A través del “Observatorio de Política Urbano Territorial”, el Colegio de Arquitectos de Rosario, participa del debate entre actores de distintos sectores, con incidencia en los usos y el ordenamiento del límite interjurisdiccional de las ciudades de Rosario y Victoria.
El Observatorio de Política Urbano Territorial(OPUT) del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Santa Fe, Distrito 2 - Rosario, se encuentra participando de las actividades organizadas por el “Comité de Promoción del Ordenamiento Territorial y Gestión de la Reserva de Usos Múltiples del Sector Islas de Victoria”, creado en 2020 (Ord. Nº 3.933) para el fortalecimiento de los procesos de ordenamiento ambiental y la elaboración de un “Plan de Manejo” del delta del Paraná.
El comité, integrado por autoridades del Municipio de Victoria, de la provincia de Entre Ríos, la Fundación Humedales/Wetlands International y concejales de distintos bloques de la ciudad, hizo extensiva esta convocatoria a distintos actores involucrados con el ordenamiento territorial y la gestión del ambiente de la región afectada. Entre ellos se encuentran miembros de la Municipalidad de Rosario, de los Colegios de Arquitectos de Rosario (CA D2) y Entre Ríos seccional Victoria, ONGs, talleres ecologistas, entre otros.
Nuestra región de islas y delta en particular cuenta con una superficie de 376.000 has., en las que conviven diversos usos y costumbres con distinto grado de incidencia sobre los conflictos ambientales y territoriales. Si bien las islas son de uso público y pertenecen mayoritariamente a la provincia de Entre Ríos (en un manejo conjunto entre el gobierno provincial y el municipio de la ciudad de Victoria) las problemáticas son compartidas y no reconocen límites de jurisdicción.
La conservación de áreas protegidas resulta fundamental para el sostenimiento de una amplia gama de recursos, los cuales son necesarios para el funcionamiento del ambiente natural que ha sido intervenido por la acción del hombre. Se hace necesario redefinir el modo en que gestionamos el manejo del recurso hídrico tanto en lo referente a provisión y almacenamiento como en su función de eje de conectividad (hidrovía del Paraná); asimismo es importe atender a la protección de fauna y flora nativa, de actividades tradicionales como la ganadería y la pesca, de comunidades de pobladores isleño-ribereños, de sitios arqueológicos y de sitios para turismo y recreación.
En los distintos encuentros, ha quedado en evidencia la complejidad en la resolución de cuestiones de larga data, como el dominio en la tenencia de la tierra y las irregularidades en el estado de bienes inmuebles en ambas jurisdicciones provinciales. Se plantean asimismo las dificultades para los profesionales convocados a construir o regularizar edificaciones existentes.
Existe una demanda cada vez más frecuente, de familias que buscan en el sector de islas construir su casa en un entorno tranquilo en contacto con la naturaleza, sobre lotes a precios accesibles, pero sin servicios. En ciertos casos, las operaciones se realizan en condiciones de gran irregularidad, con datos poco claros y de titularidad encubierta.
Por ello es importante definir las condiciones para el accionar de particulares e incluso de empresas inmobiliarias, principalmente rosarinas, que operan sobre este territorio con las prácticas descriptas anteriormente. También es necesaria la regulación tanto para las construcciones de muelles y terraplenes como para la determinación de actividades y usos permitidos.
Desde este espacio de trabajo intentamos abordar distintos aspectos de la ocupación, uso y actividades que se desarrollan en el territorio, considerando especialmente los lineamientos y recomendaciones que ya existen para el territorio del Delta incluida en el área de influencia del PIECAS (Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná), el marco normativo vigente y los Valores de conservación del área natural protegida acordados durante este proceso.
Valoramos esta iniciativa que propone generar un debate, que si bien difícil, resulta necesario e impostergable. Conseguir avanzar hacia un Plan de Manejo del sector, abierto, consensuado y al que se destine un presupuesto acorde a las políticas establecidas, resulta fundamental para el futuro de nuestra región.
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