”, apuntó.
La necesidad permanente de dólares
Sin embargo, los desafíos están ahí. El economista de Mate reflexionó: “Este gobierno necesita dólares todo el tiempo, los necesitó el año pasado con el blanqueo, con préstamos de organismos internacionales, con el Fondo Monetario, con las grandes exportadoras de granos de Santa Fe y ahora se recurre al gobierno de Estados Unidos”.
Cuánto durará este nuevo parche financiero es una incógnita. “Probablemente lo que busque el gobierno es tirar ahora con estos dólares hasta la próxima cosecha gruesa”, afirmó. A su juicio, el modelo “no es sustentable”.
Si bien consideró que una devaluación general no está en los planes oficiales, advirtió que “esa devaluación ya se hizo, ya que el dólar está en el orden de $ 1.450 a $ 1.500 y un par de meses atrás estaba en $ 1.200”, señaló.
En lo inmediato, estimó que el gobierno utilice los dólares del Tesoro norteamericano para sostener el tipo de cambio en el actual nivel. Es clave, dijo, para que la inflación no se desboque. “Más allá de que hablen del déficit fiscal o de la emisión, lo que maneja la variable clave es el dólar, y este gobierno lo sabe y lo ha manejado así desde hace un año y medio”, destacó.
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En relación con la posibilidad de que el financiamiento externo permita llegar a la próxima cosecha gruesa, Abraham se muestra cauto. “Cuando vino el préstamo del Fondo hace seis meses parecía que alcanzaba hasta las elecciones de octubre y no llegó; arriesgar ahora es muy difícil porque la economía sigue en terapia intensiva”, indicó.
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El economista Lavih Abraham, del Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (Mate).
Financiamiento y deuda
El economista advirtió que el actual esquema de financiamiento basado en deuda genera un riesgo de largo plazo: “Este gobierno apuesta a que venga otra fuente de financiamiento, el aumento de exportaciones de Vaca Muerta y la llegada de inversiones extranjeras pero, más allá de los anuncios, eso se demora”.
“Si Vaca Muerta no alcanza y las inversiones siguen en el plano del anuncio, efectivamente lo que va a quedar es un reguero de deuda que deberá pagar el próximo gobierno”, sostuvo.
Por eso, consideró que “el tema de la deuda tiene que estar en el centro de las agendas económicas y políticas futuras”.
“Es el gran condicionante de la economía argentina desde 2018 a esta parte. Lo fue para Alberto Fernández, lo es para Javier Milei y lo será para el próximo gobierno también”, recordó.
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En materia de actividad económica, describió un panorama recesivo. “Es difícil saber cuál va a ser el componente de la demanda que tire y rompa la recesión; no va a ser el gasto público ni las inversiones porque no hay inversión privada, y el consumo sigue deprimido porque los salarios están históricamente bajos”, señaló. Y concluyó: “Puede haber una inyección de confianza pero entre la confianza y la demanda agregada tiene que pasar algo en el medio, y no está claro que vaya a pasar”.
A modo de cierre, consideró: “Por ahora me parece que sigue la recesión por lo menos un trimestre más”.