Dispuesta a expandir su canto por el continente, trayendo consigo un vasto recorrido musical al lado de los pueblos originarios del norte de la Argentina, Charo Bogarín lanza su carrera solista paralela a Tonolec, el dúo que conforma junto a Diego Pérez. La Charo, el nuevo proyecto de la cantante, compositora, actriz y periodista, acaba de lanzar su álbum debut que presenta hoy, a las 21, en Plataforma Lavardén (Mendoza y Sarmiento).
Nutrida de la manera de cantar de las mujeres nativas de las etnias argentinas y del estudio del canto lírico, La Charo logra un sonido único y poderoso, ancestral y moderno a la vez. Sus composiciones recuerdan a grandes artistas del continente que dejaron honda huella como Chabuca Granda y Violeta Parra.
Antes del show, Bogarín, que protagonizó el filme "Paco" (2010) y "Ley Primera" (2013), dialogó con Escenario sobre los detalles de su nueva producción y los nuevos caminos ancestrales.
—Mi pareja y manager de este proyecto, Rodrigo López Oliver me impulsó desde su productora Ritmos del mundo a iniciar este camino en solitario mezclándome con músicos nacionales e internacionales que pasaban por nuestra casa del bosque, donde ellos paraban. Se me amplió la mirada y supe entonces salir a transitar estos paisajes, segura de ser portadora de una fuerte identidad folclórica, que fui forjando desde Tonolec a lo largo de casi dos décadas ya.
—¿Cómo fue el proceso de selección de temas para tu álbum debut, "La Charo"?
—Tenía dentro de mi repertorio canciones de Chabuka Granda, Lhasa de Sela, Violeta Parra, Luzmila Carpio, los históricos Inti Illimani y el gran Carlos Di Fulvio. Algunas de ellas quedaron versionadas en el disco. Sin embargo como cantautora sabía que no iba a ser un disco de versiones, sino que era fundamental sentarme a componer mis canciones.
Igual quedaron las composiciones más sustanciales, las que reflejaban ese espíritu latinoamericano. Las otras, fueron guardadas para un segundo disco...
—¿Qué artistas te influyeron en tu nuevo camino artístico?
—A nivel interpretativo la gran Mercedes Sosa, admiración y piel de gallina al escucharla y ver la transformación que ha tenido su voz desde los inicios hasta sus últimos días como cantora. A nivel compositivo me gusta mucho Teresa Parodi. Ella es de nuestras mujeres argentinas, quien sabe sin dudas reflejar los paisajes de nuestro norte, de nuestro litoral...se corre del eje como personaje principal y pone en primer plano a las historias de la gente. Esa es una gran virtud. Las mujeres de la comunidad qom, del coro toba Chelaalapi, la abuela Zunilda Méndez y Rosalia Patricio fueron mis referentes en cuanto al color logrado en mi voz, donde mezclo las maneras del canto originario con ciertos matices líricos.
—En "Sumaj Pachamama", una de las canciones más emotivas del disco, cantás en lengua quechua.
—Así es, "Sumaj Pachamama" significa "bella tierra". Es un canto claramente de apertura en todos los sentidos. Es la canción que abre mi disco, que planta bandera, que abre mis shows con un gran espíritu ceremonial. Su autora es Luzmila Carpio, una cantante de Bolivia.
—¿Qué experimentás al cantar en idiomas originarios?
—Es una zona de fortalecimiento, de sanación. Lo siento en mi y en la gente. Se conmueven desde el más pequeño hasta los ya mayores. Es como estar en un no tiempo, en un no espacio, porque se mezcla mágicamente, en el momento de la enunciación de la palabra, en el momento de la exhalación del canto, un hecho mágico, de transportación. Se mezclan presente, pasado y futuro. El ADN nativo que corre en nuestra sangre se reactiva y provoca estados de sanación, estados de reconciliación con aquello que somos y nos fue negado. Se libera el alma que si no encuentra su raigambre, anda penando o por caminos equivocados.
—En "Quiela" se escucha el acordeón del Chango Spasiuk y, en "Niña bonita", una de las canciones más festivas del disco, cantás con Gustavo Cordera. ¿Ya se conocían de antes? ¿cómo se dieron sus participaciones?
—Son colegas que he ido cruzando en este camino que me tocó transitar. El Chango la escuchó y sugirió el tipo de acordeones que debería llevar el tema, para que se transmita ese perfume francés, ese clima del Montparnasse. La participación de ambos fue pensada y el resultado fue excelente. Cada uno aportó su impronta y estuvieron en cada detalle, le pusieron mucho cariño a las canciones.
—Tenés una historia intensa relacionada con la historia del país, sos tataranieta de un cacique guaraní y perdiste a tu padre en el 76. ¿Cómo lograste transmutar la tragedia en un hecho artístico?
—Bueno siempre pregono que el arte para mi fue una herramienta de transformación. A todos nos toca transitar caminos duros en esta vida, más tarde o más temprano. A mi me tocó a mis 3 años la desaparición forzada de mi padre. Sumado a eso, tengo un color de piel y unos rasgos, que nuestra educación, lejos de resaltarla como propia de nuestra tierra y como una belleza originaria, la contrapuso siempre y la disminuyó imponiéndonos patrones de belleza europeos. El arte logró en todos los aspectos imaginados, sanar esas heridas.
—Acabas de terminar el rodaje de tu protagónico para un miniserie de TV, sobre la vida de Aimé Paine, ¿cómo fue interpretar a esta cantante mapuche?
—Fue introducirme en un nuevo universo: el mapuche y el tehuelche. Aimé Painé fue una cantora de los años 70' y 80`, que de grande, habiendo estudiado canto gregoriano, siendo adoptada por una familia bien cuando vivía en un orfanato de Mar del Plata, vuelve a sus raíces. Vuelve a su ruca (casa) en Ingeniero Huergo y recupera de a poco su historia. De sangre mapucce (se escribe así) y tehuelche, ayudada por el antropólogo Rodolfo Casamiquela, empieza a vestirse con ropajes étnicos y a cantar en mapuzungun. Al estudiarla tuve también que aprender lo que ella cantaba. Me siento privilegiada de haber sido convocada por su directora y guionista Aymará Rovera a encarnar a esta gran mujer con quien asombrosamente tengo muchísimas coincidencias.
"Tonolec es un proyecto necesario"
La cantante Charo Bogarín aseguró que paralelamente a su nueva carrera solista, continuará con el dúo Tonolec, que conforma junto a Diego Pérez. "A Tonolec lo hemos creado con mi hermano musical Diego Pérez y es parte de nuestras vidas. Es un proyecto necesario para nosotros y para la gente que nos sigue, aún más en estos tiempos aciagos donde necesitamos afianzar ese sentido de pertenencia a estas tierras, donde se yerguen los cantos originarios de nuestra gente, mezclados sutilmente con la electrónica que caracteríza las composiciones musicales de estos tiempos modernos", resaltó Bogarín.
Con respecto a la trayectoria del grupo, dijo que "somos conscientes de que lo realizado con Tonolec debe seguir difundiéndose aquí y en el resto del mundo como ya lo venimos haciendo y debe seguir nutriéndose de nuevos cantos originarios". Además, adelantó que el dúo se presentará en la Kermesse Bigand 2017, en un espectáculo libre y gratuito, como el de Rosario.