Con Maximilano Pullaro y Gisela Scaglia en el centro, Unidos para Cambiar Santa Fe tuvo su primera reunión desde el recambio político. Además de las urgencias de la coyuntura, como seguridad y las paritarias, la alianza de gobierno debatió sobre cómo institucionalizar la coalición para conducir un proceso de transformación que, entienden, debe extenderse por varios períodos de gobierno.
El presidente de la UCR, Felipe Michlig, ofició de anfitrión del encuentro que se realizó este miércoles por la noche en la sede del comité provincial del radicalismo y al que asistieron referentes de los diez partidos que integran la alianza.
“La reunión fue muy positiva. Si bien estamos todos en contacto permanente, Maxi y Gisela informaron de manera institucional sobre lo que se hizo en estos cien días de gobierno y los desafíos que tenemos adelante, y pidieron que los sigamos acompañando, sobre todo en la Legislatura, para cumplir con los compromisos que asumimos en campaña”, dijo Michlig.
Pullaro se plantó convencido sobre la política de seguridad que se viene desplegando en Rosario, señaló que los hechos de violencia que conmocionaron a la ciudad son reacciones de grupos que se sienten acorralados y aseguró que no lo harán cambiar de rumbo.
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El gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro.
En este punto, el jefe de la Casa Gris se mostró satisfecho por la respuesta del resto de los mandatarios provinciales y del gobierno nacional ante la crisis.
También se refirió a la ronda de paritarias con los gremios docentes y estatales: Pullaro señaló que la provincia está haciendo un gran esfuerzo para recomponer ingresos de los empleados públicos y que con las finanzas provinciales al límite cada punto que va a salarios significa resentir la obra pública o la compra de patrulleros.
“A Maxi se lo vio muy tranquilo y firme en el rumbo. Además, está contento con el engranaje que se logró en el gobierno, no hay recelos internos ni competencias”, expresó a La Capital un asistente a la reunión.
Unidos junto a Pullaro
Participaron del encuentro enviados de los diez partidos que integran Unidos —UCR, Partido Socialista, PRO, Creo, UNO, PDP, Encuentro Republicano Federal, GEN, Ucedé y Unir— que siguen buscando la fórmula para darle más organicidad a la coalición. Un déficit, reconocieron, tanto del Frente Progresista como de Juntos por el Cambio.
Eso implica reuniones periódicas, con representación de todos los espacios, con encuentros alternados entre Santa Fe y Rosario, y que esa organización se replique en los distintos departamentos.
Por lo pronto, Unidos tiene este año tres pequeñas pruebas electorales en las comunidades de Cañada Ombú y Golondrina, intervenidas por irregularidades en la designación de autoridades de la comisión comunal, y en las municipales de Armstrong. Allí se debe elegir la persona que debe terminar el mandato de Pablo Verdecchia, elegido como senador por el departamento Belgrano.
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La idea es darle un paraguas político al gobierno provincial para atravesar una etapa difícil, pero todavía siguen analizando modelos para importar y adaptar. Entre ellos, el de la Concertación chilena, el Frente Amplio uruguayo y las experiencias de Jujuy, Mendoza y Corrientes, conducidas en los tres casos por el radicalismo.
Al igual que en esas provincias, en Unidos se ilusionan con que el año pasado haya comenzado un largo ciclo político en Santa Fe. “Queremos que el proyecto tenga cuatro, cinco períodos gubernamentales para hacer las transformaciones que la provincia necesita”, remarcó Michlig.
Eso dependerá de la performance de la gestión Pullaro y cómo se arme el mapa político en 2027. Un punto que en los tiempos vertiginosos de Milei parece ciencia ficción.
Pullaro y el santafesinismo
Con un frente donde conviven aliados de Milei hasta opositores duros como el socialismo, en Unidos buscan que todos se pongan la camiseta del santafesinismo, más allá de los posicionamientos nacionales. “Tenemos que evitar cuestiones que nos alejen de los objetivos que tenemos, que son gobernar la provincia y resolver los problemas de los santafesinos”, indicó Michlig.
Por lo pronto, en el encuentro de este miércoles en la sede del radicalismo Scaglia se solidarizó con el socialismo y en particular con el exgobernador Antonio Bonfatti.
El sucesor de Hermes Binner adelantó en la reunión que este jueves iba a responderle en el recinto a Milei. La semana pasada, el presidente dijo que la violencia en Rosario “se generó desde el narcosocialismo iniciado con Binner y con Bonfatti".