A la hora de explicar los bajos números del Aeropuerto Internacional Rosario (AIR) Islas Malvinas, las autoridades provinciales centran su atención en el déficit de servicios internacionales, un fenómeno que tiene raíces exógenas pero que confían en lograr revertir. En ese marco, el director de la terminal aérea informó que están en marcha gestiones para sumar vuelos a Punta del Este y Asunción, aunque reconoció que las negociaciones se realizan en un marco adverso general para la industria turística. Consultado por el avance de la obra para la nueva terminal, el funcionario adelantó que planean habilitar una parte de la misma durante 2023.
"En 2018 el sector aerocomercial funcionó muy bien. En aquel momento había distintas aerolíneas operando en Rosario y se tocó un techo. Ello comenzó a decaer hacia 2019, en 2020 sobrevino la pandemia y recién en marzo de 2022 pudimos rehabilitar los vuelos internacionales", aseveró en diálogo con La Capital el presidente del directorio del AIR Eduardo Romagnoli, quien manifestó que actualmente hay charlas "con cuatro empresas" para aumentar las frecuencias internacionales desde Fisherton.
Romagnoli no brindó precisiones sobre por qué la recuperación de Rosario está por debajo del promedio nacional. Consultado puntualmente sobre este aspecto, contestó que "hoy existe un marco adverso para toda la industria en general" y que "cada compañía aérea funciona en relación a sus posibilidades". En particular respecto a Aerolíneas Argentinas, indicó que "la respuesta de las autoridades nacionales es que tienen un porcentaje muy bajo de aviones con capacidad de volar".
Amén de las dificultades, el funcionario confió en que lleguen a buen puerto las negociaciones actuales, que incluyen las rutas Rosario Asunción, Rosario Punta del Este, Rosario Ushuaia y Rosario El Calafate.
Este medio aprovechó la oportunidad para preguntarle a Romagnoli sobre el avance de la obra de la nueva terminal internacional, adjudicada durante la gestión anterior. "En pandemia tuvimos que adaptar el proyecto, en función de las recomendaciones que marcan los organismos multilaterales, que fomentan las terminales flexibles. En julio del 2021 pudimos retomar las obras y actualmente estaremos en un 25%", contó.
El presidente del directorio del aeropuerto anunció que desde la gestión trabajan para llegar a mediados de 2023, con una inauguración parcial del nuevo edificio, ya con su nueva faceta, "flexible tanto para vuelos internacionales como de cabotaje".
"Quedamos un poco más desconectados"
Desde el lado empresario, el presidente de la Asociación Rosarina de Agencias de Viajes (ARAV) Claudio Manibesa planteó que "hasta el momento no tenemos los resultados que necesitamos", defendiendo que "el aeropuerto de Rosario nuclea un potencial de pasajeros importante".
El referente del sector privado no cargó especialmente contra los responsables políticos por el déficit de vuelos, pero recalcó que tras la pandemia "quedamos un poco desconectados".
"El pasajero de Rosario y zona es un asiduo viajante y prioriza el aeropuerto de Rosario a cualquier otro para viajar. Necesitamos una mayor conectividad, tanto para cabotaje como para vuelos internacionales", dijo Manibesa, quien completó planteando que "desde la Arav estamos permanentemente a disposición, en permanente relación con las autoridades, integrando una mesa de diálogo para generar soluciones".
Romagnoli contó que si bien existen charlas "con cuatro empresas" para aumentar las frecuencias internacionales desde Fisherton, las mismas se hacen "en un marco adverso para la industria en general".