La rosca tampoco se tomó vacaciones en el peronismo santafesino. Dirigentes de distintos campamentos que tienen su base lejos de la base del gobernador Omar Perotti aprovecharon enero para cruzar mensajes y llamados. Las conversaciones giran en torno a cómo no dividir el voto kirchnerista, si pueden armar un esquema para competir contra el perottismo y cómo ampliar el espacio del justicialismo ante la aparición del nuevo frente opositor.
“Nos tomamos el trabajo de conversar con referentes de distintos espacios. Tenemos un diagnóstico parecido sobre el gobierno de Perotti, hay que ver si podemos traducirlo en acuerdos políticos”, dicen desde La Corriente.
El espacio liderado por Agustín Rossi se reunirá este sábado en Rosario. Del encuentro participarán entre cincuenta y sesenta referentes provinciales.
El candidato a gobernador de La Corriente es Leandro Busatto, jefe del bloque del PJ en una Cámara de Diputados donde el peronismo solo posee ocho legisladores sobre cincuenta. Y repartidos en cuatro bancadas.
La agrupación pionera del kirchnerismo en Santa Fe cranea cómo evitar la dispersión de los votantes referenciados en Cristina Kirchner.
Por el momento, ese segmento aparece saturado. También se anotaron en la carrera por la Gobernación el jefe de La Cámpora Santa Fe, Marcos Cleri, y Eduardo Toniolli, referente del Movimiento Evita.
Con ventaja en las encuestas y un perfil que abarca un espectro más amplio del electorado, Marcelo Lewandowski corre por otro andarivel.
En febrero, La Corriente quiere pasar con las otras tribus a una instancia de diálogo más formal. El objetivo: armar un polo interno que haga contrapeso al esquema del gobernador.
En el Evita ponen paños fríos. “Tenemos diálogo y coincidimos en que no estamos en el perottismo, pero quizás no tengamos una estrategia común. El cierre está muy lejano, hoy estamos más movilizados por las discusiones que por el poroteo”, dicen desde la mesa chica de la organización.
La próxima parada del recorrido es el congreso provincial del PJ, la instancia que debe avalar la política de alianzas.
Según el presidente provincial del partido, Ricardo Olivera, será en marzo o en abril, una vez que el gobernador fije el calendario electoral. El acuerdo entre radicales, socialistas, amarillos y javkinistas, reconocen en el peronismo, cambió el escenario.
“Tiene que hacer reflexionar a sectores que tenemos una mirada opuesta al neoliberalismo. Lo peor que puede hacer el peronismo es encerrarse”, advierten desde la agrupación que tiene como líderes nacionales a Emilio Pérsico y Fernando Chino Navarro.
El primer grupo en la lista es Ciudad Futura. En principio, la fuerza de Juan Monteverde y Caren Tepp quiere limitar el acuerdo a Rosario.
En un doble juego entre unidad y diferenciación, quieren que Monteverde compita por la Intendencia de la ciudad en un frente amplio con el peronismo, pero a la vez presentar por fuera su propia lista de concejales. Este año ponen en juego tres bancas.
Además, pretenden armar su propia lista de diputados provinciales, encabeza por Tepp, pero en el plano provincial se muestran reticentes a confluir con el PJ. Allí, los sectores tradicionales del peronismo tienen un peso específico mucho mayor.
Ciudad Futura tiene un vínculo aceitado con el Evita, pero también con La Cámpora. A nivel nacional, el partido se referencia en Juan Grabois.
Hace dos semanas, el dirigente social y referente del Frente Patria Grande dijo que su candidato a presidente era Eduardo Wado de Pedro. A mediados de diciembre, el ministro del Interior viajó a Rosario y visitó La Resistencia, el tambo que gestiona Ciudad Futura en el barrio Nuevo Alberdi.
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Uno de los interrogantes es cómo se moverá la organización fundada por Máximo Kirchner. En las últimas elecciones, la orga siguió la orden que bajó Cristina y jugó con Perotti.
En las distintas carpas justicialistas también se preguntan si el gobernador insistirá con su mano derecha, Roberto Mirabella, o sellará un acuerdo con Lewandowski.
Existe una tercera opción, más improbable: que se escinda del partido e intente armar el santafesinismo, a imagen y semejanza del cordobesismo que diseñaron José Manuel De la Sota y Juan Schiaretti.
Una jugada de ese tipo necesita un terremoto económico y que implosione el Frente de Todos (FdT). Igual, desliza un dirigente, a tres meses del cierre de listas no dan los tiempos para que el rafaelino y su grupo monten semejante estructura.