Cinco cuentos para disfrutar de la literatura del escritor argentino Jorge Luis Borges
Escritor, ensayista y poeta argentino, Borges se ganó un lugar en el mundo de los libros gracias a sus cuentos. Admirado alrededor del mundo, logró con sus relatos breves pero intensos conquistar al público y a la crítica. Elegir sus mejores obras es una tarea ciclópea, imposible, digna de alguno de sus emblemáticos personajes.
24 de agosto 2020 · 07:30hs
Intentar resumir la obra de Jorge Luis Borges, uno de los escritores más aclamados de la literatura argentina, es una tarea difícil. Los 61 relatos que escribió a lo largo de su vida no hay ninguno que sea menor o carezca de importancia en la construcción del cosmos ficcional con el que deslumbró al mundo. Aborda temas filosóficos, desanda cuestiones metafísicas, con historias que resultan falsamente cotidianas y sorprenden y que ambienta en su Buenos Aires querida, tanto como el escenarios del pasado, mitológicos, siempre con la misma pluma sutil.
1- “El Aleph”: Sin dudas el cuento más famoso y aplaudido de Borges. Tiene varios niveles de lectura, y revela la fina ironía con la que era capaz de narrar sus desgracias más dolorosas. Es una historia de tono confesional en la que revela que la mujer que ha amado y que ha muerto, Beatriz Viterbo, estuvo enamorada de otro hombre. Se lo revela el primo de su amada, un escritor menor pero exitoso, que atesora en el sótano de la casa un tesoro inesperado, un artefacto que contiene el universo-
2- “El jardín de los senderos que se bifurcan”: Se trata de un cuento policial, ambientado en la Segunda Guerra Mundial que traza una metáfora del tiempo, una de las obsesiones de la literatura borgeana, a través de una novela chica apócrifa en la que caben todas las posibilidades, todos los mundos, los futuros y realidades alternativas. Así como, cada vez que un hombre se enfrenta a todas estas diversas opciones, elige una y elimina las otras. Aborda uno de los temas preferidos de Borges: el laberinto.
3- Funes el memorioso: Los recuerdos, como condena, como nostalgia, como melancolía eterna, han sido una marca en la literatura de Borges. En su poema “Everness”, resume su pensamiento en un verso: “Sólo una cosa no hay. Es el olvido”. Y en este cuento resume su pensamiento en una historia agobiante, Funes, el protagonista del relato lo recuerda todo, cada mínimo detalle de lo que ha vivido y eso lo abruma. Borges dijo que el cuento es una metáfora del insomnio, pero sin dudas va más allá.
4- Pierre Menard, el autor del Quijote: Cuenta la historia de un oscuro escritor francés, que ha sido injustamente olvidado, Pierre Menard. Su mérito, según el narrador, es haberse abocado a la empresa de escribir palabra por palabra el “Quijote” de Cervantes, sin caer en la vulgaridad de copiarla. En el cuento, Borges ensaya la idea de que no hay nada original, que todo es resultado de la memoria, que sin olvido no hay literatura posible. Su teoría, compleja, inteligente, está planteada con humor y ese es su logro.
5- El fin: Se trata de otra reescritura típicamente borgeana. Su literatura está repleta de citas, algunas verdaderas, otras apócrifas, de mitos, leyendas, teorías y ficciones, en este caso se mete con el gran clásico de la literatura argentina, el “Martín Fierro” de José Hernández. Imagina un nuevo final para la historia del gaucho al que Fierro le gana la payada y mata a su hermano. Le da una vuelta más en la que el victimario termina siendo la víctima y su matador cargando con el peso de la culpa de haber matado a un hombre.