Esta semana, la ciencia local volvió a brillar en Wall Street, el centro financiero del mundo. Moolec Science, perteneciente al portfolio del grupo Bioceres, llegó a tener un valor de mercado superior a los u$s 1.000 millones, transformándola en un nuevo unicornio argentino. La noticia tiene especial relevancia para Rosario, no solo porque aquí se realizan parte de sus operaciones sino especialmente por el origen de su cofundador y CEO.
El hombre en cuestión es Gastón Paladini, cuarta generación del emblemático frigorífico local. Si bien trabajó varios años en la empresa, desde jóven tomó la decisión de no apoltronarse en el rico patrimonio familiar. Se licenció en Publicidad en Buenos Aires y trabajó en diversas agencias porteñas, entre ellas Agulla & Baccetti, fundada por la dupla creativa detrás de "La llama que llama", entre otros éxitos.
"Para mi (trabajar en Agulla & Baccetti) a los 19 años fue la más entrañable experiencia de mi carrera profesional. Nunca voy a olvidar lo que aprendí ahí", asevera desde su perfil de LinkedIn, en el que se define como "un apasionado de la innovación". Su carrera como publicista le valió importantes reconocimientos, entre ellos uno en el Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions, señalado como de los más relevantes en su rubro.
Su vínculo más directo con el mundo empresario rosarino, por fuera del negocio familiar, fue entre el año 2007 y 2009, cuando se desempeñó como jefe de Publicidad y Marketing en NASA Jeans. En esa etapa supo liderar una disruptiva campaña que tuvo como epicentro la Villa 21 de Buenos Aires, en el que se eligió dar un enfoque social al lanzamiento de la temporada invierno 2008.
Hacia 2013 se transformó en el primer miembro de la cuarta generación Paladini en asumir el cargo de director de la empresa, cargo que sigue ejerciendo hasta hoy. En este tiempo aportó sus saberes para ampliar constantemente la frontera de los negocios. Entre sus destacados está haber liderado el proceso de compra de la española Espuña, también del rubro alimenticio.
Siempre convencido del valor de la innovación y del corrimiento constante de las fronteras, durante los primeros meses de la pandemia fundó Moolec Science, una compañía que busca la producción alternativa de proteínas que habitualmente se encuentran en la carne. Para intentar decirlo en palabras sencillas, la empresa está diseñando plantas modificadas genéticamente con el propósito de emplearlas como "fábricas" biológicas de proteínas, a partir de las cuales elaborar sustitutos cárnicos, lácteos y de ovoproductos.
Para él, los cambios de tendencias alimenticias están lejos de ser una moda. "En 10 años más el 10% del consumo de proteína animal en el mundo va a ser de proteínas alternativas", dijo hace poco más de un año durante un panel organizado por IDEA Rosario, en el que también participó Federico Trucco, CEO de Bioceres.
En aquella oportunidad destacó la posibilidad de sinergia "entre la industria tradicional y las nuevas, porque hay muchas oportunidades para trabajar en conjunto", por lo que no puede descartarse -al menos en modo hipotético- que en un futuro Paladini comercialice productos de origen vegetal.
Fuentes cercanas a Paladini aseguraron que "toda la construcción, el concepto de la compañía es made in Gastón Paladini". Su aporte resultó fundamental para el repentino éxito de la firma, que esta semana se transformó en el nuevo unicornio argentino, llegando a tener un valor de mercado por arriba de los u$s 1.000 millones.
Para llegar al Nasdaq, la empresa se vinculó con una empresa "vehículo", que no tiene actividad y emite acciones en el mercado de valores con el objetivo de ser comprada por otra empresa o de fusionarse para comenzar a operar. Esta firma es LightJump, que aprobó el martes en su asamblea de accionistas la fusión con Moolec. Las acciones de la compañía combinada se negociarán en el Nasdaq bajo el símbolo MLEC.
Moolec cuenta con el respaldo de Bioceres Crop Solutions Corp, que cotiza en Nasdaq; Theo I SCSp, una empresa de capital de riesgo de ciencias de la vida; y Union Group, una firma de gestión de capital privado. La biotecnológica rosarina creada en 2001, que también cotiza en el Nasdaq, es la principal accionista de la tecnológica que se suma al universo de los unicornios.