Nunca a Central las cosas le resultaron fácil y esta chance de jugar la semifinal de la Copa de la Liga en busca de un nuevo título se le presenta con un grado de dificultad importante. El cuarto puesto logrado en la zona A lo llevó a jugar con el primero de la Zona B, Racing, y ahora quien se cruza en el camino es nada menos que River, el mejor equipo de la temporada. En cierta forma este Central-River tiene un aroma a final anticipada, pero es lo que toca, tanto para el canalla como para el millonario. Lo que no se puede desconocer es que ambos equipos chocaron hace muy poquito, hace exactamente un mes, y en un antecedente válido. La lectura se puede inclinar hacia el lado de la gran victoria que metió el equipo de Miguel Angel Russo, otra, que lo que se viene es un partido totalmente distinto, de otras características. Pese a ello, para el canalla el antecedente cuenta y es una motivación importantísima teniendo en cuenta ese contundente 3-1 logrado en el Gigante de Arroyito.
Tener enfrente a River siempre es una motivación, cualquiera sea el torneo o la instancia que se juegue, porque se trata de uno de los grandes del fútbol argentino, aunque claro, en esta ocasión es demasiado lo que hay en juego, por eso el deseo de que el desenlace de la historia sea con un final feliz.
Pero lo dicho, se trata de un partido especial, donde uno quedará eliminado y el otro quedará a tan sólo un partido del título, y para Central no parece menor lo ocurrido en esa penúltima fecha de la fase de grupos de la Copa de la Liga (ese día el canalla formó con: Broun; Martínez Komar, Quintana y Alan Rodríguez; Ortiz y Toledo; O'Connor, Malcorra y Campaz; Cervera). Es un elemento motivador por donde se lo mire.
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Central ya jugó dos partidos en el año contra River y en ambos le convirtió tres goles.
Marcelo Bustamante / La Capital
Y el análisis que se hace tiene que ver justamente por el poco tiempo que pasó entre un partido y otro. Es que Russo (además de los jugadores) tiene demasiado fresco el recuerdo de lo que fue esa victoria, con todos los detalles finos aún sobre la mesa como para intentar dar un golpe similar.
Es insoslayable que aquel partido se jugó en el Gigante de Arroyito, donde Central siempre se la ingenió para hacerle la vida imposible a cualquier equipo, tanto a los denominados grandes como a aquellos que llegaron en un buen nivel futbolístico. Ahora la historia se escribirá en una cancha neutral, pero a esta altura el envión anímico es tal que lo de la localía pasa a un segundo plano.
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Lo que ahora cuenta es la categoría del rival que el canalla tendrá enfrente y que hay un antecedente muy cercano al cual aferrarse. Es difícil imaginar qué sucederá en esos 90 minutos de juego en el Mario Alberto Kempes, pero de la misma forma se torna complicado pensar en un Russo que apueste por algo distinto a lo que su equipo hizo un mes atrás.
¿Qué fue lo que propuso el canalla ese día? Un partido largo, sin que la desesperación lo invada (no se desordenó ni siquiera después del gol de Barco, que puso en ventaja al millonario) y tratando de aprovechar al máximo cada situación que se le presentara. Y lo hizo con una estrategia lo suficientemente clara como para sospechar que ahora habrá una postura diferente.
Rosario Central 3 - River 1 [RESUMEN COMPLETO]
Ese día un Central consciente de las virtudes del rival, entre las que sobresale el excelente manejo del balón, trató de estar lo más sólido posible en defensa y jugar básicamente de contra, siempre atento a la posibilidad de aprovechar el error ajeno. De esa forma llegó el tanto del empate de Luca Martínez Dupuy.
Se sabe que este Central tiene en Jaminton Campaz su mayor carta de desequilibrio y ese día el colombiano jugó un partido casi perfecto. En ese contexto, Russo y todo Central deberán prender velas para que el tumaqueño esté a la altura, pero estará también la necesidad de que el resto acompañe. En otras palabras, que la estructura se muestre sólida.
Claro, así como Central tiene de donde aferrarse, Martín Demichelis evaluará lo que fue el partido para proponer algo distinto y encontrar las variantes válidas como para que a su equipo no le ocurra lo mismo. Eso es lo que hace pensar, y es correcto razonarlo de esa forma, que este partido será una historia aparte, donde River contará con el aval de su año futbolístico y también las individualidades, para mostrarle al canalla la chapa de principal candidato.
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El triunfo que Central logró por la vía de los penales ante Racing le permitió dar un paso más en la búsqueda del título.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Pero reducir el análisis a ese punto implicaría de alguna forma dejar de lado lo que fue el anterior partido ante River. Porque si bien pasó un poco más atrás en el tiempo, hubo otro encuentro en el que este equipo de Russo se topó con River. Fue en el electrizante 3-3 de la Liga Profesional, en el que al canalla se le escapó el triunfo en la última bola del encuentro. ¿Qué aporta este antecedente? Que en los dos últimos cruces Central le marcó seis goles al millonario. ¿Alcanza con eso? En absoluto. Es simplemente un dato más, pero que sin dudas también servirá como motivación.
Hace desde la noche del domingo, ni bien terminó la serie de penales ante Racing, que Russo debe estar pensando en lo que será el partido del sábado en el Kempes. Seguramente ya en el avión el entrenador canalla (además del goce lógico que le provocó la clasificación a semifinales) empezó a imaginar. Con cuatro días por delante tiene muchísimo por pensar y analizar, pero es obvio que no hará nada de eso sin tener en cuenta lo que fue ese cruce de hace exactamente un mes, en el que su equipo supo torcerle el brazo a quien el sábado volverá a tener frente a sus narices.