La novia de Pablo Nicolás Caminos, un condenado por homicidios acusado de administrar una franquicia de Los Monos en zona sudoeste, y otra mujer acusada de lavar dinero en financieras fueron imputadas por el doble femicidio de las hermanas Estefanía Mariel y Marianela Andrea Gorosito, quienes en julio pasado fueron levantadas de un bar de Oroño y Santa donde merendaban y ejecutadas a la noche en un descampado de Cabín 9. Por las muertes ya había otros dos hombres presos que siguen en prisión preventiva. La hipótesis de la investigación es que tenían una deuda con Caminos, quien habría dado directivas desde la cárcel para concretar el ataque.
Las dos mujeres fueron imputadas en una audiencia judicial que se realizó el fin de semana en el Centro de Justicia Penal. Una es Melisa Samanta N., de 35 años, quien fue detenida por la Tropa de Operaciones Especiales cuando salía de visitar a su novio Pablo Caminos de la cárcel de Coronda. La otra es Sandra Beatriz C., de 52, quien ya estaba en prisión preventiva por retener a un pariente y obligarlo a que vendiera droga para ella en un Fonavi de la zona oeste. La mujer es sindicada como parte de la estructura de Caminos y hace dos semanas fue mencionada como un importante eslabón en la compra de dólares que llevaron a que dos cuevas de Santa Fe al 1200 y España al 800 fueran allanadas.
El fiscal de Homicidios Patricio Saldutti imputó a ambas como coautoras de un homicidio doblemente calificado por haber sido planeado entre más de dos personas y criminis causa, es decir cometido para ocultar otro delito, además de robo calificado y la portación ilegal de arma de guerra calibre 9 milímetros. La jueza Silvia Castelli dictó la prisión preventiva de ambas.
Por el caso ya estaban imputados como coautores desde el 22 de julio pasado William Alberto Espinoza López, de 18 años, y Damián Ezequiel Rojas, de 30, y dueño de un Citroën C3 en el que habrían sido trasladadas las víctimas hasta donde las mataron. Los dos fueron acusados por por femicidio, es decir, por asesinatos cometidos en un contexto de contexto de violencia de género “como manifestación de la relación desigual de poder entre mujeres y hombres”. Están en prisión preventiva por el plazo legal de dos años.
En la audiencia se agravó la imputación para ambos, quienes quedaron imputados como coautores de los delitos de femicidio, homicidio calificado por el acuerdo previo y criminis causa, robo calificado y portación ilegal de arma. A eso Rojas sumó el delito de falsa denuncia porque pasada la medianoche del día del hecho, luego de que auto fuera retenido en un operativo policial, denunció en la subcomisaría 20ª de San Martín al 6200 que se lo habían robado.
La tarde del martes 19 de julio pasado las hermanas Gorosito habían ido a merendar a un bar de Oroño y Salta. Al salir subieron a un Chevrolet Cruze negro donde las esperaban otras dos mujeres, según declaró en la audiencia anterior Espinoza López, quien declaró que él n se limitó a asaltaras. Al auto lo siguió un Citroën C3 gris en el que, según la investigación, iban Espinoza López, otros dos jóvenes y una mujer. “Bajaron en un kiosco de zona oeste donde yo las robé. Después a ellas las subieron al Citroën”, explicó el detenido. A partir de ahí, según sus dichos, las hermanas cambiaron de auto para seguir viaje en el Citröen junto con los dos jóvenes mientras que las otras mujeres siguieron en el Cruze.
Según la teoría acusatoria las víctimas fueron despojadas de sus celulares, llaves y alhajas de oro en el auto y, tal como consta en el trayecto marcado por el impacto de las antenas del celular de una de ellas, luego fueron llevadas a la zona despoblada del barrio Cabín 9 de Pérez donde fueron asesinadas en Camino de Los Indios y Chajá.
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Hubo disparos en el trayecto y al llegar al descampado fueron ejecutadas con “múltiples disparos” por los dos varones que las habían retenido en el C3, mientras que las mujeres se ocuparon de arrastrar los cuerpos. Estefanía, de 25 años, recibió ocho disparos. Marianela, de 28, cuatro. A las dos les dispararon dos veces en la cabeza.
Antes de ser hallados los cuerpos de las víctimas, cerca de las 20.30 de ese día y a unas cinco cuadras del descampado, un operativo de Gendarmería detuvo la marcha del Citroën C3 en El Chajá y Provincia de Misiones. El conductor del vehículo intentó escapar marcha atrás, mientras varias personas bajaban del auto, que finalmente dejaron abandonado para escapar a la carrera. Tras una persecución solo fue detenido Espinoza López. El auto tenía rastros de sangre, un balazo en una de las puertas traseras y en su interior una gorra de lana color rosa también con manchas de sangre.
Las hermanas vivían en barrio Belgrano Sur y figuraban entre las visitas que recibieron en la cárcel de Piñero algunos miembros de la agrupación de zona oeste que reporta a Los Monos. Una hipótesis del caso es que las hermanas mantenían una abultada deuda con la banda de Camino por administrar dos bocas de expendio de drogas ubicadas en Cerrito y Nicaragua y en Lejarza y Magallanes. Se presume que, además de la deuda, habrían comenzado a vender para otra marca.
Pablo Caminos cumple en la cárcel de Coronda una condena unificada a 25 años de prisión por los asesinatos de Andrés Farías, en diciembre de 2015, y del barra de Newell's Rubén “Tuby” Segovia, en una celda de esa misma prisión el 24 de abril de 2018. Su novia Melisa N. tiene sus propios antecedentes. El 27 de noviembre de 2020 fue condenada junto a otros hombres a 3 años de prisión por integrar una asociación ilícita dedicada a fabricar y vender carnés de conducir truchos que ofrecían por Facebook a cambio de siete mil pesos. La banda tenía su imprenta en Empalme Graneros y Melisa era quien se ocupaba de contactar a los clientes y distribuir el material.
En cuando a Sandra C., su nombre circuló hace dos semanas cuando allanaron una mutual de España al 800 que cambiaba dólares a personas ligadas a Los Monos. Entonces se informó que esta mujer era "investigada por venta de drogas como integrante de la célula de Pablo Caminos que responde a Guille Cantero" y tenía agendado como "Eduardo Dólares" a uno de los detenidos. Según la pesquisa, con dinero de la venta de drogas compraba dólares blue a dos acusados de lavado de activos.
Prórroga por otro doble crimen
Carmen y Marlén Villalba, madre e hija de 53 y 15 años, fueron asesinadas a balazos en junio en un puesto de venta de drogas de barrio Gráfico. “Fue un ajuste, pero no era para ellas”, dijeron entonces sus familiares. Días después fue detenido mientras conducía un auto usado en el ataque Facundo Hernán M., de 22 años, quien quedó imputado como partícipe secundario del doble crimen, acusado de haber sido ido en un auto de apoyo que secundó al vehículo de los atacantes.
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A M. le habían dictado la prisión preventiva por 90 días. Ese plazo se extendió ayer cuando el fiscal Ademar Bianchini solicitó prorrogar la medida por otros tres meses, un planteo que fue concedido por la jueza Silvia Castelli. El doble crimen fue el 22 de junio pasado a las 22.30. Según la imputación, el imputado “circulaba por Ugarte al 700 conduciendo el vehículo Volkswagen Gol gris” detrás de otro auto en el cual se desplazaban las personas que dispararon contra madre e hija.