El jueves en el Centro de Justicia Penal de Rosario, la fiscal Marisol Fabbro atribuyó a las presas Aldana Victoria Peralta, de 30 años, Aida Elisabeth Rodas, de 37, y Natalia Figueredo, de 31 años, el delito de homicidio calificado por "alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en cuanto al homicidio de María Mercedes Antelo", otra interna quien resultó con heridas letales cuando en enero de 2024 se incendió su celda.
Tanto las acusadas como la víctima estaban alojadas en el Complejo Penitenciario de Rosario, donde funciona la cárcel de mujeres. La imputación incluyó el acto de arrojar dispositivos incendiarios hacia la celda donde se encontraba Antelo, provocando su fallecimiento días después. La interna Peralta está acusada además de integrar la banda de homicidas que el 6 septiembre de 2021 asesinó al mecánico Carlos Argüelles en Garay al 3500, quien fue testigo protegido en la causa contra el capo mafia Esteban Lindor Alvarado. Luego de escuchar a la fiscal, el juez Fernández Bussy ordenó prisión preventiva por el plazo de ley.
El 3 de enero de 2024 y, alrededor de las 16, en el complejo penitenciario de 27 de Febrero al 7800 las tres mujeres acusadas se encontraban en el interior de un pabellón. Mientras que Antelo estaba encerrada dentro de la celda de pequeñas dimensiones y con cerradura del lado exterior, Peralta, Rodas y Figueredo estaban alojadas en otra celda y tenían en ese momento la función de encargadas de pabellón.
No se sabe a ciencia cierta las características del conflicto previo, pero se destacó que todas las internas del pabellón permanecían dentro de sus celdas, encerradas y sin posibilidad de salir al resto del pabellón en lo que la jerga se denomina "engomadas". En esas circunstancias y con el acuerdo de las tres internas, quienes por su responsabilidad de encargadas quedaron exentas de la restricción, Aldana se acercó hasta el pasaplatos de la celda donde estaba Antelo y arrojó varios elementos que se encendieron con un encendedor arrojado hacia el interior. La interna Aldana luego se dirigió a su celda para ocultar una botella que podría haber contenido un tipo de material combustible.
Las tres internas observaron como el fuego se esparció en la celda durante unos cuatro minutos, extendiéndose al exterior por el pasa platos y el tragaluz. En tanto, nadie avisó a la celaduría de lo que sucedía. Tras ello, las tres arrojaron dos baldes con agua e ingresaron a la celda quemada. Así fue como Natalia tomó el encendedor que Aldana había dejado sobre una de las mesas del pabellón para ocultarlo en su propia celda.
A raíz de estas acciones luego del atentado, Antelo, de 45 años, fue trasladada al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria con quemaduras en más del 70% de su cuerpo. Las lesiones que produjo el proceso incendiario, generaron una falla multiorgánica en la mujer, que falleció el 10 de enero.