Los libros de la colección Rosario se lee están siendo implementados en las escuelas de la ciudad con entusiasmo. Valeria Castillo, docente y también colaboradora en la edición Variaciones del fantástico, relata el porqué de la implementación en las instituciones donde trabaja: "Por un lado —explica Castillo— el deseo de visibilizar autores que no suelen habitar las páginas de los textos escolares. Autores con los que compartimos más que el gentilicio y el espacio geográfico. Por otro, la oportunidad de disponer de un material que, lejos de volvernos dependientes de la prescripción, se presenta como disparador, como un corpus que insta a docentes y alumnos a no desentenderse del rol de formadores de la cultura, que invita a resignificar, a escribir la lectura".