Un hombre de 48 años fue asesinado a puñaladas y enterrado en el patio de una casa humilde de la ciudad de San José del Rincón donde vivía un amigo de la víctima que, con cortes y golpes en el rostro y la cabeza propios de una pelea, se entregó por el ataque y quedó detenido. “Yo no lo quise matar”, les dijo a sus seis hijos antes de ser apresado por el crimen de Sebastián Edgardo Lillini, cuyo cuerpo con varias heridas de arma blanca se encontró a medio cubrir por la tierra. Estaba al lado de un horno de barro que el acusado usaba para hornear pan y empanadas que vendía en el barrio.
El crimen ocurrió en algún momento de la tarde del domingo pero recién se conoció cuando el acusado tomó el teléfono y se comunicó con el 911 para autoincriminarse. Fuentes del caso indicaron que la llamada ingresó a la 1.54 del lunes y que con mucha dificultad, según sus palabras agobiado por el remordimiento, el dueño de casa contó lo que había sucedido.
Pelea previa
El detenido es José Luis Eustaquio R., apodado “Beco”, quien quedó alojado en la comisaría 14ª de esa localidad. Un médico policial constató que tenía lesiones propias de una pelea, como un corte en el antebrazo derecho, un golpe en el rostro y otro en la cabeza. El cuerpo de Lillini, en tanto, se encontró en el patio de la casa del imputado, ubicada en Vicente Zarza y Gregorio Gamboa, a metros de un terraplén y a tres cuadras de la plaza Brigadier López.
Una de las hijas del detenido, Lucrecia R., habló con medios de prensa en la esquina de la comisaría local. Allí dio a conocer la versión de su padre, quien asegura que un intento de robo fue el desencadenante de la pelea. Además mencionó que esa tarde el amigo de su padre se había dirigido de manera obscena a una de sus hermanas.
La mujer contó que se enteró de lo ocurrido a través de una hermana: “Papi tuvo un accidente con un amigo”, le avisó. Entonces fue desde su casa en Arroyo Leyes hasta Rincón y al llegar le contaron que su padre había tenido una discusión con el amigo. La pelea, le dijeron, había sido por comentarios de Lillini sobre las hijas de R. y porque luego lo sorprendió revolviendo la casa en busca de dinero. “El elabora empanadas y pan casero para vender y además es albañil. Tenía unos ahorros que guardaba en un tarro de lata porque se quería comprar una moto”, contó Lucrecia.
“Era él o yo”
Según la versión de la familia, Beco “fue a llevar el pan a dos cuadras, cuando volvió tenía toda la casa revuelta” y Lillini estaba dentro. “Todo empezó con peleas de mano”, dijo la hija del detenido, quien “está cortado y tiene un golpe en la cabeza como de un fierrazo”. Contó que, al verse amenazado, Lillini atacó a su padre con un arma blanca, entonces “él manoteó un cuchillo que estaba ahí y se lo clavó”.
Luego comenzó a cavar un pozo en el patio donde trató de ocultar el cuerpo del amigo. La familia dice que lo hizo porque “sintió miedo de que su nieto de 15 años, que había salido a jugar a la pelota viera esa situación”. Pero, según contaron, agobiado por el remordimiento comenzó a llamar a cada uno de sus hijos para contarles lo que había pasado. “El mismo en su cabeza se dijo: «¿Qué estoy haciendo?» y avisó al 911. Todo el tiempo decía que no lo quería matar, pero que lo sorprendió queriendo robarle”, contó su hija, y precisó que su padre decía: “Era él o yo porque también me quiso matar”.
En el lugar trabajó personal de la comisaría 14ª y peritos de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) con la intervención del fiscal Gonzalo Iglesias.