Para entender cómo jugará el Central que tiene en la cabeza Carlos Tevez, el flamante entrenador canalla, lo único que se tiene a mano es un croquis de primera orientación. Porque todo lo que se escriba o quiera proyectarse del ciclo que arrancará el Apache el martes 22 de junio está por verse. Nadie sabe cómo dirigirá por la sencilla razón de que nunca dirigió. Pero si de algo pueden quedarse tranquilos los hinchas canallas es que Tevez transpirará en el banco de suplentes la misma pasión con la que supo regar las canchas del mundo.
En ese sentido, el Central que se verá, siempre apoyándose en el discurso de Tevez, intentará ser un equipo que patrulle cada parcela del campo de juego con intensidad y disciplina. Con ahínco táctico, pero con marcado desparpajo, el mismo que mostró Tevez cuando jugaba. Justamente por eso la figura de Carlos Retegui no ocupará un rol de reparto en el día a día con el plantel canalla. La mano intervencionista del Chapa será crucial para fortalecer la logística grupal y la metodología de trabajo. Retegui actualmente se desempeña en la función de secretario de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires y para acompañar a Tevez en la aventura canalla renunciará a ese cargo en el gobierno de Rodríguez Larreta.
“Cuando decidí ser técnico lo primero que hice fue buscar a una persona que tuviera una mirada diferente a la de un futbolista como yo. Por eso pensé en el Chapa, a quien conozco desde hace tiempo y con quien mantengo una gran relación. Le expliqué cuál era mi idea y enseguida se enganchó. Sé que al lado de él voy a crecer en todo sentido”, declaró Tevez cuando blanqueó ante los medios que ya era hora de oler el aroma a césped, pero sentado en un banco de suplentes.
Entonces, cualquiera que decodifique las palabras de Tevez se daría cuenta de que se está en presencia no sólo de un DT de arenga o de palmada en la espalda para tocarle la fibra íntima al futbolista. Es que en el pequeño manual ilustrado de Carlitos también habrá páginas relacionadas con el rigor táctico, el pragmatismo y la suelta de palomas a la hora de atacar. Todo esa mezcolanza es producto de los conceptos que supo incorporar de la legión de técnicos que tuvo y los que más influyeron a lo largo de su carrera. En esa dirección, Tevez siempre se mostró proclive a identificarse con esa voz tabacal pero paternal de Alfio Basile y con la sencillez de Carlos Bianchi, técnico con el que se cansó de ganar títulos en Boca. Alguna vez también se lo escuchó elogiar la perseverancia pedagógica con la que Marcelo Bielsa le hacía entender los ejercicios de campo en los tiempos de la selección argentina. Tevez fue uno de los niños mimados del ciclo del Loco y por eso cada vez que tiene la oportunidad mediática no escatima elogios para reconocer todo lo que lo mejoró como jugador el técnico que es leyenda en Newell’s. De ahí a pensar que en su primera experiencia como DT intentará que Central incorpore algunos de esos automatismos hay un solo paso. De José Pekerman sacó, por encima de cualquier cosa, la manera de relacionarse con el futbolista. Carlitos entiende que en el cara a cara con sus jugadores deberá hacerlo con la misma bonanza que ya es un copyright de la conducta de José.
La estadía en la Premier League de Tevez tuvo como referencias a dos entrenadores que terminaron de moldearlo, según sus propias palabras como un futbolista integral. El escocés Alex Ferguson y el italiano Roberto Mancini significaron más que dos técnicos del currículum del Apache. Lo dirigieron en un momento en el que el profesionalismo y la dedicación empezaron a marcarle la huella de su carrera. Justamente uno de los puntos que remarcó en la reunión del miércoles pasado con Ricardo Carloni, el presidente en ejercicio, y el director deportivo Raúl Gordillo fue el profesionalismo y el esfuerzo que nunca deberán negociar los juveniles que integran la cantera de Central.
La incorporación de Carlos Retegui en el cuerpo técnico de Tevez no es caprichosa. El Apache sabía que para arrancar su vida como técnico no podía dejarse envolver por ese egocentrismo impostor que siempre se apodera de los números uno. Si algo no tiene Carlitos es que cree que se las sabe todas, pese a haber jugado y ganado en los equipos más importantes del mundo. La presencia del Chapa no sólo lo baja a tierra, sino que demuestra tener la humildad de los grandes para cederle el lugar a otro número uno como lo es Retegui, un técnico total que supo construir una carrera repleta de gloria como conductor de Las Leonas y Los Leones.
Por eso el Central que se viene es fácil de imaginarlo bajo la conducción de Tevez-Retegui. Por un lado tendrá la mano del Apache para detectar por dónde debe ir el equipo a la hora de desbordar de pasión en el juego. Y por el otro estará la capacidad probada de Retegui para potenciar las virtudes y disimular los defectos en las horas de entrenamientos y sesiones pautadas.