En ese sentido, el actual parlamentario del Mercosur asegura a La Capital que el frente que lidera la ex presidenta Cristina Kirchner es "una alternativa claramente opositora". Y, respecto de los inminentes comicios, advierte: "Sirven para que, de darse un resultado negativo, Macri escuche que hay un montón de argentinos perjudicados por sus decisiones, incluso muchos de los que lo eligieron en 2015".
—A cuatro días de las Paso, ¿cuál es su sensación preelectoral?
—Tengo sensaciones contrapuestas: por un lado, hay una muy buena sintonía de nuestra lista con los santafesinos y, por el otro, me genera muchísima preocupación todo lo que significa la realidad cotidiana de los habitantes de la provincia y de Rosario. Por ejemplo: venís bien con la campaña y, de pronto, te encontrás con el cierre de los talleres ferroviarios de Pérez, con 31 familias sin empleo.
—En base a la campaña que está concluyendo, ¿cómo es su radiografía de la provincia?
—La semana pasada la UOM dio cuenta del cierre de 72 pymes y micropymes en la zona de Rosario, talleres metalúrgicos, desde que asumió Macri. Estos días accedimos a una encuesta de la consultora D'Alessio Irol que sostiene que el 80 por ciento de los argentinos de clase media está endeudado con la tarjeta de crédito o un préstamo personal. Para Santa Fe es una situación muy complicada. Los principales generadores de empleo en la provincia son el comercio y la industria, que están afectados por la falta de consumo. Hay un diagnóstico común en toda Santa Fe con distintas intensidades. Y, en ese marco, el argentino que no tiene trabajo la pasa mal. El albañil, el plomero, el electricista, el pintor o la empleada doméstica no están bien porque se terminó la changa. Para esas familias la asignación universal (AUH) antes era casi un complemento y ahora es el principal ingreso. El resultado de eso es que hay hambre. Lo dice el director o el docente de cualquier establecimiento educativo con comedor: los chicos llegan el lunes a la escuela con hambre. Los comercios padecen subas de tarifas y de alquileres y la caída de las ventas, y a veces bajan las persianas. Lo mismo ocurre con las industrias, en paralelo a la invasión de productos extranjeros a precio de dumping. Así está la provincia, que va a sentir los efectos del ajuste.
—¿Coincide con los diagnósticos de apatía frente a la primarias?
—Hay verdades a medias y otras que quieren ser inducidas sobre las Paso. Siempre las elecciones intermedias generan menos atracción que las generales, pero hay una idea del gobierno nacional de incitar a la no participación. En realidad, teme una afluencia de voluntades que condene su actual política económica. No obstante, confío en que una gran cantidad de santafesinos irá a votar el domingo porque es una posibilidad de evaluar al que gobierna. Estos comicios sirven para que, de darse un resultado negativo, el presidente escuche que hay un montón de argentinos perjudicados por sus decisiones, incluso muchos de los que lo eligieron en 2015.
—¿Unidad Ciudadana puede atraer a parte de ese núcleo desencantado?
—Estamos abiertos a todos aquellos que crean que hay que detener esta política económica. Si la gente busca una alternativa que sea claramente opositora y que vaya a ponerle un freno a la reformas laboral y jubilatoria la opción más clara es Unidad Ciudadana. Como dice Cristina, el voto que le duele al gobierno es el nuestro, porque es el único que no puede computar en ningún escenario de su campo de acción. Hay que decir también que esos argentinos que votaron a Macri y hoy están decepcionados lo hicieron de buena fe. El presidente les mintió: dijo que no iban a pagar Ganancias, que llegaba la pobreza cero y que nada de lo bueno que tenían iba a cambiar, pero hizo todo al revés.
—Puertas adentro hay una batalla clave: si el kirchnerismo seguirá marcando a fuego al PJ...
—La clave es evaluar al gobierno de Macri. Hemos invertido poco tiempo, casi nada, en esa discusión partidaria, que es cierto que existe. Pero lo importante es que el santafesino vaya a votar pensando en que es la única oportunidad de hacer valer el poder del sufragio para opinar sobre la gestión del Ejecutivo. Porque, la verdad, si gana un gobierno que aumentó la pobreza y la desocupación, que cerró más de 3 mil empresas y que tiene inflación y tarifazos, lo que vendrá luego es la profundización de esa política. Es decir: que te quiten los derechos laborales y la posibilidad de jubilarte a los 60, las mujeres, y a los 65 años, los hombres. Que aumenten la edad jubilatoria tendrá un impacto enorme en el desempleo juvenil.
—¿Su rival directo en la interna, Alejandra Rodenas, no encarna ese rol opositor?
—He tratado de no hablar de Rodenas sino de enfocarme en mi lista. Somos claramente opositores y reconocemos el liderazgo de Cristina, quien representa la esperanza de millones de argentinos para volver a estar mejor. A los santafesinos les pido que voten con los pies sobre la tierra, sabiendo cuál es su realidad. Por eso acuñé esta frase: la tele te miente, la heladera no. Además, ¿cómo te sentás frente a un laburante de los talleres de Pérez que acaba de perder su trabajo? ¿Le vas a contar cuáles son tus diferencias con el otro precandidato? Lo tenés que escuchar y tratar de darle una explicación que signifique algo más del argumento que ya le dieron respecto de su situación. Porque este modelo económico te expulsa y, además, te dice que la culpa es tuya.
—¿Se sorprendió por los dichos del gobernador Miguel Lifschitz respecto de que el proyecto político del kirchnerismo está terminado?
—No me gustaron para nada, pero está en su derecho de decir lo que quiera. Fuimos gobierno durante doce años y hay una cantidad de elementos que me ponen orgulloso de haberlo integrado. Por ejemplo: el poder adquisitivo del salario creció 30 por ciento y dejamos la desocupación debajo del 6 por ciento. ¿Existían problemas? Sí, obviamente, pero la actual administración los empeoró y profundizó. El tiempo, a veces, pone las cosas en su lugar y creo que ubicará a los mandatos de Néstor Kirchner y Cristina como los mejores de los últimos 50 años.
—El episodio legislativo con Julio De Vido pareció caerle como anillo al dedo a la Casa Rosada...
—No, en realidad el gobierno buscó generar ese episodio porque ve el ascenso de Cristina en las encuestas en la provincia de Buenos Aires. Los mismos diputados que quisieron expulsar a De Vido son los que habían aceptado su pliego en su momento. Además, las causas por las que está siendo investigado tienen que ver con sus funciones anteriores. Y se ha presentado rigurosamente ante la Justicia. Está claro que fue una operación política para perjudicar a Unidad Ciudadana.