Esther Stekelberg fue locutora y productora de radio en LT8. Hoy es una de las dos mil almas que viven en Yerville, un pueblo de Alta Normandía, a 178 kilómetros al norte de París, a 27 kilómetros del Canal de la Mancha. En febrero se van a cumplir 21 años desde que esta rosarina vive en suelo galo y si bien está bien, nunca perdió el contacto con su país natal ya que aquí están sus tesoros más preciados: su hijo, su nuera, los nietos y los amigos. Si bien tiene el corazón partido entre Francia, donde vive, y Argentina, donde están sus afectos, no duda ni un instante de su sangre y se suma a la efervescencia de la gente en estos momentos siguiendo a la albiceleste.
“Si estuviera ahí, estaría aferrada al Monumento” dice con pasión, esta mujer que se autodefine como futbolera y canalla de pura cepa. “Vi muchos videos y fotos y sinceramente se te pone la piel de gallina. Es una cosa de locos”, continuó.
Está con la argentinidad al palo y lo hace saber. Mientras su vecina y amiga colgó banderas francesas en la puerta de su casa, Esther no se quedó atrás y puso la celeste y blanca, como para marcar el territorio. Casada con Michel, antes del partido ya hubo promesas de respetar al otro, sea cual sea el resultado.
- ¿Cómo están viviendo los franceses esta Copa del Mundo?
- Con mucho entusiasmo. Ellos tienen dos mundiales ganados y se encuentran con la posibilidad de un tercero ante un rival que está en su misma situación. Están eufóricos.
- Los franceses, ¿Se ven campeones?
- Ahora respetan a la Argentina. Hasta antes del partido ante Croacia, nos relajaban mal... pero cuando se dieron cuenta de que iban a jugar contra nosotros empezaron a cambiar. Hay un comentarista, un ex jugador, Bixente Lizarazu que se cansó de darnos, pero después modificó su discurso de una manera notable. Eso fue muy llamativo. Ahora el discurso que tiene es muy distinto, se maneja siempre con respeto y analizando el equipo. Ellos, lo que destacan es que, como hinchada, somos muy apasionados, demasiado. Saben que el fútbol es una parte importante de nuestras vidas y que no es ir a ver un equipo el domingo y nada más. Saben que respiramos fútbol.
- ¿Cómo te llevás con tu marido en la previa del partido? Porqué cada uno tiene su corazoncito.
- Le dije que no se preocupara, que esté tranquilo porque nosotros íbamos a ganar. Así les dije también a mis vecinos. Michel es futbolero, mira mucho fútbol y es hincha del Losc (Lille Olimpique Sporting Club) pero cuando estuvimos en Argentina lo llevé al Gigante y te aseguro que le gustó mucho.
- ¿Qué opinión tienen de Messi?
- El francés habla muy bien de Messi y lo analiza como un jugador que es un buen organizador del equipo, ordenado, que juega en equipo, que abre el juego. Es un hombre que, del Mundial de Rusia a este, ha madurado enormemente. No hablan del seleccionado argentino, lo hacen a través de Messi. Además, no hacen la relación Messi-Maradona como sí la hacemos nosotros. Solamente hicieron referencia cuando pasó lo de Holanda, con el famoso “Bobo, anda pa’alla”. Como todo el mundo, los periodistas franceses decían que ahí Messi se Maradonizó, que fue la versión más Maradona de Messi, pero en realidad no se pueden hacer comparaciones entre ambos, por muchos motivos. Son dos personalidades que están en las antípodas y que no se pueden comparar, pero a los argentinos nos gusta hacer ese tipo de comparaciones.
- ¿Hablan de la relación con Mbappé?
- Acá los medios no hablan de la relación Messi-Mbappé, no la profundizan y se limitan a decir que son compañeros de equipo en el PSG. Pero sí hablan de Mbappé y su relación con el marroquí Achraf Hakimi, resaltando los lazos de amistad entre ellos.
- Hablando de marroquíes, ¿Cuál es tu visión del conflicto que hubo?
- Creo que el ministro decidió que no pasé lo que pasó con los Chalecos Amarillos, no querían que rompieran todo. Para mí, y esto es muy personal, creo que ellos no iban a hacer más que festejar, la cosa no iba a pasar a mayores, no iban a romper vidrieras. Pienso que los franceses fueron directamente a reprimir y los desmanes se produjeron después... fueron a causa de ver la represión, una respuesta más que algo pensado. Esa es mi lectura. Después hacía la relación de lo que pasó en París con lo que pasó en Buenos Aires cuando vallaron el obelisco y, sinceramente, no veo diferencias... pero acá le pusieron freno con mucha violencia por parte de la policía. Ahora, para el partido del domingo, hay una movilización de policías infernal en París y esto se debe a que si llegan a festejar el epicentro será esa ciudad. Otra ciudad donde va a haber una movida importante será Marsella.
- Suponete que es domingo...
- Ya me agarran los nervios. Con mi vecina dijimos de ver el partido junto a nuestros maridos. Van a ser tres franceses contra mí, pero yo estoy convencida de conseguir un buen resultado. Igualmente voy a estar comunicada con mi hijo, con mis amigos, con mi tierra... así voy a pasar el domingo. Y si llegamos a ganar me voy a florear con mi bandera argentina por todo el pueblo. Sé que me van a reputear mal, pero imagínate lo que me va a importar.