La jueza Raquel Cosgaya mantuvo la mayoría de las medidas de prisión preventiva hacia los implicados en la conocida como "Megacausa por fraude inmobiliario". La excepción mayor resultó el dictado de la inmediata libertad del empresario bursátil Jorge Onetto quien desde el viernes pasado ya había sido habilitado para la prisión domiciliaria. Para los demás la magistrada resolvió la continuidad de las penas privativas de libertad aunque dispuso, como novedad, que el escribano Juan Bautista Alliau y Jonathan Zárate las cumplan en sus viviendas.
Los que permanecen en prisión preventiva en un establecimiento penitenciario son el vendedor de autos Juan Roberto Aymo, el sindicalista Maximiliano González de Gaetano (había desistido de la apelación), los empresarios Leandro David Pérez y Marcelo Basilio Jaef, y el escribano Eduardo Martín Torres. Todos ellos quedan en esa condición hasta la fijación de la audiencia preliminar de juicio.
Ramona Rodríguez, que es la esposa de Aymo, seguirá con prisión domiciliaria, debido a que la jueza rechazó el pedido de libertad.
Zárate, que era chofer de Aymo, accede a la prisión domiciliaria, bajo el control sorpresivo de visitas diarias que debe realizar personal de la comisaría que se encuentra en la jurisdicción de su casa. También se le impone la prohibición del contacto con las demás personas implicadas en la investigación. El escribano Alliau esperará en su casa la realización de la audiencia preliminar de juicio por cuestiones de salud.
Una peculiaridad del trámite es que Aymo recibió el permiso de la jueza de pasar las fiestas del 24 y 31 de diciembre en un domicilio de Pueblo Esther donde deberá establecerse una custodia al efecto. El vendedor de vehículos deberá retornar el día de Navidad y el primer día de 2017 a las 20 horas a su lugar de prisión. La determinación corresponde a un acuerdo celebrado entre los fiscales Sebastián Narvaja y Valeria Haurigot, por un lado, y el abogado Jorge Bedouret, que defiende a Aymo. Este acuerdo incluyó la prórroga de la prisión preventiva de Aymo hasta el 10 de febrero.
Los delitos
El viernes pasado el camarista Daniel Acosta había mantenido la mayoría de los delitos atribuidos al grupo de 11 personas acusadas. Hubo una modificación que favoreció a cinco acusados en tanto dejó sin efecto el reproche de asociación ilícita contra Oneto, Pérez, Abdala y los escribanos Alliau y Kurtzemann (h).
Sin embargo para los tres escribanos vinculados a las maniobras, es decir Alliau, Torres y el mencionado Kurtzemann (h), el camarista les impuso un agravante por considerarlos funcionarios públicos. También mantuvo las imputaciones por estafa y por lavado de activos para la mayoría de los imputados.