Mientras Carolina Losada se toma su tiempo para definir dónde jugará en 2023, su compañero de fórmula, Dionisio Scarpin, abona la tierra para que germine una candidatura a gobernador de Santa Fe.
Por Mariano D'Arrigo
Foto: Leonardo Vincenti / La Capital
Dionisio Scarpin teje alianzas de cara a 2023. mientras Carolina Losada define su futuro político.
Mientras Carolina Losada se toma su tiempo para definir dónde jugará en 2023, su compañero de fórmula, Dionisio Scarpin, abona la tierra para que germine una candidatura a gobernador de Santa Fe.
Incluso antes de que se conociera que Losada está en pareja con Luis Naidenoff, presidente del bloque radical en el Senado, Scarpin declaró públicamente en varias entrevistas que quiere competir para llegar a la Casa Gris.
Si, como leen en varios campamentos opositores, la vicepresidenta del Senado no baja a la provincia y se sube a algún esquema nacional -por ejemplo, como candidata a vicepresidenta de Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta o Facundo Manes, que ya la sondearon- a Scarpin se le abre un terreno interesante para avanzar.
En ese sentido, el ex intendente de Avellaneda viene haciendo la tarea. Esto incluye -además de posicionamientos públicos sobre la coyuntura nacional y provincial- encuentros en el Senado y en el territorio con dirigentes locales, en los que cocinan los apoyos para el año que viene.
Elegido intendente de Avellaneda por el Frente Progresista en 2011, 2015 y 2019, Scarpín se subió al vagón de radicales que tras la derrota en la provincia y la muerte de Miguel Lifschitz se desenganchó del socialismo y se encastró al PRO.
El ahora senador nacional aprovechó al máximo la fallida intervención de Vicentin en la que se metió Alberto Fernández y las movidas anti cuarentena para catapultarse a la escena política nacional.
Esa popularidad le abrió el segundo lugar del armado que tuvo a Losada como principal cara visible y que tuvo a Julián Galdeano como arquitecto principal.
El aporte de la estructura comandada por Scarpin y el senador departamental Orfilio Chacho Marcón fue decisivo. Sobre todo en las Paso: gracias a los 36 mil votos de diferencia que sacó en General Obligado la lista Cambiemos con ganas le ganó la pulseada a la nómina de Maxiliano Pullaro, que quedó 13 mil votos abajo en el total provincial.
Un consultor que está cerca de Scarpin pero que todavía no acordó el fichaje quiere presentarlo como “el nuevo representante del campo”. Se trata de un terreno hostil para el peronismo, pese a los gestos de Omar Perotti -el que mejor conecta con el sector-, Marcelo Lewandowski y, en tiempos más recientes, La Cámpora.
“Dionisio tiene la edad que tenían Etchevehere y De Angeli en la 125. Post Vicentin él puede encarnar algo más amplio”, sostiene el estratega.
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Con el escenario electoral todavía por armarse -no está claro si habrá frente de frente o Juntos por el Cambio y el Frente Progresista irán por separado- Scarpin cuenta como fortalezas la posibilidad de representar a un sector económico poderoso económicamente y con peso demográfico en la provincia, el haber sido una de las caras ganadoras de la elección del año pasado y su experiencia en gestión. Este último punto no es menor en una elección ejecutiva y en un contexto de crisis.
El talón de Aquiles es por ahora el bajo conocimiento en el sur de la provincia, una debilidad que si se lanza definitivamente intentará suplir con rosca y mayor presencia en la zona.
Por Lucas Aranda
Por Facundo Borrego