Patricio S. tiene 22 años y su vida está atada a un respirador artificial en la sala terapia intensiva del Hospital de Emergencias. Este lunes cuando circulaba en su moto con su novia por las inmediaciones de Zelaya y Herrera, a dos cuadras de la plaza Alberdi, una rodado de similares características se le puso a la par y el acompañante le disparó al menos cuatro veces. El pibe perdió el control del rodado y cayó junto a su novia sobre el pavimento. Trasladado al Heca en un auto particular contó que había sido baleado en la tentativa de robo de su moto. Pero casi de inmediato surgió que en realidad el herido lidera una banda que tras el crimen de Emanuel "Ema Pimpi" Sandoval, asesinado en octubre de 2019, le disputa territorio a sus deudos en las calles de barrios La Esperanza, El Churrasco, Parque Casas y La Cerámica.
La banda en cuestión quedó expuesta en las crónicas policiales en septiembre pasado cuando dos de sus integrantes fueron liberados tras una falsa denuncia realizada en la comisaría 10ª. Así surgió la connivencia entre una parte de la dotación de esa seccional con "Los Pimpis", a quienes daban cobertura. Para los investigadores Patricio es "Patri" S., un hombre en la mira de Los Pimpis.
El 24 de junio pasado dos mujeres llegaron a la comisaría de Darragueira al 1100 para denunciar a un par de integrantes de la banda de Patri, una gavilla que estaba disputándole territorio a Los Pimpis, como hoy se conoce a los herederos de Emanuel Sandoval. Todo transcurrió tras el enésimo ataque a balazos contra la casa de la madre de Ema Pimpi, en Cavia al 1300. Tras la denuncia Tomás Agustín “Tomy” G., de 19 años, y a Andrés Adrián “Pancita” R., de 22, fueron a parar tras las rejas. Ambos fueron imputados y les impusieron la prisión preventiva por el plazo de ley, es decir al menos dos años. Pero 15 días más tarde todo comenzó a cambiar. Las dos denunciantes llegaron con una abogada al despacho del fiscal Federico Rébola, de la denominada Unidad de Balaceras, y admitieron que habían mentido en su presentación.
Al fiscal le contaron que allegados a Ema Pimpi les ofrecieron dinero para que denunciaran a los jóvenes a fin de que agentes de la 10ª los encarcelaran como supuestos tira tiros de la banda rival. Y admitieron que una lo había hecho con la promesa de recibir droga y otra por 50 mil pesos luego de que detuvieran a Patri, al que sindicaron como referente de ese grupo antagónico. Para los investigadores, Patri no es ni más ni menos que el muchacho baleado este lunes en barrio Alberdi.
Las arrepentidas habían relatado que las declaraciones que firmaron en la 10ª fueron un burdo dictado de un suboficial a la sumariante. "Las mujeres sólo asentían con la cabeza. Y después firmaron”, indicó un vocero de la causa. Dos policías atestiguaron en sintonía con las falsas denunciantes. Dijeron que el acta de procedimiento había sido fraguada. Es en ese territorio en el que media docena de policías administraban la calle en una aparente connivencia con la banda de los sucesores de Ema Pimpi. Una de las mujeres indicó que fue a la casa de la madre de Emanuel Sandoval, apodada "La Mimi" y ésta le dijo: "Anda a la comisaría 10ª a denunciar a Patricio S. porque me está tiroteando todos los días mis negocios y no puedo trabajar así".
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El fiscal las escuchó, les aclaró si sabían qué estaban haciendo e investigó los dichos de las mujeres. Ese fue el puntapié inicial que terminó en septiembre pasado con la detención e imputación de seis uniformados de la 10ª: el comisario supervisor y jefe de la comisaría, Gerardo Malpassi; el subcomisario Sebastián Ojeda; los oficiales Walter Graff y Juan Pablo Sosa; la suboficial Natalia Sánchez y el oficial Héctor Mario Dallia. Los seis fueron acusados el 24 de septiembre último por los delitos de cohecho y falsedad ideológica de documento público e incumplimiento de deberes de funcionario público. "Es sabido que Los Pimpis manejan esa comisaría", declaró un testigo en la causa. En la audiencia acusatoria la fiscal Valeria Haurigot consideró que "lo que se verificó en la comisaría 10ª es un ejemplo redondo de lo que es conceptualmente la regulación policial del delito. Dicha maniobra criminal fue concretada a cambio de dinero que la banda Los Pimpis entregaba regularmente a la comisaría 10ª", indicó la fiscal. Los seis policías quedaron en prisión preventiva por 90 días.
Desde la salida de circulación de los asesinados Ema Pimpi Sandoval y Marcelo "Coto" Medrano; y las detenciones de Hernán Ramón "Lichy" Romero (condenado a 7 años y 4 meses de cárcel), Lucas Sandoval (hermano de Ema Pimpi, sentenciado a 11 años de cárcel), Tania Rostro y su esposo Daniel “Pato” Orellana (ambos condenados a 8 años de prisión), y Gustavo “Toro” Martinotti (sentenciado recientemente a 9 años de prisión), la franja de territorio que ocupan los barrios La Esperanza/El Churrasco, Parque Casas y La Cerámica quedó en una sangrienta disputa entre segundas y terceras líneas de los referentes mencionados. A esa selección de jugadores hay que sumarle "La banda de Iván", cercana a la barra brava de Rosario Central; "La banda del Churrasco", que estaría conformada con mano de obra que hasta su muerte trabajaba a las órdenes de Coto Medrano; y "La banda de Patri" S. o "Los de Vila", como también se los reconoce por el nombre de la calle sobre la que tienen sus bases.
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Este lunes alrededor de las 18 Patri circulaba en su moto junto a su novia de 19 años por las inmediaciones de Zelaya y Herrera. Todo hace inferir que la pareja iba hacia la casa de Patri, quien tenía declaradas dos residencias: una en Pavlov al 1500 y otra en Vila al 1800. Cuando estaba a unas 12 cuadras de su vivienda, una moto se le puso a la par y el acompañante comenzó a disparar haciendo blanco únicamente en Patri. El muchacho recibió impactos en el tórax, el cuello y la clavícula derecha, perdió el control del rodado y cayó junto a su novia sobre el pavimento. La moto de S. quedó en el lugar y la joven solo sufrió algunos raspones y escoriaciones mientras Patri fue llevado al Heca, donde alcanzó a decir que le habían querido robar la moto. Luego fue ingresado a quirófano y quedó internado en estado crítico, conectado a un respirador.
“Este pibe es jefe de sicarios de una banda que confronta con Los Pimpis”, explicó un investigador consultado este martes. Patri tiene prontuario abierto con media docena de anotaciones entre 2015 y 2019 por tentativa de robo calificado, robo de auto y robo simple entre otras. Fue imputado de abuso de armas en agosto de 2017 cuando junto a dos hombres intentaron robar una moto en Casiano Casas y Pasaje 1389. También pudo conocerse que el 14 de septiembre pasado la casa de calle Pavlov en la que reside Patri fue atacada a balazos.
La investigación del ataque contra Patri S. quedó en manos del fiscal de la Unidad de Homicidios Ademar Bianchini, quien comisionó a efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para que trabajaran en el territorio.