Central está tratando de hacer un nuevo cimiento con los escombros que dejó Leandro Somoza de la mano de la ingeniería dirigencial. En Arroyito exponen que están en la firme búsqueda de nuevas caras para sumar al grupo. El plantel quedó diezmado y cuenta con un entrenador como Carlos Tevez, quien recién se está iniciando. El objetivo inmediato es abrochar un zaguero central y dos delanteros. Sin chances de repatriar a Gastón Avila, la comisión centra sus energía en la ofensiva. Y no es para menos. El Apache cuenta solo con los pibes Franco Frías y Alejo Veliz. Con Lucas Gamba fuera del club porque no renovó contrato, los cañones apuntan arriba con marcada esperanza y prioridad. Pero hay otro dato que expone la urgente necesidad que tiene el elenco auriazul de reforzarse. El goleador es nada menos que el arquero. Sí, Gaspar Servio es el único jugador que marcó un gol canalla en lo que van de las primeras cinco fechas del torneo nacional. Un detalle nada menor para un conjunto que urge tomar una bocanada de aire.
Los números en esta oportunidad son claros y contundentes. No se requiere acudir a una revisión de cuentas o convocar a una asamblea para reprobar la campaña. La resultante del inicio de temporada es inalterable. La realidad deportiva marca que Central arrancó la competencia torcido. Perdió tres partidos, empató uno y ganó el restante. La cosecha es pobre en este lote de ilusión que tenía la masa canalla.
El equipo necesita potenciarse. Requiere de refuerzos. Pero de jerarquía si realmente desea salir de la línea de pobreza que acarrea. En tiempos de austeridad financiera y económica, el club tratará de gambetear la realidad que lo envuelve desde hace un buen período. Mira el horizonte del mercado de pases con marcado optimismo.
Y en eso están los directivos. Buceando en el mar de las posibilidades. Analizando nombres y más nombres mientras las fechas se consumen. Aunque esta semana debería ser determinante. Y por varios motivos. No obstante, hay un dato que pone en riesgo cualquier intento de superación. El plantel profesional se quedó con tan solo dos delanteros. Dos pibitos en realidad, a quienes les falta un golpe de horno para saber convivir en esta selva futbolística.
Central perdió recientemente a Lucas Gamba. El experimentado atacante decidió no aceptar la renovación tras varias idas y venidas. El mendocino jugó el pasado viernes contra Gimnasia su último partido con la casaca auriazul. Incluso hizo pública su despedida antes que el club lo oficializara como habitualmente ocurre.
En consecuencia, Carlos Tevez se quedó con Franco Frías y Alejo Veliz como únicos faros en materia ofensiva. A priori, no es solución para lo que necesita el canalla. Sin embargo, los chicos están ahí, poniéndole el pecho al delicado cuadro deportivo mientras tratan de madurar sin cometer tantos errores.
La dirigencia tomó nota y desde este lunes está examinando por todas las latitudes qué delantero podrían sumar cuanto antes. Se nombraron algunos apellidos vinculados al interés del Apache, pero desde Central se encargaron de desmentir tales rumores. Aunque sí certificaron que harán todo lo posible para contratar alguna cara nueva antes del fin de semana. Y en esa ardua tarea están.
La intención es cerrar algún préstamo con un delantero así se suma directo a la pretemporada que está haciendo el plantel en el predio que la AFA tiene en la localidad de Ezeiza. Es más, el anhelo es que debute el lunes próximo contra Aldosivi en Mar del Plata.
También es verdad que los canallas buscan de manera urgente un 9 porque el equipo no tiene prácticamente gol. Incluso, el artillero de Central en la actualidad es el arquero. Parece un cuento basado en la imaginación, pero lo concreto es que Gaspar Servio le dio el único triunfo auriazul cuando marcó de penal ante Godoy Cruz, por la tercera fecha.
En Arroyito tienen en claro cuáles son las necesidades y urgencias. Como también las limitaciones. Mientras tanto, el equipo sigue buscando su norte de la mano de Carlos Tevez.