Después de la muy pobre presentación ante Estudiantes, el equipo rojinegro está tratando de lavar rápido sus heridas en dos frentes, mientras ya comienza a transitar la previa al clásico que se jugará este sábado, a las 16.30, en el Gigante, por la 10ª fecha de la Liga. Por un lado lo futbolístico y por otro los lesionados. Allí están apuntando los principales esfuerzos del técnico Sebastián Méndez, en los entrenamientos que comenzaron este lunes por la mañana en el predio de Bella Vista. En ese escenario de búsqueda de recomposición ya con el tiempo como cuenta regresiva a un punto determinante, Newell’s está intentando recuperar soldados, ya que acarrean inconvenientes físicos algunas de sus principales figuras.
En ese grupo se encuentran nada menos que Ever Banega, Rodrigo Fernández Cedrés y Armando Méndez, tres de sus jugadores más destacados, tres que conforman su columna vertebral, que arriban a esta instancia con diferentes grados de complicaciones.
Según el DT leproso, Banega podrá jugar el clásico, mientras que los dos uruguayos atraviesan otros senderos muy diferentes. En esa pulseada de posibilidades, Fernández Cedrés se está rehabilitando de manera sorprendente y podría volver antes de lo previsto, mientras todo indica que a Méndez le sería muy dificultoso llegar en condiciones para disputar el clásico.
El Gallego ya anunció públicamente en rueda de prensa que Banega sería preservado ante el Pincha por “una sobrecarga muscular” que lo tenía a maltraer producto de la seguidilla de encuentros en estas últimas semanas.
El entrenador rojinegro dio a entender que no existiría una lesión de base y que prefirieron pararlo tras los duelos ante Barracas, Independiente Rivadavia y San Lorenzo, para que ese malestar no se convierta en lesión.
Por eso no jugó ante Estudiantes, por la fecha 9ª y es la gran carta que guardó Newell’s para sacar en Arroyito. En medio de tantas malas, la posibilidad de su retorno para la función principal es uno de los factores de incidencia positivo de cara a un duelo que viene asomando entre adversidades para la Lepra.
Los uruguayos
El caso de Fernández Cedrés es el que más está modificando su fisonomía en este momento. Antes del reinicio de la Liga, el Pitbull sufrió un esguince de rodilla izquierda con lesión grado 2 del ligamento interno, que en ese momento se pensó que podría demandarle entre 6 y 8 semanas de recuperación. Pero, merced a las ganas y los esfuerzos del volante, los tiempos de rehabilitación se están acotando y desde Bella Vista algunos se animan a expresar señales favorables en relación a sus chances de poder volver mucho antes. Habrá que ver si esa mejora le permite estar frente a Central en Arroyito.
El mediocampista central estuvo en Uruguay por cuestiones personales, allí realizó trabajos programados por el cuerpo médico leproso, y en su regreso está practicando en Rosario, despertando guiños positivos que ilusionan a algunos hinchas.
Este fin de semana expuso en redes sociales algunas imágenes que levantan moderadas expectativas en el búnker rojinegro.
Lo de Armando Méndez es bastante más complicado. El Hulk uruguayo se lesionó en el primer tiempo frente a San Lorenzo y, según el parte oficial de Newell’s, “tuvo una distensión muscular en el isquiotibial derecho”, y “se evaluará su evolución sintomática para determinar su disponibilidad”. Parece que es el que más difícil la tiene para estar de nuevo a las órdenes del cuerpo técnico rojinegro.