Unas mil autopartes cuya procedencia se intenta dilucidar fueron secuestradas ayer en un comercio de la zona de La Paz y San Martín, en el macrocentro de la ciudad, en el marco de un allanamiento realizado por la Policía de Investigaciones (PDI). Como resultado del operativo, el dueño del local deberá presentarse mañana ante los pesquisas con la correspondiente documentación que avale la tenencia de las piezas y prestar declaración sobre su actividad.
El procedimiento se concretó en un local de La Paz al 1000 en el cual se detectaron irregularidades por parte de los efectivos que ayer a la mañana llegaron con una orden de allanamiento judicial. Allí comprobaron que muchas de las autopartes no tenían los stickers correspondientes a ser material de desguace o usado. En cuanto a la habilitación del lugar, se supo que su titular es un hombre de 69 años y de nacionalidad italiana quien refirió que la habilitación municipal correspondiente había vencido en el año 2008.
A las 9.30 personal del Departamento Operativo de Investigaciones se hizo presente en el lugar y requirieron la presencia del titular. Tras la autorización del dueño los pesquisas empezaron a verificar las piezas y contabilizaron 1.015 autopartes de diferentes marcas y modelos que según el comerciante "estaban en reparación para ser revendidas".
Asimismo, el personal constató irregularidades en cuanto a las autopartes ya que no tenían los stickers correspondientes y que el dueño carecía de las habilitaciones correspondientes para trabajar en el rubro.
Una vez finalizado el procedimiento, el fiscal de Investigación y Juicio Guillermo Apanowicz ordenó que se secuestren las autopartes y que el dueño del negocio sea designado depositario judicial mientras que se procedió a la clausura preventiva del lugar.
Hace poco más de un mes, la Justicia había ordenado otro allanamiento que en esa ocasión fue efectuado por personal de la Policía Federal y que tuvo como resultado el secuestro de unas 500 mil autopartes en un desarmadero en Ayacucho al 4400, en la zona sur de la ciudad, que funcionaba desde hace casi 50 años pero que sin embargo no contaba con la habilitación correspondiente.
Los procedimientos se cumplen en el marco del plan de control de desarmaderos implementado por la provincia y las autopartes secuestradas son compactadas y vendidas como chatarra. El dinero obtenido, dijeron las fuentes oficiales, es destinado a una entidad benéfica de la ciudad.