Leo que el diario publicita el "festejo" del día de la marihuana y pienso que si el filósofo Ortega y Gasset nos visitara hoy, como hizo en 1939 y nos gritó: "Argentinos, a las cosas", hoy agregaría: "Padres al poder!" No pasa un día sin que algún padre me llore y diga: "No puedo, no sé qué hacer", y ya no me quedan muchos instrumentos para enfrentar al poder del mercado de consumo. Sin embargo, cada tanto me ilusiono con que alguien todavía me ayude a combatir el oportunismo de quienes aprovechan el desarme de las instituciones que ayudaron a nuestros padres a criar y madurar a sus hijos: la familia, las escuelas, las iglesias, los clubes y las gestadas por políticas comprometidas con la vida. Como antídoto al día de la promovida marihuana me gustaría promover el 15 de mayo como día internacional de la familia, estructura que prepara y ayuda a salir de la etapa intrauterina a las intemperies de la vida. Ojalá haya una concentración para su recuperación y puedan concurrir todos sin cubrir sus rostros. Aclaro que no estoy a favor de ninguna penalización y siempre me embanderé en una información ética y educativa que ayude a inteligir o elegir lo que sirve para vivir sin anestesiar ninguna célula del cuerpo, bajo estado de máxima conciencia y vigilia.