Un farmacéutico condenado como instigador de una serie de ataques a negocios y profesionales de ese ramo, uno de los cuales derivó en el crimen de un policía, quedó en libertad condicional. Fue a raíz de un acuerdo entre partes del que participó una de las víctimas, el abogado penalista Alberto Tortajada, quien hace siete años salvó su vida tras una agresión a tiros en el palier de su estudio. Según planteó el abogado en la audiencia, días atrás se reunió con el condenado Juan Pablo Iborra y consideró "sinceras" sus disculpas.
Iborra, de 43 años, cumplía bajo arresto domiciliario y con tobillera electrónica en su casa de Funes una condena a 6 años y 8 meses de prisión. La pena había sido acordada el 30 de septiembre de 2016 en un procedimiento abreviado en el cual aceptó haber ordenado una serie de amenazas y atentados contra competidores del rubro farmacéutico.
El empresario había sido acusado como autor o instigador de esos delitos junto a su padre, fallecido antes de llegar a juicio. Por la ejecución de los hechos otros dos hombres fueron condenados como sicarios.
La jueza de Ejecución Penal Luciana Prunotto le otorgó ayer a Iborra el beneficio de la libertad condicional bajo una serie de restricciones, entre ellas la prohibición de acercarse a la víctima. La misma jueza le había denegado el pedido dos veces a Iborra pero ayer aclaró que no podía oponerse por existir un acuerdo entre partes. Aunque aclaró que su opinión era contraria.
Los Iborra eran inversores de cuatro farmacias céntricas que controlaban a través de profesionales matriculados. En agosto de 2014 fueron detenidos por una saga de amenazas y amedrentamientos: los disparos a la casa de una inspectora de farmacias, el ataque a tiros a una mujer, ordenar la agresión al dueño de una farmacia de Sarmiento al 600 y las amenazas por correo electrónico al gerente de un laboratorio.
Uno de los hechos más graves fue el ataque, en febrero de 2013, a un médico golpeado y asaltado en su consultorio de 3 de Febrero al 1000. Al salir los maleantes se toparon con el policía Carlos Dolce, que los quiso detener y lo mataron. Dos hombres fueron condenados en 2017 como los autores del crimen: Pablo Andrés Peralta, a prisión perpetua, y Hernán Matías Núñez, a 17 años de cárcel.
Peralta también fue condenado como el autor del ataque a Tortajada. El penalista representaba a la dueña de una farmacia que estaba por perder su casa por desaciertos comerciales de los inversores y le mandó a decir a Iborra padre que salvara a la mujer de un embargo. Días después, el 7 septiembre de 2012, un asesino a sueldo lo esperó en la puerta de su estudio de Montevideo 2016 y le disparó en el palier.
El abogado recibió tres disparos y salvó su vida. "Era un buen tirador pero se le trabó el arma", dijo Tortajada en el juicio oral contra Peralta, de quien nunca olvidó la mirada y al que reconoció por ese mismo rasgo en una rueda judicial.
Iborra aceptó la condena luego de estar detenido. La pena fue bajo la modalidad domiciliaria porque sufre afecciones psiquiátricas como ansiedad, crisis de pánico, irritabilidad e insomnio. En abril pasado la Cámara Penal confirmó el rechazo de la libertad condicional dispuesta por la jueza Prunotto. En junio la defensa de Iborra formuló el planteo por segunda vez, Tortajada se opuso y volvió a ser rechazado.
El defensor Jorge César Ressegue reiteró ayer el pedido, esta vez con el consentimiento de la fiscal Karina Bartocci y del propio Tortajada. El acuerdo entre partes señala además que Iborra tiene posibilidades de obtener una salida laboral inmediata. E incorpora un dictamen del psiquiatra de Iborra, quien dio cuenta de la "autocrítica, arrepentimiento y vergüenza" de su paciente.
Por último se resalta el consentimiento de Tortajada, quien contó en la audiencia que tras la última audiencia de junio mantuvo un encuentro con Iborra y consideró sincero su pedido de disculpas.
