La actriz Carrie Fisher murió ayer a la edad de 60 años. La popular intérprete de la "Princesa Leia" en la saga cinematográfica de "Star Wars" no pudo reponerse de un ataque al corazón que sufrió el viernes último en medio de un vuelo proveniente desde Londres, ciudad donde estaba filmando la tercera temporada de la comedia de televisión británica "Catástrofe".
La hermana de Luke Skywalker en "La Guerra de las Galaxias" había sido trasladada a un hospital cercano. Incluso, los pasajeros del avión en el que viajaba tuvieron que realizarle primeros auxilios. Su hermano había confirmado el problema de salud, pero no ofreció mayores detalles. Según la actriz Anna Akana, que se encontraba en el mismo vuelo, había comentado en su cuenta de Twitter que Fisher había dejado de respirar, que había sido sacada de la nave por paramédicos en el Aeropuerto de Los Angeles y que esperaba que se encontrara bien.
Fisher nació el 21 de octubre de 1956 en Beverly Hills, Los Angeles, California. Cuando era una niña, y después del divorcio de sus padres (el cantante Eddie Fisher y la actriz Debbie Reynolds), la pequeña se escondió en los libros y era llamada por su familia como "ratón de biblioteca". Durante ese período, se dedicó a leer literatura clásica y escribir poesía.
En 1975 tuvo su debut en la pantalla con la película "Shampoo", una comedia con Warren Beatty, Julie Christie y Goldie Hawn, pero no sería hasta 1977 que conseguiría fama mundial. Junto a Mark Hamill y Harrison Ford protagonizó "Una nueva esperanza", el trascendental "Episodio IV" de "Star Wars". Con su rol de la "Princesa Leia", Fisher se fue convirtiendo en ícono del cine y de la cultura pop. Tras su debut en "La Guerra de las Galaxias", volvería a interpretar el personaje en "El imperio contraataca" y "El retorno del Jedi" —el "Episodio V" y "Episodio VI"— respectivamente. El tercer largometraje de la saga, de 1983, la mostraría por primera vez con muy poca ropa —la legendaria bikini metálica—, una respuesta de George Lucas a los pedidos casi desesperados de los fans . Después de 32 años volvería a interpretar a Leia en "El despertar de la fuerza" (2015), película que recaudó más de 2.000 millones de dólares. Y que significó también un reencuentro con Ford y Hamill en el cine.
Gracias a su papel más famoso, incluso, Carrie Fisher apareció en un capítulo de la serie "The Big Bang Theory", donde participó en una pequeña escena junto a James Earl Jones, el actor que prestó su voz para el personaje de "Darth Vader", y Jim Parsons.
Al margen de "Star Wars", eso sí, Fisher tuvo una carrera sin grandes sobresaltos. Participó en alrededor de 45 filmes, dentro de los que se encuentran "Austin Powers: El Agente Internacional del Misterio" de 1997 y "Scream 3", tres años después. Pero también estuvo en clásicos modernos como "The Blues Brothers" (1980), "Hannah y sus hermanas", de Woody Allen (1986) o "Cuando Harry conoció a Sally" (1989). Entre 2007 y 2010 protagonizó un unipersonal autobiográfico (inclusive autoparódico) en varios teatros de Estados Unidos llamado "Whishful Drinking".
Lo que sí tuvo subidas y bajadas fue su vida personal. La artista reconoció abiertamente que padecía de trastorno bipolar, enfermedad mental que intentó aplacar a través del consumo de drogas como la cocaína y algunos medicamentos recetados. Al final tantas experiencias buenas y malas la convirtieron en una mujer increíblemente directa, bromista y con un humor un tanto ácido. Carrie se convirtió en una especie de tradición que en cada entrevista dijera alguna crítica muy fuerte en contra de la industria y se burlara (de forma amistosa) de cualquier persona, incluyendo de sí misma.
"Las drogas me hicieron sentir normal", dijo Fisher, debido a que los estupefacientes la calmaban y contenían de los arrebatos que sufría. Carrie, quien ha hablado y escrito sobre los obstáculos en la industria del cine, fue también una de las actrices más respetadas de Hollywood. Todo eso lo plasmó en su novela "Postcards from the Edge" en 1987, en el que narró la vida de la hija de una actriz adicta a las drogas. También escribió el guión de ese libro, que fue llevado al cine en 1990 por la ganadora del Oscar Maryl Streep. A ello le siguieron dos novelas: "Surrender the Pink", en 1990, y "Delusions of Grandma", en 1994.
En septiembre de 2009 Carrie Fisher publicó una biografía llamada "Wishful Drinking", donde narra sus experiencias en clave de humor, riéndose de su tendencia al alcoholismo y sus fracasos matrimoniales. cuyo audio fue nominado a un premio Grammy ese mismo año.
"Cuando eres una sobreviviente, a menudo te tienes que meter en líos para demostrar tu talento", fue una de las claves que reveló en su autobiografía. Posteriormente, publicó el libro "Shockaholic", en 2011.
En una de sus entrevistas más recientes y reveladoras en octubre de 2010, mientras se encontraba en Sídney, Australia, Fisher confesó su fuerte adicción a la cocaína durante el rodaje de "Star Wars: el Imperio contraataca" (1980) y recordó que sobrevivió a una sobredosis. "Poco a poco me di cuenta de que estaba usando las drogas un poco más que otras personas y que estaba perdiendo mi control sobre ellas (...) Le di tanto a la cocaína en «Star Wars» que incluso John Belushi me dijo que tenía un problema".
luego de 32 años. La actriz durante la presentación en Londres de "Star Wars. El despertar de la fuerza"