La visita a las Cascadas del Río Colorado, en la zona de Cafayate, está reservada para los más aventureros, puesto que es de un nivel de complejidad que precisa al menos de un muy buen estado físico y cierta habilidad para el trekking y para caminar entre las piedras. Además, es recomendable llevar calzado adecuado, un buen protector solar, agua y ganas de escalar y caminar, ya que dura unas cinco horas. En la base del cerro, el visitante se encontrará con que allí reside la comunidad diaguita local, quienes ofician como guías también. La travesía comienza ascendiendo por el lecho del río de agua de deshielo, y en el camino se atraviesan hermosos lugares con frondosa vegetación. Las cascadas y saltos aparecen de repente sorprendiendo al caminante, y muchos aprovechan para bañarse en las aguas cristalinas de acuerdo a la temperatura del día. La excursión suele terminar en el Divisadero, un punto de inflexión para descansar y disfrutar de la maravillosa vista de los valles, los ríos y la ciudad desde la altura.