El juez federal Sergio Torres pedirá la captura internacional y que se ofrezca una recompensa para dar con Sebastián Romero, el ex precandidato rosarino del Frente de Izquierda (FIT) que fue filmado disparando bombas de estruendo contra la policía con un mortero improvisado en las inmediaciones del Congreso nacional.
Romero se encuentra prófugo desde el día siguiente de los violentos enfrentamientos entre opositores a la reforma previsional y la policía de diciembre pasado.
La nueva medida será ante la posibilidad de que Romero haya salido del país. Pese a que no registra egreso por Migraciones, se sospecha que podría haber cruzado de manera clandestina hacia algún país vecino.
En tanto, el juez evalúa solicitar al Ministerio de Seguridad nacional que ofrezca una recompensa para aquellos que faciliten datos comprobables sobre su paradero, como forma de facilitar la búsqueda.
Romero fue imputado por la fiscalía a cargo de Alejandra Mangano por los delitos de intimidación pública y resistencia a la autoridad: La investigación sobre su paradero comprende sus relaciones personales y el análisis de sus comunicaciones.
Al día siguiente de los hechos, y por orden del juzgado, se emitió la captura y a los pocos días se allanó su domicilio en Rosario sin resultado. Es que allí ni siquiera estaban sus familiares inmediatos, con quienes vivía y sí aparecieron al momento en que la policía se disponía a allanar la vivienda.
Por lo pronto, en la misma investigación hay otros manifestantes y policías detenidos, estos últimos por excesos durante la represión de esa jornada en que se trató la reforma previsional, finalmente aprobada.
"Me quieren hacer quedar como que soy el presidente de Corea (del Norte) atacando al mundo", dijo Romero al ver su imagen una y otra vez en la televisión disparando un mortero casero, según reveló su abogado, Mario Villarreal. "Sebastián está sorprendido de que por una imagen en la que aparece con una rama de un árbol con un fuego artificial hayan pedido su detención", señaló.
Torres, a cargo del caso, investiga "la hipótesis de un actuar organizado" en los incidentes que dejaron 88 uniformados heridos. Se calcula que los agresores "lanzaron 15 toneladas de piedras" a efectivos de la policía porteña.
Los defensores de Romero pidieron la eximición de prisión, lo que fue rechazado por el magistrado. Los abogados apelaron la medida ante la Cámara Federal porteña, pero volvieron a desestimarlo. Desde entonces, no hubo precisiones del paradero del militante del Frente de Izquierda.
El juez, que liberó a unos 70 detenidos pocas horas después de los incidentes, sólo mantiene en prisión a César Javier Arakaki (otro militante filmado golpeando al policía Brian Escobar) y a Dimas Fernando Ponce, quien aparecía a su lado durante los hechos.