Luego de estar mencionada durante años como referente del narcomenudeo en barrios de la zona norte de Rosario, Olga Beatriz Medina, conocida como "Tata" o "La Rubia", fue condenada ayer a cuatro años y seis meses de cárcel. La mujer de 52 años está detenida en el penal de Ezeiza desde abril pasado, cuando cayó en un operativo de la Policía Federal que causó cierta controversia por haberse ordenado horas antes de un acto eleccionario. Sin embargo, el juicio oral por el cual fue condenada ayer tiene que ver con el hallazgo de poco menos de dos kilos de marihuana en octubre de 2014.
Fuentes judiciales indicaron que la acusada decidió no asistir a la audiencia por videoconferencia en la cual el Tribunal Oral Federal Nº 3 de Rosario la sentenció a cuatro años y seis meses de cárcel por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización por el cual la había acusado el fiscal federal Federico Reynares Solari. Por ese mismo delito fueron juzgados Oscar Alvarez y Lorena Muñoz, a quienes los jueces Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez y Otmar Paulucci también sentenciaron a cuatro años de prisión.
De 52 años, Medina estuvo conectada durante 20 años con incidentes de narcomenudeo pero jamás había sido condenada hasta ayer. Por ejemplo, la investigación que derivó en la sentencia a 16 años contra David Delfín Zacarías luego de ser encontrado en 2013 en una cocina de cocaína en Funes se inició con el allanamiento a un quiosco atribuido la Tata en Boedo y Ghiraldo, en el barrio El Churrasco de Parque Casas.
Si bien tiene otra causa pendiente, la que le valió la condena de ayer se remonta a 2014, cuando fuerzas federales investigaron dos puestos de venta de drogas cuyo control se le atribuía: uno en Washington al 1200 y otro en Ramos Mejía al 1300.
Esa tarea concluyó en una serie de allanamientos realizados por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y Gendarmería.
En la casa de Medina de Agüero al 1300 se hallaron 198 envoltorios de marihuana cuyo pesaje total arrojó 1,142 kilo. Y en Washington al 1200, donde además fueron apresados dos hombres, se encontraron poco más de 700 gramos de la misma droga.
Por ello Medina fue procesada por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
Sin embargo, su detención es más reciente y tiene que ver con un operativo realizado el 27 de abril del año pasado por personal de la Superintendencia de Drogas de la Policía Federal en distintos domicilios de Parque Casas, La Cerámica y Santa Lucía. Aquel día Medina fue detenida con una hermana, una hija y otros cinco familiares en el marco de 40 allanamientos que estuvieron envueltos en una polémica política. Los anunció la entonces ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich y fueron realizados un día antes de las elecciones primarias en Santa Fe, lo que fue objetado por integrantes del entonces gobernante Frente Progresista que le adjudicaron un propósito electoralista. Eso sumió a los gobiernos nacional y provincial en meses de encontronazos verbales.
Zona de violencia
No fue una causa voluminosa por las cantidades secuestradas ni por las ramificaciones de la estructura juzgada. Pero los investigadores consideraban estratégica una condena a Medina en función del historial de violencia ligado a disputas entre actores del microtráfico en la zona norte, que en los últimos años se cobraron muchas vidas. La propia Tata tuvo una contribución personal trágica a ese reguero sangriento: dos de sus hijos fueron asesinados en el lapso de ocho meses. El 17 de junio de 2011 en Solís al 700, en el barrio San Miguel de Granadero Baigorria, ejecutaron de diez tiros a Luis Alberto Medina, de 24 años.
El 12 de febrero de 2012 mataron de cinco balazos a Carlos Daniel Medina, de 27 años, que vivía en Blas Parera 1422. En ese mismo domicilio la Policía Federal encontró seis meses después un acopio de 80 kilos de marihuana.
Y el 20 de febrero pasado otro hijo de Medina, Milton Ferreyra, fue condenado a prisión perpetua por el doble crimen de Leandro Sarantonelli y Carlos Gálvez, ejecutados en 2018 en barrio La Cerámica.
La zona donde estaba asentada Medina es un espacio azotado por hechos trágicos, con víctimas ajenas a las refriegas y una fuerte disputa entre facciones de narcomenudeo, donde son conocidos los grupos del fallecido Emanuel "Ema Pimpi" Sandoval y Hernán "Lichi" Romero. A una cuadra de donde La Tata tenía el quiosco que llevó a la detención de Zacarías por su laboratorio de cocaína, en junio de 2018 una ráfaga de disparos mató a Maite Ponce, de 5 años, que dormía sobre un sillón en Avalos y Larrechea. El fiscal Reynares mencionó los permanentes hechos de violencia en su alegato para a requerir pena para esta mujer que ayer recibió condena por primera vez.