Por Rodolfo Montes
Economista profesional, y con vocación política. Agustín D'Attellis perteneció a la denominada GranMakro, una corriente de pensamiento económico en los tiempos de kirchnerismo. Luego fue tomando distancia del cristinismo y se acercó a la disidencia: fue candidato a diputado nacional por el partido de Florencio Randazzo, en 2017. Heterodoxo, aunque no keynesiano en exceso, D'Attellis retornó al espacio del Frente de Todos, con la nominación de Alberto Fernández en la fórmula con Cristina Fernández de Kirchner.
En exclusiva para La Capital, en una entrevista en Buenos Aires, analizó el explosivo momento económico. "Declarar el default fue una animalada", enfatizó el economista.
—¿Cómo visualiza el clima financiero actual?
—Los sistemas bancarios son muy sensibles a los climas de confianza de la población. Y es obvio que vivimos una crisis de confianza en la Argentina.
—¿Las medidas económicas que toma el gobierno son tardías, insuficientes, equivocadas?
—En algún caso toman medidas tardías que no sirven para nada, pero también me pregunto sobre la intención de algunas medidas, me preocupan. Por caso, cuando escuché la conferencia del ministro Hernán Lacunza, el jueves, inmediatamente pensé "esto va a generar una corrida, una salida masiva de los fondos comunes de inversión y que se va a trasladar a una salida de depósitos". Yo lo vi en el momento que se anunciaba?
_¿Y por qué lo hacen?
—Conozco y respeto a Hernán (Lacunza), y no puede creer que tome esas medidas ignorando las consecuencias que traerá. Entonces me pregunto sino habrá una trama de política por detrás del ministro, una intención determinada, pero la verdad no tengo certeza.
_¿Lo hace por una indicación política del propio presidente, o tal vez porque no tiene otro camino?
—No, no. Antes de hacer la animalada de declarar el default, poner a toda la deuda en riesgo y provocar la corrida, podría haber obligado a los exportadores que, insólitamente, tienen 10 años de plazo para liquidar divisas a que traigan los dólares en 48 horas. También habría que reinstalar restricciones como ya ocurrieron durante el kirchnerismo, como poner un tope compra de dólares de dos millones por mes. Algo que no es un corralito, y que no tiene ninguna incidencia sobre la clase media. Eso sería un freno para los grandes capitales y ningún problema para la clase media. Son medidas que se pueden tomar, y que tal vez Hernán (Lacunza) quiso implementar, pero se las vetaron. Antes del jueves estábamos en situación límite, ahora pasamos al abismo.
_Alberto Fernández, en los últimos días, se corrió del "abrazo del oso", la pretensión del gobierno de involucrarlo en la pretendida salida de la crisis. ¿Cómo lo ve?
—Alberto no tiene ni que hablar. El gobierno tiene que hacerse cargo de las medidas que tomó desde el día uno, que algunos advertimos que nos llevaban a esta situación. Alberto es un candidato, no tiene los resortes del poder, ¿qué puede hacer?, hablar con el FMI, decirle que su idea no es prender fuego todo y nada más. El gobierno se tiene que hacer cargo de sus cuatro años, de las medidas que está tomando, y de que es el único que cuenta con los instrumentos para frenar esta situación.
—Como estrategia, el gobierno le apunta a Alberto F para que diga con precisión que haría el 11 de diciembre. ¿Tiene lógica que se pronuncie en ese sentido?
—Ninguna. Porque nadie sabe que país tendremos el 11 de diciembre, entonces es absurdo pretender que hoy dé precisiones de su política económica para entonces. El riesgo de los mercados de estos días no pasa por el miedo a Alberto para el 11 de diciembre. El problema fueron las políticas actuales, que detonaron la confianza y que parece nadie puede revertir; Alberto no tiene instrumentos para revertirlo más que atenderle el teléfono a Macri y tener una charla cordial. Y el problema es que el gobierno no tiene manera de revertir la confianza porque está en retirada y viene tomando medidas erradas una tras otra.
—¿El fracaso del programa de Macri quedó sellado desde el primer día, o fueron las fases posteriores las que no funcionaron?
—Cuando empezaron, ya se sabía hacia dónde iban. Algunos lo marcamos desde el primer día. Después tomaron medidas que aceleraron el proceso hasta el momento actual. Si vos arrancas pagándole a los buitres y luego te endeudas de manera desenfrenada, convirtiéndote en el primer país del mundo en tomar deuda; luego en 2018 los mercados te dicen no hay más deuda para ustedes, y quedas en situación de default y entonces te vas al FMI y sacás el crédito más grande la historia, y al año te quedás en default otra vez? Desarmaron todo el sistema regulatorio de flujo de capitales, algo peligrosísimo para un país pequeño como la Argentina. Le permitieron a los exportadores de granos que no liquiden los dólares, se endeudaron de manera desenfrenada, y armaron una bicicleta financiera interna bancada por el Banco Central (Lebac, Leliq), el resultado era inexorable. No había que ser mago para darse cuenta que íbamos a un final como este.
—¿Se imagina, en los próximos días, a Lacunza tomando medidas de control de capitales que tanto demonizó el gobierno actual (respecto del kirchnerismo) y así tener alguna chance de salvar al gobierno y llegar a diciembre?
—Creo que Lacunza tiene buenas intenciones, que es pragmático. Cuando agarró esto en un momento imposible yo decía "esto va a terminar muy mal", pero no por el ministro, no le carguemos el fracaso a él. En las actuales circunstancias la situación será imposible para Lacunza, para Mandrake el mago, y para cualquiera. Yo creo que Lacunza estaría dispuesto a ir directamente por el camino de las restricciones a los capitales, pero a él lo rige la política. Y es posible que le digan "por acá no vas".
—¿La caída acelerada del plan económico de Macri al menos sirve que establecer un ganador en las horas y horas de debate teórico, político y cultural, en los medios, que han tenido los economistas del campo nacional, de centro izquierda, heterodoxos (lo incluyo a usted), contra el plexo teórico neoliberal?
—Debería servirnos esta experiencia para que la Argentina no vuelva a caer con estas políticas. Es verdad que algunos venimos gastando horas y horas en estos debates, y aspiramos a que población comprenda que hay otros caminos. Sin embargo, me preocupa que hay otra línea económica que está en los medios, la ultra neoliberal. Que corren a Macri por derecha, digamos. Tratan de explicar que los problemas se derivan de una falta de profundidad en el ajuste que hizo Macri.
_¿Sería la línea (José Luis) Espert y (Javier) Milei entre otros?
—Sí, son peligrosos porque tratan de instalar de que el fracaso de Macri fue por "populista" o gradualista. Algo completamente falso.
_¿La pretendida salida de la crisis en 2020, en el caso de una presidencia de Alberto F, será muy distinta a la de Néstor Kirchner en 2003?
—Será mas compleja. En el 2003 tenías un horizonte internacional distinto, otro ciclo de precios de los commodities, un contexto político latinoamericano más favorable y amigable.
_¿Pronosticar los próximos 60 días de la Argentina es hacer pura ficción?
—Absoluta. Podés tener medidas muy restrictivas bancarias, podés tener cualquier escenario. Por eso pensar ahora el 11 de diciembre es imposible.
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