En el primer test frente a empresarios de los gobernadores Maximiliano Pullaro y el cordobés Martín Llaryora, como representantes de la coalición Provincias Unidas, se presentaron como un resorte del sistema y la calle. “Estamos garantizando la paz social”, soltaron y se metieron en un terreno aún no explorado.
Así, buscan ocupar un casillero de responsabilidad hasta ahora vacío: el del Estado. Mientras aún está fresca la impericia del último gobierno kirchnerista, y Javier Milei directamente se define como narcocapitalista que quiere destruir al Estado, el grupo de gobernadores se plantea como la opción de un neo Estado de bienestar sin intervención, donde se ajusta pero a la vez se garantizan servicios básicos y se apela al desarrollo y empleo.
Se lo condimenta con "eficiencia" y tiene otro contenido, pero no es una receta original. De hecho, ya se ha intentado con poca intensidad y ha muerto en la avenida del medio. En ese punto está su desafío.
Hay crítica en las palabras de Pullaro al observar que, si bien el gobierno nacional corrigió la macroeconomía, los recursos “no le están llegando a la gente”. Es un aspecto novedoso, no la falta de reactivación del consumo, que viene estancada desde hace tiempo, sino que lo diga abiertamente un gobernador que, hasta ahora, no fue opositor. Tampoco es que ahora lo vaya a ser, se está por ver.
El posicionamiento es la evidencia de una nueva línea política para terciar entre la polarización kirchnerista y mileista, sobre todo para refutar al actual gobierno. Frente al kirchnerismo, al naciente eje de gobernadores le alcanza con decir que el “pasado ya fue”, a Milei le tiene que contar las costillas y exponer.
Pullaro y la paz
“(A la paz social) La estamos sosteniendo los gobernadores porque los recortes de estos 20 meses no se vieron nunca antes. Garantizamos la paz social, pese a que nos hicieron el mayor recorte de recursos de la historia”, dijo el santafesino en el panel "La visión de la política" de Experiencia Idea Rosario. La distribución de los recursos es la disputa de fondo.
Poco después se sumó Llaryora, en una muestra de que tienen el libreto aceitado: “Nos estamos haciendo cargo junto a los intendentes. Clases hay, los colectivos funcionan, nos hicimos cargo de los recortes”.
Eso va en consonancia con lo que empezaron a poner sobre la mesa paritaria los ministros de Economía y de Gobierno santafesinos, Pablo Olivares y Fabián Bastia, respectivamente: la retracción económica arrastra a todas las provincias. “Estamos tratando de contrarrestar o neutralizar (al gobierno) los efectos de secarnos en todo lo posible de recursos a las provincias", apuntaron.
llaryora pullaro
Pullaro y Llaryora en el ingreso a la Bolsa de Comercio de Rosario.
Foto: Archivo / La Capital.
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La frase de contención de la paz social sugiere una crisis retenida. Esa exclusividad que se arroga para sostener un hipotético estallido, en realidad convive con otros factores de contención.
También habla de una dependencia del gobierno nacional en los mandatarios provinciales. Claro que si dejaran de prestar ciertos servicios, a quien le reclaman es al gobernador, por lo que en parte, los gobernadores que puedan, en cierto punto están empujados a sostenerlos.
Sin embargo, hay cuestiones imposibles de soslayar. El mantenimiento de las rutas nacionales es un ejemplo palpable de la desidia. Justamente, los integrantes de Provincias Unidas cuestionan ese punto al contar los muertos por accidentes viales que se producen por el estado calamitoso de rutas que debería mantener Milei.
Frente a una tribuna que puede no mirar mal al gobierno nacional, saben que tienen incertidumbre de una eventual crisis. Además, ese público exige cuestiones básicas de gestión, y los gobernadores también las atienden. Por eso buscó contraponerse a la nula inversión en infraestructura en áreas como logística, puertos, aeropuertos y energía renovable.
Pullaro destacó que, “en un momento económico difícil para el país” -no es menor que hable de complejidad-, siguen invirtiendo. “Nuestro aliado es el sector privado y nosotros somos campo, industria y logística". Sin embargo, advirtió: “A veces sentimos que el país no mira a este interior productivo”.