Buenos Aires.- El fiscal ante la Cámara Federal de Casación Penal Juan Martín Romero Victorica aseguró que desde el inicio dudó de que María Marta García Belsunce hubiera muerto al caer en la bañera. Recordó que el medio hermano John Hurtig mostró "fastidio" cuando él comenzó a investigar lo sucedido. De su testimonio quedó instalada una fuerte sospecha hacia la familia de la víctima de la cual era allegado desde mucho tiempo antes. "Fui ahí como amigo y, de repente, me brotó mi profesión de fiscal", aseguró.
En definitiva dijo que desde el principio sospechó de un crimen pero que la familia insistía "casi con porfía" que había muerto en un accidente y que había que enterrarla "sin autopsia" a la tarde del día siguiente.
Al declarar ante el Tribunal de San Isidro que juzga a familiares, un médico y una masajista por el encubrimiento del crimen, Romero Victorica dijo además que cuando se enteró de que habían tirado un "pituto" él "inmediatamente" pensó "en una bala, una munición".
Según Romero Victorica, cuando conversó con Horacio García Belsunce éste le manifestó dudas sobre lo sucedido con su hermana. "«Acá hay cosas que no me cierran», me dijo Horacio en el velatorio", recordó el fiscal, quien agregó que él pensó algo parecido. "No daba una caída para que (María Marta) tuviera fractura de cráneo con perdida de masa encefálica".
El testigo añadió que se enteró del hallazgo del "pituto" por el propio Horacio, quien le dijo que lo habían encontrado tirado en el piso del baño. "Yo pensé inmediatamente en una bala, en una munición", dijo Romero Victorica, al tiempo que recordó que le preguntó a Horacio qué habían hecho con ese elemento, a lo que éste respondió: "lo tiraron".
"Les pregunté «¿cómo que lo tiraron?» y dijo: «no tiene explicación Juan»".
Romero Victorica sostuvo que en el velatorio "fue John Hurtig el primero que le transmitió sus sospechas a Horacio". Según el fiscal, decidió entonces caminar entre la gente e interrogar a las personas, momento en que notó que había gente que se disgustó con su actitud.
A quien notó especialmente "fastidiado" fue a John Hurtig y por eso se le acercó. "Lo notaba muy nervioso y me dijo: «¿sabés lo que vas a lograr? Que venga la policía y descubra que entró un villero, que María Marta lo descubrió robando y la mató. Yo perdí a mi hermana y no vamos a lograr nada con eso»", aseguró el fiscal.
Discusión previa. Antes de llamarlo al estrado, el tribunal debió dirimir si aceptaba la declaración de Romero Victorica, dado que en la causa por el homicidio de la socióloga el fiscal Diego Molina Pico reclamó que se lo investigara por encubrimiento agravado por haber estado en el velatorio. El pedido quedó en la nada.
Por tanto fue la primera vez que Romero Victorica se presentó en un juicio por este caso, ya que al trámite contra Carlos Carrascosa no quiso concurrir y se amparó en la ley orgánica del Ministerio Público, que le permite declarar por escrito, pero finalmente nunca lo hizo.
En aquella ocasión, el funcionario judicial dijo que el fiscal Diego Molina Pico era un "ignorante jurídico" por citarlo y aclaró que si le enviaban un cuestionario, lo iba a responder.
"Yo no defiendo a nadie. Los García Belsunce son todos unos mentirosos y el fiscal Molina Pico quiso cubrir sus errores, como hacer la autopsia un mes más tarde, a mis espaldas", señaló por entonces.
Romero Victorica era amigo de la familia García Belsunce y al día siguiente de la muerte de María Marta asistió al velatorio en el country Carmel e intentó contactar a un médico forense. En el velatorio, tuvo una charla con Molina Pico cuando el fiscal de Pilar llegó al lugar junto al entonces jefe de la DDI Pilar, Aníbal Degastaldi, pero luego se retiró sin ordenar la autopsia u otra medida. (Télam-DyN)
La teoría de la bañera
Una amiga de María Marta aseguró ayer que no se sorprendió al enterarse de que la socióloga había sido asesinada ya que durante el velatorio se deslizaron dudas sobre la versión del accidente en la bañera. “Lo del asesinato no me sorprendió sino lo de los cinco balazos. Yo desde el segundo día ya sabía que María Marta no había tenido un accidente”, declaró Elena Caride, quien conocía a la víctima desde quinto grado.
La testigo recordó que el día siguiente de la muerte de María Marta fue a buscar al aeropuerto a su amiga Inés Ongay, también íntima de María Marta y que vive en Bariloche, quien desde el inicio sostuvo que no podía ser que la muerte se hubiera producido por una caída. Caride agregó que a ambas les llamó la atención que María Marta muriera por una caída, ya que era una mujer muy deportista, que nunca fue torpe.