Luis Damián R.tiene 30 años y su última residencia conocida es en San Martín al 2000, en el barrio Del Abasto. El miércoles a la mañana efectivos de Gendarmería Nacional lo detuvieron cuando llegaba a su trabajo en una imprenta en el macrocentro rosarino bajo la acusación de ser integrante de una banda dedicada al contrabando internacional de armas y que el miércoles la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, anunció haber desarticulado en la segunda etapa de una investigación que ya en noviembre pasado había tenido sus primeros resultados y detenidos.
El hombre apresado en Rosario quedó a disposición del juez en lo penal económico de Buenos Aires Pablo Yadarola quien lleva adelante la investigación sobre una organización que importaba armas desde Estados Unidos y Europa, las ensamblaba en el país y las contrabandeaba a Brasil, previo paso por Paraguay, para terminar en manos de los grupos narcocriminales brasileños Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho (CV).
El miércoles a la mañana los vecinos de San Martín al 2000 se vieron sorprendidos por la presencia del Spartan, el blindado antitumulto con el que el gobierno nacional dotó a Gendarmería. Una patrulla de efectivos se desplegaron en las terrazas y llevaron adelante un allanamiento ordenado por el juez Yadarola. Casi en paralelo, la persona que vivía en una casa de ancho frente era detenida a unas 15 cuadras de allí, cuando llegaba a su trabajo en una imprenta.
Los gendarmes llegaron hasta él porque su nombre y dirección figuraban como remitente de una encomienda secuestrada en Paraguay que contenía partes de un fusil FAL, arma emblemática del Ejército Argentino, que tenía por destino a un ciudadano paraguayo.
"No podría asegurarte que era el lugar de residencia de este muchacho porque se lo veía poco. No tenía bajo perfil. Andaba en un Volkswagen Vento azul (que fue secuestrado) y cuando se iba lo sacaba arando. Cuando vimos a los gendarmes con otros vecinos pensamos que era por falopa . Ahora que saltó lo del trafico de armas pienso que puede estar metido en eso tranquilamente", sostuvo un vecino de San Martín al 2000.
Por su parte, los investigadores contaron que Luis R. "no tenía perfil de traficante. Era un tipo normal. De su casa al trabajo, visitaba a sus padres o a su novia y los fines de semana salía con su pareja. Un tipo común con gustos comunes".
Fuentes de la investigación confiaron que Luis R. tiene un lazo familiar (sería primo) con uno de los organizadores de la banda detenido a fin del año pasado en el marco de un expediente por infracción a la ley 22.415 de Código Aduanero por el tráfico internacional de armamento. De acuerdo a los pesquisas, el hombre de 30 años detenido en el barrio Del Abasto sería una de las personas que manejaba los contactos "con exportadores e importadores en la frontera argentino-paraguaya".
La pesquisa
Tras ocho meses de investigación el juez Yadarola ordenó a Gendarmería la realización de al menos 52 allanamientos en localidades de Buenos Aires, Córdoba, Río Negro, Santiago del Estero y Santa Fe. Iban tras los pasos de los integrantes de una banda que triangulaba armas que llegaban a Argentina desde Estados Unidos y Europa en encomiendas y contenedores trasladados por barco de ultramar, y luego eran contrabandeadas a Brasil previo paso por Paraguay y tenían como destinatarios a las dos bandas narcocriminales más grande de Latinoamérica: Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho (CV) que pelean por el control de las favelas en Brasil.
El saldo parcial del "Operativo Palak", bautizado así por el nombre de un barco portugués usado para el traslado de uno de los cargamentos de armas, era hasta ayer de 23 detenidos y el secuestro de 1.316 armas cortas, 1.262 largas y 165 explosivos. Había granadas, fusiles FAL, fusiles Colt M4, ametralladoras Browning, más de 30.000 municiones de diferentes calibres, pólvora, granadas, minas antitanques y antipersonales, balanzas, visores nocturnos, documentación de empadronamiento de armas, partes de armamento y katanas. El mayor decomiso de armas de la Argentina.
Entre todo el material incautado se destacaba un cañón antiaéreo Oerlikon calibre 20 milímetros por el que el Comando Vermelho habría ofrecido 1.500.000 de dólares. Esa arma, oculta en la ciudad bonaerense de Tandil, le hubiera dado a la banda el poder para derribar avionetas, helicópteros y blindados.
La investigación se inició a mediados de 2018 y contó con la colaboración del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos y un fiscal estadounidense de Florida. Como en toda investigación moderna, las escuchas telefónicas son la estrella de la pesquisa. Las fuentes aseguraron que se trata de la segunda parte de una investigación que en una primera etapa, en noviembre pasado, "había encontrado y detenido a cuatro aduaneros que facilitaban la entrada de las armas".
Triangulación
"Las armas salían de los Estados Unidos y los repuestos eran comprado en Alemania, desde dónde eran llevados a España y luego a Holanda, donde se ocultaban en contenedores que llegaban a los puertos argentinos", comentó la Ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
Una vez ensambladas en el país, las armas eran ocultas en encomiendas y llevadas en una empresa de transporte de origen paraguayo con la connivencia de algunos choferes hasta el vecino país. Allí las armas eran trasladadas por vía terrestre hasta la localidad de Pedro Juan Caballero y desde allí a Brasil.
Fuentes de la investigación confiaron que para traficar las encomiendas la banda había confeccionado una base de datos con personas de todo el país que realizaban ventas por Internet, principalmente de repuestos de vehículos. Cuando necesitaban hacer el envío de armas fuera del país se valían de esa base de datos, en donde constaba nombre, apellido, dirección postal, teléfono y DNI de distintas personas. Trasladaban las piezas a la ciudad desde la que necesitaban traficar y las enviaban con un remitente sacado de la base de datos. Una ruleta rusa en la que cualquier ciudadano podría haber caído como mínimo como sospechoso de pertenecer a la gavilla.
barrio del abasto. En una casa de San Martín al 2000 fue apresado el imprentero que estaría ligado a la banda.