Una mujer de 71 años fue hallada muerta este miércoles en el pozo ciego de la precaria vivienda que alquilaba desde hacía unos dos meses en un humilde sector de la zona sudoeste de Rosario. En principio, si bien por el momento no se descarta ninguna hipótesis sobre los motivos del asesinato, se presume que la víctima fue asesinada unas 24 horas del hallazgo y en ocasión de robo, ya que en la casa había un gran desorden y los familiares detectaron el faltante de objetos de valor.
La investigación del episodio quedó a cargo del fiscal de Homicidios en turno, Patricio Saldutti, quien ordenó las primeras medidas de rigor para iniciar la pesquisa. En ese marco, indicaron fuentes judiciales, son buscadas al menos dos personas que viven en la parte delantera de la propiedad y que podrían estar vinculadas con el asesinato.
María Isabel Pereyra estaba jubilada y vivía desde hacía unos dos meses en Vicente Medina al 4700. A esa altura, al sur de la avenida Uriburu, se trata de una calle angosta de tierra que serpentea entre baldíos y viviendas precarias. En una de ellas, frente a los fondos de la planta de la empresa proveedora de equipamiento para industrias Secco —y en cierto sentido a varios años luz de la misma—, se había radicado unos meses atrás la mujer de 71 años.
Según comentaron algunos de los seis hijos de la víctimas que estaban presentes ayer a la tarde en la escena del crimen, la casa que alquilaba María estaba ubicada en la parte posterior de un terreno mientras que al frente había otra vivienda donde al parecer estaban residiendo familiares de la dueña de la propiedad. “Hacía unos dos meses que alquilaba acá”, contó una de las hijas sobre la mujer que en los últimos tiempos no tenía un lugar de residencia fijo. “Ella tenía una casa pero la tuvo que vender hace unos años por un problema que tuvo un familiar”, confió otro de los hijos, afincado en la zona de Puente Gallegos.
El hallazgo
Lo cierto es que María vivía sola con su perrito en la humilde casa donde un nieto la encontró muerta luego de un día de insistir en vano en comunicarse por teléfono. “Ella lo había criado a ese nieto, que era el que más la contactaba. Nosotros la habíamos visto para el 25 (por Navidad) y estaba todo bien. Pero al día siguiente (por el martes) el nieto la empezó a llamar varias veces y como no lo atendió esta manaña (por este miércoles) vino a ver qué pasaba”, contó una hija de María, todavía sin poder digerir la noticia.
“Cuando entró a la casa —continuó la mujer— lo primero que vio fue que estaba todo revuelto, desordenado, como si hubieran entrado a robarle. Pero además faltaban cosas: le habían sacado unas garrafas, el televisor, un ventilador, el celular y la billetera”.
Tal vez la desesperación se haya apoderado del muchacho cuando descubrió que su abuela había sido, como mínimo, víctima de un asalto. Sin embargo eso duró apenas unos minutos ya que enseguida escuchó el llanto del perrito que provenía del fondo del terreno. Entonces se acercó y el miedo se convirtió en la peor de las noticias: la mujer estaba muerta en el pozo ciego. Fue entonces, ya sobre el mediodía de este miércoles, que comenzó a llamar a los vecinos y a la policía.
“Dicen que se veían solo los pies”, comentó la hija consultada por este diario. “Estaba sin vida, boca abajo, en el pozo ciego del fondo del terreno donde se ubican dos casas precarias”, decía el parte de prensa que envió sobre el caso la Fiscalía Regional 2.
Este miércoles a la tarde unos pocos vecinos curioseaban en respetuoso silencio en torno a la vivienda donde el personal del gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones (PDI) terminaba de realizar las pericias iniciales de la investigación, como el levantamiento de rastros y la inspección de la escena, mientras otros agentes recopilaban datos y testimonios sobre lo que pudo haber pasado. En el lugar también trabajaron bomberos y la sección canes del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
En principio, según se confirmó en forma oficial, el cuerpo de María Isabel no presentaba heridas de bala o de arma blanca así que habrá que esperar el resultado de la autopsia en el Instituto Médico Legal (IML) para establecer cuál fue la causa de la muerte. Se espera que el análisis arroje más precisiones acerca de cuándo murió, un lapso que podría demarcarse entre la mañana del martes y la del miércoles.
Presunciones
“A simple vista no tenía heridas de arma, hay que ver si fue algún golpe o si la asfixiaron”, señaló otro hijo de la víctima presente en la escena del crimen, que tampoco parecía poder creer lo que estaba pasando.
El faltante de objetos de valor, sumado al hecho de que la mujer apareció sin vida en el pozo ciego, hacían presumir a sus hijos que María fue asesinada por quienes le robaron. Presunción que se reforzaba por el hecho de que quienes vivían en la parte delantera del terreno se habían esfumado. Pero más allá de las corazonadas de la familia de la víctima, entre las medidas que ordenó el fiscal está la búsqueda de esas personas.
Sin embargo, por estas horas la investigación está en sus comienzos y no se puede descartar ninguna hipótesis. Se estima que la autopsia será vital para aclarar cuándo y cómo perdió la vida María Isabel, información que podría alumbrar el camino para esclarecer el triste y violento episodio.