EM_DASH¿Cómo viviste tu ingreso a Invisible? Considerando que se trataba de un grupo ya consolidado, ¿hubo algunas tensiones o la cosa fluyó rápidamente?
EM_DASH¿Cómo viviste tu ingreso a Invisible? Considerando que se trataba de un grupo ya consolidado, ¿hubo algunas tensiones o la cosa fluyó rápidamente?
—Pienso que en el libro de Graziano la cosa está muy bien relatada. Luis fue el que empujó para que se armara el cuarteto, Pomo y Machi eran más reticentes. Yo estaba de acuerdo con ellos dos, pero por otros motivos. Pero, para contestar a tu pregunta, al principio no hubo tensiones, sólo ganas de hacer música.
EM_DASH¿Qué discos escuchabas entonces? No me refiero sólo a los que te gustaban sino a los que realmente te marcaban un camino que te resultaba atractivo explorar.
—Era el momento del jazz rock, con Return to Forever, John McLaughlin y Weather Report al frente. Lo único de aquello que puedo volver a escuchar son ciertas cosas de Jeff Beck. También escuchaba discos de Piazzolla, si bien me parecían pertenecer a otra generación y a una estética que nunca correspondió del todo con la mía. Paralelamente, nunca dejé de escuchar mucha música culta, particularmente Stravinsky, Bartok, Ravel y otros compositores más contemporáneos, como Ligeti, Stockhausen o Boulez.
EM_DASHEn el libro se hace hincapié en la amalgama entre rock, tango y jazz que flotaba en la escena de aquel momento. Considerando que eras un pibe muy joven y con otro bagaje musical, ¿sentías cierto rechazo por parte de los tangueros más viejos?
—Mi contacto con tangueros más viejos fue mínimo. Los músicos de la orquesta de Pugliese o del Sexteto Tango me acogieron muy cálidamente cuando Rodolfo Mederos me los presentó. Más tarde, ya viviendo en París, conocí a Osvaldo Caló, Horacio Salgán y Ubaldo de Lío, con quienes recuerdo haber compartido momentos extremadamente agradables. Los pocos grandes del tango con quienes estuve en contacto nunca se mostraron obtusos ni reacios a mi visión del tango, y yo siempre fui muy respetuoso de la de ellos. Antes de transformarse en tradicionales, todos ellos también fueron innovadores.
EM_DASHEn Tigres en la lluvia se confirma que la gira europea de Piazzolla con su Octeto, del que vos formabas parte, fue una pesadilla, por la mala relación entre el grupo y su líder. En particular, Graziano habla del tema político como uno de los factores que complicaron la relación. ¿Cómo se vivía en aquellos días el asunto político en el ambiente musical?
—En aquel momento, el que quería saber qué estaba pasando podía hacerlo. Y el que no quería saber, también podía. Yo había elegido saber, otros no. Graziano cuenta el tema con precisión. Es lo único que leí que no se basa en rumores u opiniones, sino que es el fruto de una investigación seria, digna de un historiador. Para el que quiera enterarse cómo fue el asunto es un libro de referencia.