“Buenos Chicos”, la tira diaria de Pol-Ka, termina pronto y con ella también una era de la televisión. La ficción, que emitirá su capítulo final este lunes 4 de marzo, será la última producción original de la histórica productora de Adrián Suar, desde la cual anunciaron que al menos por este año no comenzarán nuevos proyectos en este formato. El actor rosarino Juan Nemirovsky fue parte del elenco, liderado mayoritariamente por jóvenes, y contó a La Capital los detalles de un rodaje memorable.
Desde su estreno el 11 de septiembre, “Buenos Chicos” dio batalla en un prime time televisivo plagado de realities, y construyó una audiencia sólida que eligió seguirla fuera de la pantalla chica: si bien la serie sostuvo un rating promedio de entre 4 y 7 puntos (con varios cambios de horario de por medio), su principal consumo fue a través de YouTube, donde cada episodio suma cientos de miles de reproducciones y algunos superan el millón. Este fenómeno, que marca un cambio de época, se forjó en torno a una historia que logró cautivar a un público joven, que mostró su interés y compromiso con los personajes sobre todo a través de redes.
“Buenos Chicos” se centra en la vida de un grupo de amigos, que después de decidir vengar el intento de abuso de una de sus compañeras, se ve envuelto en una trama de delincuencia difícil de escapar. La tira está liderada por Tomás Kirzner, Jerónimo Bossio, Gina Mastronicola, Lautaro Rodríguez, Ornela D’Elia, Carolina Unrein, Santiago Achaga, Rocío Hernández, Agustina Tremari y Francisco Vázquez. A su vez, están acompañados por figuras consagradas de la televisión argentina como Luciano Cáceres, Luis Machín, Gabriela Toscano, Romina Gaetani, y Juan Palomino, en los roles de los padres y madres de los jóvenes.
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Por su parte, Juan Nemirovsky interpretó a Juárez, uno de los “brazos armados” de Guzmán (Joaquín Ferreira), el villano de la tira. Si bien se trata de un personaje secundario, interviene en el hecho fundacional de la trama, “el comienzo de todo” (como se titula el primer episodio): el hostigamiento a Eme (Carolina Unrein) que motiva la búsqueda de revancha por parte del grupo de amigos. El rosarino recuerda el rodaje de esa escena, y su forma de abordaje, como uno de los momentos destacados de su experiencia en “Buenos Chicos”.
“Se trabajó mucho esa escena porque marcaba un poco el tono de la serie y porque son temáticas que ameritan un tratamiento acertado del asunto. Eso fue una gran experiencia, todo el ensayo, que esté muy pensado el cuidado de los cuerpos en la coreografía de lo que era la pelea. También hubo mucha revisión y ensayo sobre el texto”, recordó Nemirovsky sobre la secuencia que involucra un forcejeo abusivo y actos transfóbicos.
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“A veces, hay que decir cosas terribles con las que uno no acuerda pero es parte del ejercicio actoral, que te toque un personaje con el que uno no está ideológicamente de acuerdo pero a la vez hay que trabajar dentro de eso para enriquecer al máximo al personaje. Después te queda una marca en el cuerpo de sentirte mal con las cosas que tuviste que decir”, explicó el actor, quien por otra parte se ríe de que frecuentemente lo llamen para hacer “personajes turbios”. Tal fue el “cuidado” y “atención” de la producción con esa escena que, según apuntó Juan, el propio Adrián Suar, productor general de Pol-Ka, se hizo presente en el set.
Elenco joven y experimentado
Uno de los puntos claves del éxito de “Buenos Chicos” puede ser la centralidad de jóvenes en su narrativa. La audiencia parece haber encontrado puntos de referencia y reconocimiento en las formas de vincularse, los deseos y las frustraciones de los protagonistas, al margen de la trama delictiva. Al mismo tiempo, el sostén de actores y actrices de gran renombre y experiencia, construyó un ensamble virtuoso que llevó adelante con fluidez el verosímil de una historia plagada de acción y aventuras extraordinarias.
“Disfruté mucho el tiempo compartido con ellos. Me parecieron todos actores muy interesantes”, afirmó Juan sobre el elenco. “A varios los conocía de antes porque había pasado por el entrenamiento actoral de Ale Gigena, que es un docente y amigo. Me parece siempre bienvenido que la televisión, que muchas veces ha pecado de reincidir en poner a los mismos actores, tenga una apertura a que nuevas generaciones de actores tengan un rol más protagónico”, sumó el actor, quien fue convocado a la tira por la propia directora de casting de la productora, y se sumó al proyecto entre el otoño y el invierno de 2023.
Por otra parte, el intérprete local, que también es director, subrayó la importancia de trabajar cerca de grandes referentes. “Una parte muy valiosa de la experiencia también fue compartir escena con actrices como Romina Gaetani. Y aunque no compartí escena, también eran parte del proyecto actores como Luis Machin, Juan Palomino, Gabriela Toscano y eso estuvo buenísimo”, aseguró.
Fin de una era
Este lunes, cuando la tira emita su último episodio (el número 125), la TV nacional se quedará sin ficciones originales nacionales hechas específicamente para ese formato. En su lugar, irá “Santa Evita”, la serie biográfica de Eva Perón, encabezada por Natalia Oreiro, que se puede ver en Star+. De manera similar, tanto el Tres como otros de los canales tradicionales de aire, llevarán a la pantalla chica contenidos hechos para streaming y hasta ahora alojados exclusivamente allí, como “El encargado”, “Los protectores” o “El amor después del amor” (Telefé).
En ese sentido, Juan remarcó la gran experiencia de ser parte quizás de “una de las últimas tiras de Pol-Ka”, realizadas de una manera determinada. “Para mí fue una experiencia de mucho aprendizaje porque fue mi primera tira. Siempre actué en películas o series, que tienen una dinámica y formato de producción muy distinto. En general estás ocho o diez horas en un set de rodaje, y acá a veces estaba cuarenta minutos y me iba porque estaba todo muy aceitado, las luces y cámaras seteadas. Era todo muy dinámico”, detalló el actor.
“Quedé un poco maravillado también con la parte de filmar en un estudio. Siempre había filmado en locaciones reales, entonces no podía creer esos livings increíbles de casas de alta sociedad que montan en los estudios de Pol-Ka. Después hay una lógica muy maratónica: una película filma, con mucha furia, ocho escenas diarias, y acá se llega a filmar hasta treinta escenas diarias. Porque se corre siempre contra el tiempo, es un producto que sale de lunes a viernes”, agregó Nemirovsky, quien también remarcó la particularidad de que las tiras se produzcan al mismo tiempo que están saliendo al aire.
“Eso también fue nuevo para mí, algo entre bizarro y disfrutable: la sensación de sentir que estás todas las noches en los livings de la gente en todo el país. Mi personaje era pequeño pero cada vez que aparecía alguien sacaba una foto y me la mandaba. Si bien a veces se piensa que ya nadie mira televisión, todavía tiene un grado de exposición gigante que uno por ahí subestima. Hay mucha gente todavía que todos los días a la misma hora se sienta a mirar el mismo producto”, narró el actor.
Sin embargo, el rosarino también hizo foco en el cambio de época que protagonizó, quizás involuntariamente, “Buenos Chicos” y que quedó de manifiesto para él incluso durante su realización: “Estaba muy clara la sensación de que este modo de consumo, a través de la televisión, empieza a menguar, y empieza a ganar la forma de acceder de otro sector etario, a través de YouTube por ejemplo. Creo que ahí se produce un híbrido muy interesante y hacia eso vamos”, cerró Nemirovsky.