Todo sigue igual para el matrimonio con seis hijos que vive en la sala de jardín de infantes de la Escuela Nº 245 Juan Bautista Azopardo, ubicada muy cerca de Rosario, camino a Monte Flores. Pasaron casi dos meses de que desde el Ministerio de Educación prometiera una vivienda social para esta familia y devolver el espacio utilizado como vivienda para la escuela, pero sin respuesta. "Recién la semana pasada vinieron de Hábitat y Desarrollo Social a preguntarme qué pensaba hacer", contó hoy Marisa Ibáñez la madre a LaCapital.com.ar.
El 12 de abril pasado La Capital contó el insólito caso de la familia que vive en la sala de un jardín de infantes. Desde 2008 y hasta el año pasado el matrimonio Ibáñez eran los caseros del establecimiento educativo ubicado a pocos kilómetros de Rosario, por el camino de tierra que lleva a Villa Amelia. Fue hasta que la provincia dejó sin efecto el contrato de comodato que tenían y, desde entonces, no tienen dónde ir.
En ese momento, la mamá de los 6 chicos que habitan en la misma sala, Marisa Ibáñez, había expresado a este medio que "no eran usurpadores, a nosotros nos fueron a buscar para vivir acá”. Efectivamente, la familia había sido traída para vivir en la casa habitación de la escuela Azopardo y ocuparse del cuidado del establecimiento. De un día para otro les dijeron que ese convenio no iba más.
Como no tienen a dónde vivir la dirección de la escuela les facilitó primero una sala interna, y luego la sala de jardín para habitar. Pero hasta el momento a nadie parece importarle que esta familia con seis chicos no sólo hayan sido desplazados de una vivienda prometida, no tengan dónde ir y que lo que era una sala de jardín para los chicos no se pueda utilizar. Mientras tanto los nenes y nenas de jardín aprenden en los pasillos de la escuela rural.
Apenas de conoció públicamente esta situación, la directora de la región VI de Educación, Marta Díaz, indicó a este medio que “estaban buscando una vivienda para esta familia y que no sería sacada por la fuerza”.
También en ese momento la funcionaria de educación buscó deslindar de responsabilidades al Ministerio indicado que “si bien la directora de la escuela elevó el pedido al Ministerio para que se permita vivir a esta familia en esta escuela, eso nunca fue autorizado”, dando a entender que la familia no estuvo nunca autorizada a vivir en esa escuela y que era un problema de la directora.
Díaz indicó hace casi dos meses, que "desde hace un tiempo el Ministerio está trabajando junto a Desarrollo Social para conseguirle una casa a la familia” y que se intentaba "ubicarlos en alguno de los planes de vivienda sociales que hay en la zona”.
Sin embargo, esta misma mañana, Marisa Ibáñez dijo a LaCapital.com.ar que "recién la semana pasada (fines de mayo) fue una representante de Desarrollo Social y otra de Hábitat”. “Me preguntaron qué pensábamos hacer, y dijeron que se estaban ocupando de buscar un lugar”, contó y recordó: "Pagar un alquiler para nosotros es imposible, pensábamos que después de lo que dijeron del Ministerio iba a pasar algo pero hasta ahora sigue todo igual".
Marisa cobra una pensión de 1.600 pesos y su esposo, Hugo Orellano, hace changas, trabajos temporarios y si el buen tiempo lo acompaña oficia también de albañil por cuenta propia. Ese es el ingreso económico de esta familia. Actualmente en la casa que habitaban como caseros vive la portera de la escuela.