El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó ayer sus previsiones de crecimiento global para este año y el próximo, debido a que el repunte de las economías emergentes será más débil de lo pronosticado en octubre.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó ayer sus previsiones de crecimiento global para este año y el próximo, debido a que el repunte de las economías emergentes será más débil de lo pronosticado en octubre.
El organismo internacional rebajó al 3,4 por ciento por ciento su pronóstico de crecimiento para 2016, y al 3,6 por ciento el de 2017, en ambos casos 0,2 puntos procentuales por debajo de sus previsiones de octubre. Para 2015, mantuvo sus estimaciones de crecimiento global en un 3,1 por ciento.
El FMI atribuye estas revisiones a la baja a Brasil, cuya recesión "está demostrando ser más profunda y prolongada de lo esperado", Oriente Medio, "cuyas perspectivas están opacadas por la caída de los precios del petróleo" y a Estados Unidos, "cuyo crecimiento mantendría el ritmo actual en lugar de cobrar nuevo impulso".
"Podríamos tener un año muy movido, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo", advirtió el director de investigaciones del FMI, Maurice Obstfeld, al presentar los datos en Londres.
Para el FMI, las perspectivas mundiales siguen estando determinadas por tres transiciones críticas.
Por un lado está "la desaceleración y el reequilibramiento gradual de la actividad económica de China, que se está alejando de la inversión y la manufactura para orientarse hacia el consumo y los servicios". Para el gigante asiático, el FMI pronostica un crecimiento del 6,3 por ciento este año y del 6 por ciento en 2017, por debajo del objetivo del 7 por ciento de Pekín.
Por otra parte, está "el descenso de los precios de la energía y de otras materias primas" y, finalmente, "el endurecimiento de la política monetaria de Estados Unidos", que recientemente comenzó a elevar sus tipos de interés. "Si estos retos fundamentales no se manejan adecuadamente, el crecimiento mundial podría descarrilar", advierte el FMI.
Para las economías emergentes y en desarrollo, entre las que se incluye China, el FMI pronostica un crecimiento del 4,3 por ciento y 4,7 por ciento en 2016 y 2017, respectivamente. En 2015 crecieron sólo un 4 por ciento, el nivel más bajo desde la crisis financiera de 2008-09.
Según el FMI, "el producto interior bruto agregado de América latina y el Caribe se contraerá también en 2016, aunque a una tasa más baja que en 2015, a pesar del crecimiento positivo en la mayoría de los países de la región". Esto se debe principalmente a la recesión de Brasil.
La economía de la región caerá un 0,3 por ciento este año, mientras que en 2017 se recuperará hasta el 1,6 por ciento. En comparación con los pronósticos de octubre, estos datos suponen una revisión a la baja del 1,1 y el 0,7 puntos porcentuales, respectivamente.
Para la economía brasileña se pronostica un retroceso del 3,5 por ciento en 2016 y una recuperación hasta el 0,0 por ciento para 2017, lo que supone una revisión a la baja de 2,5 y 2,3 puntos procentuales. México crecerá un 2,6 por ciento este año y un 2,9 por ciento en 2017, aunque estas previsiones también fueron revisadas a la baja en 0,2 puntos procentuales.
En Europa, la baja inflación lastra las exportaciones y es difícil calcular los costos de la crisis migratoria.
Baja del crudo
El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cayó un 3,26% y descendió hasta los 28,46 dólares por barril, lo que significó su peor performance desde noviembre de 2003. Así, el crudo de referencia norteamericano perdió 96 centavos de dólar con respecto a la cotización anterior, golpeado por la sobre oferta ya existente.