Cuando Patricio López fue atacado con cuatro balazos en noviembre de 2021, a dos cuadras de la plaza Alberdi, dijo que le habían querido robar la moto. Pronto se descubrió que el trasfondo real del ataque era una disputa entre bandas de la zona. El joven de 22 años quedó internado en gravísimo estado, con una lesión medular que lo dejó cuadripléjico, y cuatro meses más tarde falleció. Durante su agonía alcanzó a responder con señas, en una entrevista con un fiscal, que quien lo había atacado era “Colita”. Ese es el sobrenombre de Rubén Darío Coria, quien afronta ahora un pedido de 20 años de prisión rumbo a un juicio oral por el crimen.
Coria fue detenido en marzo de 2022 en Roldán. Condenado y luego absuelto por un homicidio, fue presentado entonces como un “peso pesado” que contaba con dos pedidos de captura. Lo buscaban por el ataque a López y el doble crimen de César Navarro y Cristian Bogolim, baleados en mayo de 2021 cuando comían un asado en la vereda de Casiano Casas y Baigorria. En ese caso demostró que en esa fecha estaba de vacaciones con su familia en Villa Carlos Paz y fue desligado.
Sin embargo, siguió detenido por el crimen de López, quien murió un mes después de su arresto, y esta semana fue sometido a una audiencia previa al juicio oral por ese homicidio. El ataque fue el 8 de noviembre de 2021. López estaba en una moto Yamaha de 1000 centímetros cúbicos con su novia de 18 años en la esquina de Zelaya y Herrera. Se cree que se dirigía hacia su casa, a unas doce cuadras de ese lugar. Según la acusación que presentó la fiscal Gisela Paolicelli, por ese lugar pasó Coria en una moto de alta cilindrada y disparó al menos cuatro veces.
López perdió el control de la moto y cayó al pavimento junto a su novia. Sufrió heridas en el costado izquierdo del cuello, una lesión medular, cuadriplejia y hemotórax. Fue internado y conectado a un respirador artificial en el Hospital Clemente Alvarez. Antes de ingresar al quirófano dijo que había sido baleado en un intento de robo de su moto. Pero casi de inmediato surgió que lideraba una banda que les disputaba territorio a los sucesores de Emanuel “Ema Pimpi” Sandoval, asesinado en octubre de 2019, en los barrios La Esperanza, El Churrasco, Parque Casas y La Cerámica.
La falsa denuncia
La banda quedó expuesta a partir de una falsa denuncia en la comisaría 10ª. El 24 de junio de 2021, dos mujeres llegaron a la seccional de Darragueira al 1100 para denunciar a un par de integrantes de la banda de “Patri”, como le decían a la víctima. Los policías apresaron a cuatro jóvenes que comían un asado en la vereda de Travesía al 3800. Dos de ellos estuvieron dos meses detenidos hasta que las denunciantes revelaron que habían mentido, según dijeron, a cambio de droga y dinero ofrecidos por allegados a Ema Pimpi para encarcelar a miembros de la banda rival.
El incidente expuso la connivencia entre una parte del personal de esa seccional con “Los Pimpis”, a quienes daban cobertura. El jefe, un sumariante y un secretario terminaron condenados por el procedimiento fraguado.
“Este pibe es jefe de sicarios de una banda que confronta con Los Pimpis”, dijo en esos días a este diario un investigador. Al momento del ataque “Patri” contaba con media docena de anotaciones penales entre 2015 y 2019 por tentativa de robo calificado, robo de auto y robo simple. Fue imputado de abuso de armas en agosto de 2017 cuando junto a dos hombres intentaron robar una moto en Casiano Casas y Pasaje 1389. Su casa había sido atacada a balazos un mes antes.
Coria fue detenido el 11 de marzo de 2022 por agentes de la Brigada de Homicidios en una casa de Maíz al 500 de Roldán donde secuestraron dos celulares, un pen drive, 100 mil pesos y un Volkswagen Fox. Fue imputado por un intento de homicidio agravado y la portación ilegal de un arma de guerra. Al mes, el 9 de abril, López falleció en el Heca a causa de una falla multiorgánica. Así, en junio de ese año se adecuó la imputación a la de un homicidio consumado.
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A casi dos años de su arresto, Coria fue convocado este martes a una audiencia de preparación del juicio por el caso. La fiscal pidió que sea condenado a 20 años de prisión por el homicidio. Entre las evidencias, mencionó comentarios de la víctima a sus familiares y una entrevista filmada que le había realizado en el hospital el fallecido fiscal Ademar Bianchini. Esa medida se concretó el 23 de febrero de 2022. En ese encuentro, López apuntó a Colita como el autor de los disparos.
Los abogados Alejandro Caniglia y José Ferrara objetaron esa entrevista porque López respondió al fiscal con mucha dificultad, luego de que le practicaran una traqueotomía que le impedía hablar, y respondió a las preguntas por si o por no empleando carteles. Plantearon en la audiencia que el testimonio debió resguardarse con una medida de anticipo de pruebas y no mediante esa filmación realizada con un celular en la cual “no se pudo hacer un control de parte”.
Solicitaron la libertad de Colita, pero el juez Florentino Malaponte se opuso y admitió la acusación fiscal. De esta manera dio luz verde a un juicio oral ante un tribunal de tres miembros. Además admitió las pruebas a discutir en el debate, como las declaraciones de peritos y policías, testigos del hecho y de identidad reservada, de los médicos que asistieron a López en su convalecencia y prueba documental.
Un asado en la vereda
“Colita” estaba además acusado por el doble crimen del 1º de mayo de 2021 en Casiano Casas y Baigorria. César “Rambito” Navarro, de 36 años e hijo del asesinado barra brava de Rosario Central Julio César “Cara de Goma” Navarro, había preparado un asado junto a su familia frente al monoblock de Baigorria 2473. Estaba en prisión domiciliaria con tobillera electrónica. Cuando terminaba de almorzar se acercó Cristian “Rulo” Bogolim, un hombre de 45 años que pedía monedas en un semáforo y preguntó si habían quedado choripanes. Rulo sacó la carne a la parrilla para que se calentara y se quedó compartiendo un rato con este vecino.
A las 14.40 llegaron caminando dos muchachos que los atacaron con dos armas distintas. Bogolim murió en el lugar con heridas en la cabeza y Navarro sufrió un shock hemorrágico por disparos en el tórax. “Todos sabemos que fueron Colita y Giordo Chicho”, dijeron los vecinos, que apuntaron al primero como “un sicario de la barra de El Churrasco” y al segundo como un gordito que “le buscaba problemas” porque creía que Rulo había salido con su novia.
“Soy totalmente inocente y no cometí ninguno de los delitos que me imputan”, dijo Colita al ser acusado de esas muertes. Planteó que para esa fecha se encontraba de vacaciones con su pareja, su hijo y un hijastro en Carlos Paz, donde estuvo entre el 31 de abril y el 2 de mayo. Sus abogados presentaron datos de la persona que les alquiló una casa, tickets de peaje, fotos de un paseo en el lago y un video del 1º de mayo a las 16 en el parque de diversiones Pekos.
Con el tiempo el fiscal Adrián Spelta dispuso el archivo de las actuaciones en su contra. Tampoco prosperó la acusación contra el otro acusado, Marcelo Alejandro V., a quien le dicen “Gordo Chicho”. Su imputación se archivó porque el testigo de identidad de reservada dijo haberlo visto con Coria, un testimonio que perdió credibilidad al constatarse que Colita no estuvo ese día en Rosario.