Una nueva modalidad del delito se ha extendido estas vacaciones de verano: el robo a casas en ausencia de sus dueños, a partir de la información que los delincuentes obtienen de las redes sociales en internet.
¿Cómo funciona? Los ladrones buscan en la web información de personas que anuncian -publican en Twitter o en Facebook- que salieron de vacaciones o exhiben las fotografías tomadas que toman en los destinos turísticos donde vacaciones. Esa información es cruzada, por ejemplo, con la guía de teléfonos y así los delincuentes saben qué vivienda está desocupada. La inteligencia para el robo es completa.
"Hoy en día la gente no maneja las medidas de seguridad que ofrecen las redes sociales, ni que mucha de esa información se puede filtrar más allá de aquellas personas que uno
tiene etiquetados como amigos", advirtió el fiscal de casos NN, Carlos Covani, al programa "Nunca pensé pasar por esto" de La Ocho.
"Es muy fácil acceder a una red, las redes en general son abiertas, tanto es así que cualquier persona que googlea tu nombre se encuentra con tu Facebook o tu Twitter, lo que significa un riesgo potencial para las personas", añadió el funcionario judicial, quien aseguró que "la gente no tiene ni idea que le pueden robar la información".
Asimismo, señaló que "la mayoría de nosotros, cuando estamos enfrente de una computadora, no somos conscientes de que a la red se puede acceder, hay gente que se ocupa de eso, y obviamente esa forma de accionar se puede usar para el delito". Y añadió: "Es complejo rastrear cómo se accedió a una cuenta, pero se puede hacer, en esos casos se puede identificar quién accedió y robó la información".
El fiscal enfatizó que hay que tener sumo cuidado con quién se comparte información en Facebook y Twitter y no sólo sobre los movimientos qué hará en las vacaciones sino los cotidianos. "Es muy peligroso contar qué hace uno a diario, en determinados horarios, porque eso le da una pauta de en qué momento uno deja la casa sola, a merced de los delincuentes", añadió Covani.
"Uno no toma conciencia de que hay gente que está pendiente de captar información y se aprovecha de eso, la vida en sociedad tiene riesgos y uno de esos riesgos son las redes sociales", señaló Covani, quien ejemplificó: "Es como cuando uno va a un bar y habla en voz alta, sin reparar que en la mesa de al lado puede haber alguien que está escuchando la conversación y que puede usar lo que uno dice para cometer un delito".
Finalmente, advirtió que las redes sociales son fáciles de incorporar pero difíciles de aprender a manejar. Y aconsejó: "Lo más importante es no anticipar en forma indiscriminada los movimientos que uno va a hacer, no hay que publicar a dónde uno se va de vacaciones ni tampoco contar a dónde uno va, no hay que dar información sensible, que puede ser usada para cometer un delito".