La Justicia se encamina a homologar el acuerdo preventivo en el concurso de PS Cafe SRL, la firma a cargo del bar El Paso Sport. A pesar de las múltiples polémicas relatadas en el expediente -nunca explicadas por sus titulares-, el espacio gastronómico volverá a ser operado de manera independiente por sus dueños, sin la vigilancia de la sindicatura.
Aunque restan pasos formales para su concreción, el juez Fernando Mecoli ya declaró "la existencia de acuerdo preventivo y de la conformidad suficiente de acreedores para su aprobación". En una nota presentada esta semana, la contadora Susana Ferullo (responsable del órgano sindical) no objetó el entendimiento, por lo que se espera que el trámite se resuelva cuando los Tribunales retomen sus actividades en febrero.
Que el acuerdo se encuentre cerca de homologarse no significa que las zonas grises marcadas por la síndica hayan obtenido respuestas. En repetidas oportunidades criticó las escuetas explicaciones sobre las voluminosas facturaciones cruzadas entre PS Cafe SRL y las firmas del Grupo Asgar -que gerenció el espacio hasta abril de 2022-. "Es un siga, siga. Lamentablemente este tipo de cosas tendrían que ser investigadas por el fisco y nunca suceden", aportó una fuente con conocimiento del expediente.
La Capital relató en varias oportunidades las fuertes sospechas de evasión fiscal denunciadas por Ferullo. Estas revelaciones resonaron en la causa, al punto que la defensa de la concursada solicitó explícitamente "garantizar la confidencialidad", disgustado porque ante "con cada escrito hay una nota en la prensa", según se manifestó en una audiencia celebrada en agosto pasado.
Entre los elementos discutibles que contiene la causa se encuentra, por ejemplo, que el bar utilizó en julio un posnet a nombre de Lemmys Pichincha SRL, cuando la relación con Asgar SAS -titular de esa marca- había cesado tres meses antes. O también el hecho de que Merida Parking -una cochera del grupo Asgar ubicada en Córdoba y Rioja, a 2 kilómetros del bar- le generaba a PS Cafe SRL facturas por servicios de depósito y logística.
"Los dueños de Asgar jamás comparecieron. Estaban citados a audiencia pero uno estaba en el exterior y otro jamás dio justificación de nada", aseguraron fuentes judiciales ante la consulta de este medio.
La sociedad concursada tampoco presentó los balances de sus dos últimos ejercicios, a pesar que en la citada audiencia se lo intimó a hacerlo "en el plazo de 30 días". Amén de esa incumplimiento, la Justicia se encamina a la homologación del acuerdo. Siga, siga, como decía el ex árbitro Francisco Lamolina.
Según se puede verificar en el expediente -que a la fecha suma más de 2.400 páginas- los movimientos contables entre la concursada y Asgar son altamente irregulares, generándose facturaciones cruzadas millonarias jamás explicadas, que alimentan todo tipo de sospechas de elusión fiscal. Aunque, como relató otra fuente consultada para este artículo, nada de lo denunciado allí "dista mucho lo de que sucede en muchos sitios del mundo gastronómico", bien vale ponerlos de manifiesto, para advertir a las autoridades.
La convocatoria de uno de los bares emblema de avenida Pellegrini se había iniciado en julio de 2021, utilizándose como principal argumento la crisis generada por la pandemia. Tal explicación fue objetada por la síndica, que tras analizar documentación planteó que el desequilibrio obedeció a razones de mala o (bajo análisis) negligente o perjudicial administración, ocurrida incluso (y sostenida) en época previa a la cesión de cuotas".