Por Javier Felcaro
"La idea es incorporar al temario del 29 de agosto los tres proyectos de la oposición y trabajar en una modificación del dictamen a llevar al recinto, incluso tomando la iniciativa presentada en el Senado (por el Frente Progresista, FPCyS), para dejar abierta la posibilidad de dar el debate por la reforma", deslizaron ayer a La Capital fuentes parlamentarias.
El nuevo objetivo del oficialismo es llegar a la sesión especial con todas las opciones sobre la mesa, instancia que, a diferencia de la convocatoria inicial a la reunión legislativa, podría contemplar los proyectos presentados por los diputados provinciales Luis Rubeo y Héctor Cavallero, ambos del justicialismo, y del interbloque Igualdad (Rubén Giustiniani, Silvia Augsburger, Carlos del Frade y Mercedes Meier).
Asimismo, el dictamen sumaría contenidos de la iniciativa presentada en junio pasado por ocho senadores provinciales —seis radicales y dos socialistas— del Frente Progresista que también declara la necesidad de avanzar con modificaciones (parciales) a la Carta Magna. El proyecto había llegado a la Cámara alta como respuesta a la imposibilidad de avanzar con la propuesta oficial en Diputados.
Sin embargo, entre las bancas justicialistas relativizaron ayer la jugada oficial y recordaron que la sesión fue convocada exclusivamente para debatir la propuesta del gobernador Miguel Lifschitz.
El jueves, los once representantes del peronismo en la Cámara de Diputados santafesina confirmaron su asistencia a la sesión especial y lo que era un secreto a voces: el rechazo en el recinto a la discusión sobre tablas del proyecto de reforma impulsado por Lifschitz.
Los integrantes del interbloque peronista cerraron filas contra el "tratamiento exprés" de la propuesta oficial y consideraron que la convocatoria a la sesión extraordinaria "viola el acuerdo" alcanzado en Diputados para que tanto el proyecto reformista de Lifschitz como los alternativos presentados por Cavallero y Rubeo sean analizados en las cinco comisiones a las que fueron remitidos oportunamente.
Casi al mismo tiempo, el interbloque Igualdad rechazó el proyecto de reforma constitucional enviado por el gobierno santafesino. Y recordó que, en su oportunidad, había presentando una iniciativa en esa línea.
Paralelamente, y si bien circularon versiones sobre un posible acuerdo entre el gobierno nacional y la Casa Gris, Cambiemos Santa Fe ratificó el rechazo a la reforma constitucional que había formalizado en mayo.
El tema que desató más polémica en la oposición es la posibilidad de que el actual mandatario santafesino quede habilitado para una reelección, más allá de que el propio Lifschitz aclarara que esa instancia correrá por cuenta de una Convención Constituyente.
Al evaluar el comportamiento de la oposición frente a la sesión especial, en el oficialismo hicieron hincapié en "las diferencias en el peronismo, donde no dan el tratamiento sobre tablas porque, en realidad, ellos no se ponen de acuerdo en cómo seguir el tema". Y agregaron: "Hay un sector que habla de tratar la reforma en 2019, otro en 2020, no existe una posición unificada".
Para tratar el proyecto reformista de Lifschitz el oficialismo debe conseguir, primero, las dos terceras partes de los legisladores presentes (para iniciar la sesión tienen que haber al menos 26 diputados, que es el quórum). Para aprobar y darle media sanción a la iniciativa el número de votos se deberá elevar a 34. Hasta el momento, el FPCyS sólo cuenta con 25 voluntades.
El oficialismo también propondría considerar puntos clave del proyecto reformista presentado por senadores del FPCyS