Víctor Hugo "Walo" S., un chatarerro analfabeto de 21 años, le disparó dos balazos mortales a Cristián Gabriel Chazarreta porque se disputaban la posesión de un terreno en el barrio Nuevo Alberdi. El hecho ocurrió hace 15 días y así lo entendió el fiscal que ayer acusó al muchacho en una audiencia imputativa en la que quedó al desnudo una historia donde se mezclan la pobreza y la marginalidad en la que viven numerosos habitantes de la ciudad. Walo fue detenido el lunes y deberá permanecer en la cárcel a raíz de que ayer una jueza le dictó la prisión preventiva sin plazo.
Chazarreta tenía 39 años y había salido de prisión en marzo pasado después de haber caído acusado de portación ilegítima de arma. Además, estaba procesado por infracción a la ley de drogas junto con su cuñado, Gustavo "Tuerto" Cárdenas, a quien se sindica como un cabecilla narco de la zona noroeste rosarina. El 6 de julio pasado, en un terreno ubicado cerca de Baigorria y Benito Alvarez, en la zona noroeste de la ciudad, el hombre recibió dos balazos y se derrumbó malherido. Poco después murió en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, adonde había sido trasladado.
Según la reconstrucción del fiscal Miguel Moreno todo se inició a las 9 de aquel día cuando Walo llegó a ese terreno y distinguió que las chapas y los tirantes que él había dejado, supuestamente para construir una casilla, estaban afuera del predio. "¿Quién las tiró?", le preguntó Walo a Juan Carlos O., un amigo de Chazarreta que estaba en el lugar. "Fue Julito", contestó el interlocutor del acusado acerca del asesinado.
Tras la respuesta de Juan O., Walo se marchó y al rato regresó al terreno de Nuevo Alberdi con más tirantes para dejar en el lugar. En ese momento llegó Chazarreta y entonces los dos hombres comenzaron a discutir. "Se lo compré (al terreno) al «Gordo». Andate de acá antes de que cague a trompadas", le gritó Chazarreta a Walo.
Regreso fatal. Y en un primer momento el muchacho se marchó, pero según la acusación regresó a la escena del hecho a las 13.30. Según el relato de Juan O., él estaba acostado cuando distinguió a Chazarreta en el momento en que ponía en marcha una moto. "Entonces escuché cinco tiros. Me levanté y vi que estaba tirado (Chazarreta) en el suelo, al lado de la moto. También ví a un hombre que se iba en un carro", relató el testigo.
Un muchacho del barrio subió a Chazarreta a un auto y lo dejó en la puerta del dispensario Alicia Moreau de Justo, ubicado en Calle 1333 al 3000 (a la altura del cruce de Villa del Parque y Conway), en el ingreso a la Zona Cero de Nuevo Alberdi Este. Del centro asistencial lo trasladaron en una ambulancia al Policlínico Eva Perón de Granadero Baigorria, donde su vida se apagó a las 18.30 del 6 de julio. Dos balazos calibre 9 milímetros le habían perforado el abdomen y el tórax.
Para acusar a Walo, el fiscal Moreno también ponderó los dichos de una mujer de la barriada donde ocurrió el cruento incidente. "Estaba en mi casa y escuché cinco tiros, pero alcancé a ver a un muchacho que se iba en un carro tirado por un caballo por Baigorria y dobló por Alvarez", dijo. El responsable de la acusación exhibió además los dichos de los hijos de la testigo, de 8 y 9 años. "El del carro le tiró al amigo de «Chinchorro»", como le dicen a Juan O., dijeron los nenes.
El fiscal Moreno indicó que, al parecer, Walo y Chazarreta mantenían un conflicto porque la víctima no quería venderle la casa en contrucción al joven imputado.
La mujer señaló que quien disparó los balazos mortales era un muchacho de "un 1,70 metro, delgado y de cutis blanco". Para Moreno la descripción coincide con los rasgos físicos del acusado Víctor Hugo S. Luego, el responsable de la acusación explicó cómo el lunes pasado fue detenido por policías de la comisaría 20ª en una casa de Campbell al 800 bis. "Un vecino les dijo (a los uniformados) que Walo vivía en una casa que tiene una leyenda en el frente con el nombre Rocky y que había sido quien mató a una persona por la compra de un terreno", afirmó el hombre. Esa persona no está identificada. Y para argumentar la detención, Moreno se preguntó: "¿Cuál sería el interés de los policías en arrestarlo cuando no conocían al imputado y el hecho había ocurrido en jurisdicción de la subcomisaría 2ª?"
Antes de proclamar su inocencia, Walo dijo no recordar su número de documento y que lo había perdido. "¿Conocés al hombre fallecido", le preguntó la defensora pública Adriana Lucero. "No lo conozco, no sé que pasa", respondió el muchacho acusado antes de marchar a prisión.